El Casademont Zaragoza pone en evidencia al Bilbao Basket
Los ‘hombres de negro’ llevaban una cómoda travesía con 17 puntos de ventaja y, de repente, se evaporaron. Enorme Mark Smith.
En ocasiones un partido que roza la perfección resulta dañino. ¿Cómo es posible semejante perjuicio? Aparentemente parece una contradicción. Pero es que el Bilbao Basket se creyó el miércoles tras arrasar al Caledonia Gladiators en la FIBA Europe Cup por 48, el mayor techo de su historia, que todo el monte es orégano y el Zaragoza se encargó de contradecirle y ponerle los pies en el suelo (77-63). En la capital maña el equipo bilbaíno se marchó con 17 de ventaja, con una facilidad pasmosa ante un equipo sin guion, y fue dejando una puerta abierta, por la que coló Yusta. La defensa sobre este dejó mucho que desear y más adelante le acompañó un colosal Mark Smith para desarbolar al cuadro vizcaíno, que colapsó en los 16 minutos finales. Los parciales fueros escandalosos. Un 38-8 demolió a los de negro. Un borrón muy grande porque el equipo se evaporó y no mostró ese orgullo que le había llevado hasta la zona alta de la tabla. Ya suma tres derrotas seguidas en ACB y le viene un calendario terrorífico. Se alarga su Halloween.
Para el Casademont era una tarde crucial porque quería confirmar la reacción que se venía atisbando en los últimos encuentros y dejar de mirar al pozo de la tabla. Supo reaccionar, ayudado por un rival sin energía, y se paseó en el último cuarto, para deleite de una afición que le pitó al descanso por su paupérrima imagen. Un partido muy irregular que mostró las fortalezas y debilidades de ambos conjuntos.
El equipo aragonés, que venía de dos triunfos consecutivos, en Liga ante el Joventut de Badalona y en la FIBA Europe Cup ante el Kalev Cramo estonio, volvió a dar muestras de su irregularidad, pero al menos no se dio por perdido pese a la enorme renta en contra. La buena defensa en los diez últimos minutos sacó los colores del Bilbao Basket.
RESUMEN
63 - Surne Bilbao (17+20+16+10): Renfroe (3), Rabaseda (6), A. Smith (13), Andersson (8), Hlinason (4) -cinco inicial-, Kileya-Jones (10), Reyes (0), De Ridder (5), Pantzar (11), Tsampouris (3) y Kullamae (0).
Árbitros: Martín Caballero, Francisco Araña y Andrés Fernández. Sin excluidos.
Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de Liga disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 6.261
espectadores.
Los pupilos de Ponsarnau supieron minimizar las virtudes de los aragoneses al inicio. Estos comenzaron cargando por dentro con Sulejmanovic y Okafor, mientras los visitantes variaban mucho más su repertorio ofensivo, en primer lugar con Smith y más tarde con los demás. El 10-26 se plasmaba con unos porcentajes de risa por parte del Casademont (el primer cuarto acabó con 4 de 17 en tiros de campo). Pantzar abusaba de Cinciarini.
Para los de Fisac es ya pura rutina empezar a remolque. Se encuentra cómodo en ese paisaje. La ventaja creció hasta los 11. El técnico rojillo puso un quinteto más defensivo para ir recortando distancias. Pero Pantzar siguió martilleando y el dominio en la pintura tenía color vizcaíno. Okafor es un jugador con enorme pedigrí que intenta levantar el vuelo en la capital aragonesa y apareció para poner la reacción en marcha.
Eso sí, dos despistes atrás y hasta 7 pérdidas permitieron a ‘los hombres de negro’ volver a escaparse en el electrónico al descanso. La distancia se paró en un gigantesco 31-48. A partir de ahí, la debacle vasca: 3/10 en tiros de dos, 2/12 en triples y once pérdidas. Todo en un cuarto de hora. Yusta tomó las riendas ante la defensa de Reyes y la intensidad local creció en la misma medida que se ahogaba la visitante. El otro Smith, el rojillo, y Gielo voltearon el marcador. El Surne Bilbao estuvo sin anotar casi cinco minutos en los que con un parcial de 11-0 el Casademont se colocó 67-58 a falta de tres minutos para acabar con una clara victoria. Alegría por un lado, preocupación por otro, por parte de un grupo que se dejó su reconocible identidad en casa. Mucho mérito la gente que viajó desde la capital vizcaína y se quedó al final a seguir animando pese a la decepción.
Fisac: “La victoria supone no mirar solo hacia abajo”
Porfirio Fisac ha señalado tras la victoria de su equipo que ésta supone “no mirar solo hacia abajo” en la clasificación. “Si perdíamos íbamos a estar siempre mirando hacia abajo y con una situación de cierto riesgo pero la victoria nos da mucha tranquilidad”, ha añadido en la rueda de prensa posterior al encuentro.
El preparador segoviano ha destacado que para el Casademont Zaragoza es “muy importante este mes, crucial” porque el equipo está haciendo las cosas bien en Europa y necesitaba no perder en casa con equipos con los que van a tener que pelear. “He visto el partido muy perdido y tenía temores de no enganchar el baloncesto que hemos hecho. Santi Yusta y Mark Smith han estado desaparecidos en un parte pero en la otra han tenido acierto”, ha apuntado.
El técnico del equipo ‘rojillo’ ha analizado que el partido había tenido “dos partes muy distintas”. “En los dos primeros cuartos el tipo de baloncesto que proponía Bilbao y la falta de acierto nuestra les fortalecía más y en el segundo anotaban porque estábamos bloqueados y sin critero defensivo”, ha apuntado el técnico ‘rojillo’.
Igualmente ha analizado que a partir de descanso su equipo había sabido leer la defensa del rival teniendo “ese poso y esa tranquilidad de jugar un baloncesto mas dinámico y abierto”. “Primero habíamos rehusado a tiros porque no metíamos y luego sí que los hemos metido. Además, con situaciones defensivas hemos dominado y el grado de acierto ha cambiado de un lado a otro”, ha añadido.
Ponsarnau: “Nos hemos equivocado pensando que el partido estaba en ataque y no en defensa”
Jaume Ponsarnau ha declarado que se habían equivocado pensando que el partido estaba “en ataque y no en defensa”. “No hemos empezado bien en ataque pero defendíamos bien y la gente estaba muy metida. Con altibajos hemos mantenido un buen nivel toda a la primera mitad”, ha analizado.
Igualmente ha apuntado que en la segunda parte habían jugado mejor en ataque pero que ha sido cuando se han equivocado pensando que el partido estaba en ataque y no en defensa. “Hemos dejado entrar a jugadores en el partido, primero a Santi Yusta y luego a Mark Smith y nosotros hemos fallamos muchas acciones claves a nivel mental y nos hemos ido derrumbando”, ha añadido en la rueda de prensa posterior al encuentro.
El preparador de Tàrrega ha explicado que en esos momentos habían fallado triples, mates o tiros libres. “Un conjunto de cosas que nos han hecho perder nuestra identidad de juego. Esta Liga es muy exigente, muy difícil y cuesta ganar fuera de casa, y en casa también, y hay que tener una consistencia mental que hoy no hemos tenido”, ha resaltado.
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