El Bilbao Basket elige complicarse el pase europeo
Partido plagado de errores entre el equipo de Ponsarnau y un Igokea que se conformó con el triunfo y no persiguió el ‘average’ de +5 para los vizcaínos.
Fue un partido surrealista. Blando como una esponja y salpicado con cuatro técnicas y dos antideportivas. Un despropósito en toda regla en el que parecía que nadie conocía el valor de la palabra ‘average’, porque lo despreciaron por ambos lados. El Bilbao Basket fue capaz de sobrevivir desde un -18 (60-78) y tener hasta opciones de ganar. Pero al final ni eso ni custodiar el +5 que se traía de Bosnia ante el Igokea. Este se emocionó tanto con la posibilidad de un triunfo en una pista ACB que en los dos segundos que tenía para superar el diferencial, agarró la pelota y no la quiso jugar. O desconocimiento o bloqueo mental. Para cortarse las venas. Un final de lo más ilustrativo con un encuentro que no hay por donde cogerlo, que supone la primera derrota del Bilbao Basket en la Champions este año y añade pimienta al grupo. De tener casi hecho el liderato, a sudar. Podía haber conservado las dos victorias de ventaja con respecto a sus perseguidores y ahora solo dispone de una sobre el Igokea y Bahcesehir turco, al que debe visitar. Lo mismo acaba cayendo en el play-in, esa especie de ruleta rusa.
Miribilla ya se olía que la noche venía torcida. Una de las peores entradas que se recuerdan, por debajo de los días de LEB, y un Bilbao Basket que salió a verlas venir, contemplativo, con ganas de gastar muy pocas energías. Era como un entrenamiento con público, poco, eso sí. El esfuerzo se quedó en casa. Crawford situó por delante en el marcador al cuadro bosnio a los seis minutos con una canasta de dos: 11-12. El Surne se había visto muy cómodo solo con poner balones a Kyser a la espalda de la defensa, le iba de sobra con eso. Pero cuando el rival empezó a hacer algo más, estaba oxidado y no tenía bisagras para cambiar el paso. Ponsarnau pidió tiempo con 16-23 a falta de 1:09 para llegar al segundo acto para resituar la cabeza de sus chicos. Se puso muy enérgico, como pocas veces se le ha visto, señal de que asistía a un naufragio absoluto. La cosa siguió avanzando en clave bosnia: 0-11 y pum, 16-25. La segunda unidad entró con mal pie, dejaron anotar bajo el aro al Igokea y permitieron muchos rebotes ofensivos. No había un cerebro que pusiera en orden todo aquello, y Hakanson estaba fuera por su lesión muscular.
RESUMEN
Igokea m:tel (25+21+19+19): Ray (8), Crawford (17), Delalic (3), Tanaskovic (13) y Djordjevic (16) -cinco inicial-; Kondic (3), Waller (10), Josilo (6) y Maric (8).
Parciales: 19-25, 41-46 (descanso); 57-65 y 81-84 (final).
Árbitros: Árbitros: Yohan Rosso (Francia), Saverio Lazarini (Italia) y Anastasios Kardarios (Grecia). Descalificado por dos técnicas el técnico rival Dragan Bagic (m.31).
Incidencias: Partido de la cuarta jornada del Grupo D de la Liga de Campeones, disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante unos 3.000
espectadores.
El equipo de Ponsarnau veía que, a poco que endureciera la defensa, lo tenía a huevo. Quizá eso era lo peor, meterse en la cabeza que con pisar levemente el acelerador, el rival era tan débil que se caía por la cuneta. Acarreó más pereza. Rosa tuvo una buena puesta en escena, pero no volvió a salir. Con empate a 39 llegó una técnica a Smith por ‘flopping’. Empezaba la película de disparates de los colegiados, los que faltaban en el caos. El partido no tenía nada, pero se afeó un poco con un rifirrafe de Kyser con Tanaskovic: el norteamericano empujó al serbio en la lucha por un rebote y luego se desafiaron chocando sus cabezas como dos muflones. Dos antideportivas y ‘sigan, sigan’. Por momentos, la poca intensidad dibujaba un correcalles, sabían los ‘hombres de negro’ qué demandaba el choque pero no lo ejecutaban, así de triste. Sulejmanovic hizo una falta y le pitaron técnica, el preparador rival Bagic desfiló por dos de estas... El caso es que Ubal se libró de la quema en un día infame, con sus penetraciones y su casta. Arrancó gritos de ‘Uruguasho, uruguasho’ de Miribilla. Fue entrar él y remontar: 57-56 a falta de 2:25 para acabar del tercer cuarto. Pero un 0-9 empezó a desmontar el espejismo.
