Movistar Estudiantes

“Teníamos mucha confianza en nosotros, en nuestro baloncesto”

Este 31 de enero se cumplen 25 años de la Copa que ganó el Movistar Estudiantes en Vitoria. AS lo rememora con el MVP Alfonso Reyes y con Nacho Azofra.

Los jugadores del Estudiantes muestran la Copa del Rey obtenida al vencer en la final del torneo disputada hoy en el Araba Arena de Zurbano (Vitoria) al Pamesa Valencia.
David Aguilar
José Ignacio Pinilla
Licenciado en Periodismo por la Complutense, comenzó en AS en maquetación en 2010. Tras su paso por fútbol, se unió en 2014 a baloncesto. Ha cubierto en directo la Supercopa de 2020, las Copas de 2020 y 2021 y partidos de España de las Ventanas. También el Eurobasket femenino de 2023. Escribió sobre la pandemia de la COVID en el confinamiento.
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Los más jóvenes del lugar no lo recordarán, pero hubo una época en que el Movistar Estudiantes era grande. Un gigante del baloncesto español que se cruzaba golpes con los más poderosos. Temporada tras temporada. Viajaba por Europa. Y no faltaba a los playoffs por el título. Incluso, ganaba títulos. No era lo habitual, no era un equipo diseñado para ello, pero de vez en cuando, la moneda salía cara.

En 1963 cayó la primera Copa de su historia, en San Sebastián. En 1992, la segunda, en Granada, en el año mágico de la Final Four de la Euroliga en Estambul (chim-pum). Y la última, en el 2000, hace hoy, 31 de enero de 2025, exactamente 25 años. El lugar, el Buesa Arena de Vitoria. Una sede accidental por las grietas del Martín Carpena de Málaga. Era la vuelta de un torneo del KO al País Vasco 29 años después de la última.

Cuando lo recuerdo se me viene la sonrisa a la cara. Fueron unos días muy buenos, unos años muy buenos. Fue el colofón a todas esas temporadas en las que estuvimos arriba. Fue un premio después de jugar muchas Copas y quedarnos con la miel en los labios”, recuerda para AS Nacho Azofra, el chico del turbante, el gran ídolo de una Demencia que se rindió completamente a la estrella del torneo: Alfonso Reyes.

“Teníamos mucha confianza en nosotros, en nuestro baloncesto”
Nacho Azofra, base del Estudiantes, posa con el turbante tras ganar la Copa del Rey de Vitoria 2000.

“Esa Copa me evoca muy buenos recuerdos, felicidad. Buenísimos de ver que el Estudiantes estaba en un estatus alto en la ACB. De disfrutar del baloncesto, del equipo, de la afición”, asegura también para este periódico el cordobés, el pequeño gran pívot de 2,02 metros que se erigió como MVP tras promediar 17,6 puntos.

Para ambos, la del 2000 fue su segunda Copa. Ambos estuvieron en Granada, con una participación, digamos, irrelevante. Un lapso de ocho años de crecimiento. De idas y venidas, como en el caso de Reyes, que tras el torneo nazarí disfrutó en Málaga y sufrió en París. Desde la Ciudad de la Luz regresó a tiempo a casa: “Echaba mucho de menos esto y llegó en junio de 1998 con muchas ganas de disfrutar del baloncesto. Estaba mucho más maduro con 28 años”, recuerda.

Azofra se forjó entre las paredes del Ramiro: “En el 2000, era un jugador mucho más hecho. Fueron, quizás, mis mejores años. Tienes el baloncesto en la cabeza, físicamente estás muy bien. Has pasado por muchos partidos, por muchas situaciones y mucho aprendizaje”.

“Cuando recuerdo la Copa se me viene la sonrisa a la cara”

Nacho Azofra

Ganar la Copa siempre es especial. Es el torneo más bonito del baloncesto español. Una competición exprés donde se juntan ocho aficiones para disfrutar de duelos a vida o muerte: si pierdes, a casa. No hay vuelta de hoja. Y el Estudiantes supo navegar a las mil maravillas un escenario complejo. Extremadamente duro: disputó sus tres partidos de manera consecutiva, de sábado a lunes (la final no fue en domingo como ahora), contra rivales increíblemente poderosos.

En cuartos, el anfitrión y vigente campeón Baskonia. El equipo de Oberto, Garbajosa, Bennett, Espil y el debutante Nocioni. En semifinales, el Caja San Fernando del temible Andre Turner. Mike Smith, Richard Scott, Iván Corrales acompañaban al diablo de Memphis. Y en la gran final esperaba el líder de la ACB, el Valencia Basket. Mucha dinamita. Muchas piedras en un camino abrupto que los colegiales superaron sin, digamos, demasiadas dificultades.

Con un juego divertido, rápido y muy estricto en defensa, los chicos de Pepu Hernández ahogaron las manijas vitorianas y sevillanas, a Bennett y a Turner. Asfixiados defensivamente y empujados por Alfonso y Felipe Reyes, Chandler Thompson, Shaun Vandiver y Juan Aísa, en ataque, los dos primeros rivales se derrumbaron como un castillo de naipes: 65-79 cayó el Baskonia; 80-65, el Caja. Y eso que Carlos Jiménez no pudo jugar frente a los sevillanos por enfermedad.

