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UNICAJA

Así se forjó la resurrección del Unicaja campeón

Los cajistas han pasado en un año de la amenaza del descenso a ganar la Copa. Diez fichajes y recuperar las raíces han devuelto la pasión por el equipo.

Celebración del Unicaja tras ganar la Copa del Rey 2023.
MARIANO POZO

Cuando Antonio Jesús López Nieto accedió a la presidencia se encontró un Unicaja Málaga sumergido en la mediocridad, sin éxitos deportivos y que no levantaba pasiones con entradas muy pobres en el Martín Carpena, que apenas superaban los 4.000 o 5.000 espectadores y que mayoritariamente irritaban al respetable. Hacía falta un cambio.

Nuestro objetivo es molestar a los grandes” declaró nada más desembarcar. Y con esa idea recuperó para la dirección deportiva a Juanma Rodríguez, partícipe en éxitos de temporadas anteriores y clave en la reconstrucción del Betis cuando peor estaba. Lo cierto es que la temporada 2021-22 no iba nada bien por lo que el 6 de febrero de 2022 el entrenador Fotis Katsikaris fue destituido. Por primera vez en 30 años planeaba la sombra del descenso. Se buscó un perfil que encajase con la filosofía que se pretendía implementar y el escogido fue Ibon Navarro.

Con el vitoriano en el banquillo, el equipo experimentó una mejoría que no le dio para meterse en el playoff por el título pero sí para no sufrir. Tras acabar aquella difícil temporada estaba más que claro que aquello no se podía repetir.

Recuperar las raíces

En los albores de la temporada 2022-23 el triunvirato López Nieto-Juanma-Ibon abordó la situación desde todos los puntos de vista. Hacían falta refuerzos, sí. Y muchos. Pero lo primero era recuperar a la afición, al Unicaja de siempre. El plan era claro: hacía falta volver a las raíces.

El primer ladrillo se colocó con el diseño de una camiseta que conmemorase los 30 años de la fusión entre el Caja de Ronda y el Mayoral Maristas, que dieron como resultado lo que hoy se conoce como Club Baloncesto Málaga o si lo prefieren el Unicaja, el histórico patrocinador que se identifica con un club como ningún otro sabe hacer. El diseño escogido fue verde, blanco y morado (el del Caja de Ronda) mientras que la segunda camiseta, blanca, rememora al Maristas.

Hecho esto y fomentando el recuerdo de aquellos heroicos inicios se pasó a la construcción de la plantilla. Había que ser muy rigurosos. No había que fichar por fichar. Se necesitaban buenos jugadores sí, pero mejores personas que conectasen con la grada y dieran emoción y equilibrio a los planes del entrenador. Nada menos que nueve refuerzos: la electricidad de Kendrick Perry, la genialidad de Tyson Huracán Carter, la flema de Osetkowski, la constancia de Kravish, el arte de Djedovic, la furia de Kalinoski, la inteligencia de Melvin Ejim, las tablas de Will Thomas y los rebotes de Augusto Lima, que, por desgracia, se lesionó de gravedad. Como reemplazo del brasileño llegó el elástico Yankuba Sima. El producto nacional ponía el sello integrador: la defensa de Alberto Díaz, el brío de Brizuela, la mamba vasca y los impulsos de Barreiro. Y en la recámara la perla del futuro, Mario Saint-Supery.

Entradas de lujo

Los resultados empezaron a llegar y el Martín Carpena recobró el brío de antaño con entradas superiores a los 8.000 espectadores, una de las mejores medias de asistencia de la ACB. El Unicaja ha vuelto a ser ese equipo al que iba a ver toda la familia en los tiempos de Ciudad Jardín y que impulsó la construcción del actual Palacio cuando aquel se quedó pequeño. Ciudad Jardín ha pasado a llamarse Alfonso Queipo de Llano en memoria de uno de los padres del baloncesto malagueño y semilla de este éxito obtenido contra todo pronóstico.

La Copa 2024, en Málaga

Tras unos años oscuros el Unicaja, como recalca López Nieto “molesta a los grandes”. Nadie, desde 1953, había conseguido eliminar del tirón a Real Madrid y Barcelona. O cargarse en la final a una bestia negra como el Lenovo Tenerife de los ex (Jaime, Salim, Abromaitis y Shermedini). También era impensable un desplazamiento de aficionados tan masivo a una Copa del Rey. Cerca de 800 con aviones y trenes completos desde Málaga a Barcelona. Precisamente, la capital de la Costa del Sol será la sede de la edición de 2024 del torneo del KO donde los verdimorados defenderán su presea.