El Baskonia suma y sigue
Partidazo de Markus Howard, con 30 puntos y 27 dígitos de valoración. Sedekerskis volvió tras su lesión de aductor y formó parte del quinteto inicial.
El Cazoo cerraba la jornada y sabía que, si ganaba, seguía empatado con el Barcelona al frente de la tabla y, si tropezaba, quedaría segundo con los mismos triunfos que el Real Madrid que sufrió más de lo previsto ante el Zaragoza después de una semana convulsa. El conjunto de Peñarroya consiguió un triunfo más ante un corajudo Breogán que trató de dar la cara durante los cuarenta minutos. Pero el Baskonia ahora mismo es mucho Baskonia. El único equipo que ha sido capaz de ganar en liga en el Buesa ha sido el Lenovo Tenerife de Txus Vidorreta.
Buen ambiente en las gradas del Buesa Arena a pesar del puente del 1 de mayo. De hecho, eso permitió del desembarco de la afición lucense, que se hermanó con la vitoriana en la ciudad deportiva del Bakh. Luego, cordialidad en las gradas de principio a fin. Los vascos descartaron a Hommes por el tema de los cupos pero recuperaron a Sedekerskis, que no jugaba desde el 12 de febrero por molestias en el aductor. Nakic y Lukovic fueron bajas en el equipo gallego.
Markus Howard empezó enchufado con 4/4 en triples pero el conjunto lucense también respondía con una buena producción ofensiva (12-10, min. 4). Sergi García encadenó también dos lanzamientos de tres por lo que el choque entró en el último minuto con un 20-16. Un intercambio final de canastas dejó el final de la primera entrega con un Baskonia que dominaba el duelo por 4 puntos.
El equipo de Peñarroya empezó a estirar la goma en el inicio del segundo cuarto (33-23, min. 23). Rokas Giedraitis estaba realmente inspirado en el lanzamiento exterior, todo lo contrario que un desafortunado Matt Costello. Los gallegos siguieron a lo suyo y volvieron a recortar las diferencias (35-31, min. 16) pero Howard volvió a ver el aro como una piscina y dejó la tranquilidad en la gradas locales. Una máquina de anotar, con 15 puntos en el minuto 17.
El tercer acto comenzó con el Baskonia ocho puntos por delante. Ganó por 4 el primer cuarto y por otros 4 el segundo. Con el 55-41 del minuto 25, Mrsic paró el partido y llamó a sus jugadores al cónclave del tiempo muerto. Hasta ese momento habían dominado el rebote pero las cosas se fueron igualando poco a poco en esa materia. Los vitorianos llegaron a estar 17 puntos arriba con el 64-47. Con esa diferencia afrontaron los últimos diez minutos.
Howard no anotó en el tercer cuarto pero comenzó el definitivo con un triple más. Fue el momento en el que destapó el tarro de las esencias. Es un jugador de otra galaxia y los gallegos se mostraban incapaces de frenarle. Llevaba ya 27 puntos en el minuto 34, y 30 para el 35. El equipo, con el 85-63 ya tenía el cruce controlado. Por lo menos evitaron que el rival llegara a los cien puntos. Fue una tarde-noche sin pizzas ni palomitas. Cuando se supera la centena, un jugador invita a los demás y el club a los aficionados.