“Teníamos mucha confianza en nosotros, en nuestro baloncesto”
Alfonso Reyes, con la Copa del Rey de Vitoria 2000. El pívot del Estudiantes fue nombrado MVP del torneo.David Aguilar

“Nosotros jugamos muy buen baloncesto. Éramos un equipo con mucha confianza en nosotros, en nuestro baloncesto. Éramos muy ofensivos”, comenta Azofra, que radiografía los dos primeros cruces: “La Copa fue especialmente buena por los rivales. A nivel particular, Turner y Bennett eran dos bases de mucha calidad. Era una motivación para Gonzalo (Martínez) y para mí enfrentarnos a ellos. Tienes que ponerles en muchos problemas en defensa… pero sobre todo en ataque porque la mejor defensa es un buen ataque”.

Esos fueron los prolegómenos a la gran final. Y si ese par de previas fueron de aúpa, la final no se quedó corta. Sin embargo, los colegiales no iban a dejar escapar la presa. Habían mordido la yugular y no la soltarían hasta verse en la cima del podio. “Yo lo tenía muy claro: vamos a ganar a un Valencia (63-73) que tenía un equipazo: Tanoka Beard, Bernard Hopkins, Víctor Luengo, Nacho Rodilla, Nenad Markovic… Lo hicimos muy bien”, rememora Alfonso Reyes.

El pívot hizo suya la final (“Fluyo”) hasta alcanzar el MVP: “Me sentó muy bien el premio (ríe). Hice muy buena final. Y el resto de partido no estuve mal: anoté 26 puntos, que no estuvo nada mal, contra el pobre Tanoka, que siempre que jugaba contra mí salía escaldado. Me divertí mucho. Pero lo más importante era que habíamos ganado la Copa y que el equipo había funcionado a la perfección”. Entre los que funcionaron, su hermano, un jovencísimo Felipe: “Era un jugador de peso e importante en el Estudiantes y lo fue demostrando, o todo lo que fue después, que es mucho, pero sí apuntó maneras”.

“Me sentó muy bien el MVP (ríe). Hice muy buena final”

Alfonso Reyes

Alfonso era un gran competidor. Quizá uno de los mejores que he conocido. No hay más que verlo en algunos vídeos. Le sacaban todos muchos centímetros, pero tenía mucha ambición. Mucha, mucha. Era una fuerza de la naturaleza, muy fuerte, durísimo. Era muy difícil defender ese gancho y esa izquierda que tenía. Algún americano le menospreciaba un poco, pero cuando se quería dar cuenta, Alfonso ya llevaba 12 puntos”, alaba Azofra al MVP del 2000.

Nacho-cho también subraya la gran relevancia de su entrenador, de Pepu, en la consecución del trofeo: “Su aportación fue importantísima. Por la gestión del grupo, movía bastante el banquillo, la gente estaba preparada y los roles estaban muy bien asumidos. Y eso tiene mucho mérito, es labor importante del cuerpo técnico”.

Y de alegría a la melancolía de pensar que un grupo así, lleno de canteranos y solo dos americanos puedan volver a alcanzar un éxito de tal magnitud. “No es posible que se repita porque no hay equipos así. Vemos cómo ha evolucionado nuestro baloncesto y no ha mejorado en ese aspecto. Estamos en un 25% de jugadores españoles, el porcentaje más bajo de todas las ligas. Y eso no es bueno para nuestro baloncesto", comenta Alfonso Reyes.

“Y lo malo es que las cosas no se arreglan de un día para otro: hay que sentarse y trabajar”, concluye el actual presidente de la ABP (Asociación de Baloncestistas Profesionales). Una llamada de atención en una fecha tan señalada, cuando el Estudiantes volvió a ser grande.

“Teníamos mucha confianza en nosotros, en nuestro baloncesto”
Aficionados del Adecco Estudiantes concentrados en el Polideportivo Magariños de Madrid durante las celebraciones por la consecución del título de campeón de la Copa del Rey de baloncesto ayer en Vitoria.Sandra Ruiz del Arbol

Cuartos de final

65 - TAU CERÁMICA (29+36): Bennett (14), Mills (12), Esteller (12), Oberto (0), Espil (14) -cinco titular-, Garbajosa (4), Foirest (5), Nocioni (4), Morales (0), Úriz y Uzal.

79 - ADECCO ESTUDIANTES (35+44): Azofra (9), Aísa (12), Jiménez (9), Vandiver (2), A. Reyes (15) -cinco titular-, Thompson (12), G. Martínez (3), F. Reyes (17), Robles, Muñoz, García y Arranz.

Semifinales

85 - ADECCO ESTUDIANTES (34+46): Azofra (2), Aísa (12), Vandiver (9), Thompson (27), A. Reyes (12) -cinco titular-, G. Martínez (9), Robles (2), F. Reyes (7), Muñoz, Jiménez, García y Arranz.

65 - CAJA SAN FERNANDO (28-37): Turner (17), Scott (20), Smith (3), Solana (9), Romero (0) -cinco titular-, Corrales (10), Schutte (0), Cargol (2), Díez (1), Fortier (3) y Fernández.

Final

63 - PAMESA VALENCIA (33+30): Rodilla (14), Markovic (5), Luengo (4), Hopkins (19), Beard (11) -cinco titular-, Álvarez (5), Albert (3), Maluenda (2), Burgos, Tortajada y Alonso.

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73 - ADECCO ESTUDIANTES (30+43): Azofra (8), Aísa (7), Vandiver (14), Thompson (9), A. Reyes (26) -cinco titular-, G. Martínez (4), Robles (5), F. Reyes (0), Jiménez (0), Muñoz, García y Arranz.

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