Lo que vino después fue un cúmulo de confusión, con un Bilbao Basket que no dio una a derechas. Su desconexión es incomprensible. Kyser, uno de los destacados en el primero tiempo, perdió las ideas y Withey trató de tener cierta presencia en la pintura y cerrar el camino al aro, porque recibieron 48 puntos cerca de éste. Josilo metió un tiro en suspensión a -6:18 para poner el tope bosnio: 60-78. Eso delimita un sonrojante 3-22. No encadenaba dos jugadas coherentes el conjunto de Ponsarnau. Pasaban muchos jugadores por el campo y nadie mostraba clarividencia. En el último parcial el equipo vizcaíno rozó la debacle, incapaz de parar a Crawford (17 puntos), Djordjevic (16 puntos) y Tanaskovic (13 rebotes). Y, pese a todo este desconcierto, pudo soñar con la remontada. Se envalentonaron Smith y Reyes, y los de negro llegaron a acercarse a 4 puntos a un minuto y medio del final (78-82). Francis Alonso metió una canasta acrobática cayéndose y se pudo imaginar la gesta. Era demasiado tarde. Al final, por la ansiedad de querer arreglar el desaguisado, Sulejmanovic tiró un tripe fuera de guion y Andersson hizo una falta antideportiva que cortaron de cuajo la opción no sólo de ganar sino también de proteger el ‘average’. Menos mal que el Igokea fue aún más torpe y se conformó sólo con el triunfo, sin el premio gordo de ese diferencial, que sí rescataron los vizcaínos de pura casualidad. El que juega con fuego, se acaba quemando, aquí nadie anda tan sobrado como para ganar sin esforzarse. El retorno a Europa se atragantó, y de qué manera. La ‘Jaumeneta’ que parecía volar de nuevo con dos triunfos consecutivos solventes en ACB vuelve a gripar.
Ponsarnau: “Debemos aprender a ser más sólidos mentalmente en momentos malos”
Jaume Ponsarnau subrayó que una de las lecturas que realiza tras la derrota encajada en Miribilla frente al Igokea (81-84) es que deben “aprender a ser más sólidos mentalmente en los malos momentos”. “No podemos esperar a que entre el balón sino buscar que entre como equipo y dar respuestas colectivas. En eso hemos fallado. Todo el mundo quería hacer lo que pudiese para ganar, pero cometimos el error de hacerlo individualmente”, lamentó el técnico catalán tras el encuentro. El preparador de Tàrrega admitió que “la defensa que ha planteado” en algunas fases del partido el equipo bosnio ha hecho “perder el control a los jugadores que han pasado por la dirección” y de esta manera les ha “atropellado una situación de frustración”.
No obstante, a pesar del “error cometido” en este partido, el preparador de los ‘hombres de negro’ destacó que el balance de tres victorias y una derrota con “el average ganado” hace que la situación del Surne Bilbao sea “muy optimista” de cara a lograr la primera plaza del grupo y evitar así el ‘play-in’. “En la BCL todo está muy bien. Toca pasar página y no nos podemos lamentar porque ya nos hemos lamentado en demasiadas acciones dentro del juego”, concluyó.
Por su parte, el base uruguayo Agustín Ubal comentó que fue cuando perdían “por 16 a falta de 6 minutos” cuando apretaron para tratar de “bajar la diferencia”. “Hubo la opción de empatar. No tuvimos suerte con el tiro de Sule, pero mantuvimos el average. El equipo está bien. Venimos de ganar en Zaragoza y ahora tenemos que poner el foco en el partido del sábado contra el Gran Canaria”, dijo Ubal.
El técnico del Igokea, Dragan Bagic, pidió perdón por dejar sin su presencia al equipo tras las dos técnicas, pero precisó que se estaba dirigiendo a la plantilla y los árbitros le penalizaron. Lo que evitó tocar es que se metió a la pista varios metros cuando supuestamente hablaba con sus jugadores. Además, el despiste a la hora de buscar el ‘average’ lo achacó al cansancio y su ayudante, a la falta de comunicación con el superior, que estaba en el vestuario tras ser descalificado.