Balkan, Gottingen y Oporto, rivales del Bilbao Basket en el Top-16
En caso de pasar se cruzaría con los del grupo de Jonava, Bahçesehir, Sporting y Legia. Victoria sin despeinarse ante el Caledonia Gladiators: 6-0 en la primera fase.
El Bilbao Basket ya conoce su travesía por el Top-16, la segunda fase de la FIBA Europe Cup. El Balkan Botevgrad búlgaro (líder del Grupo A) era el primer rival conocido hace una semana y posteriormente se incorporó al grupo el Gottingen alemán (primero del Grupo I). El último es el Oporto (segundo Grupo A). Estos dos últimos son nombres conocidos, pues los ‘hombres de negro’ se iban a enfrentar a ambos en pretemporada. No pudieron hacerlo ante los germanos por problemas con el vuelo de estos hacia el torneo de Oporto. Los dos primeros de estos dieciseisavos siguen adelante, con la vuelta en casa del líder de cada bloque. Abre fuego la visita del cuadro alemán a Miribilla el 6 de diciembre, seguirán tres viajes: a Oporto el 13 diciembre, a Botevgrad el 10 de enero y a Alemania el 24; para cerrar en casa ante el cuadro luso el 31 del primer mes del año y ante el conjunto polaco el 7 de febrero. En caso de pasar, se cruzarían en cuartos a ida y vuelta con el grupo que conforman el Jonava lituano, Bahçesehir turco, Sporting luso y Legia polaco. un tránsito más que asequible. a partir de ahora todo, incluida la final, es a ida y vuelta.
Para llegar a este punto había que pasar un último trámite. El partido ante el Caledonia Gladiators era lo de menos, pero resultaba interesante recuperar la senda de la victoria tras la amargura de Badalona y la canasta inverosímil de Feliz. Cerrar la primera fase con un pleno (6-0) en el Grupo B siempre es gustoso. El equipo escocés fue una ruina absoluta en la primera vuelta, con un -48 a la espalda que resultó la mayor paliza en la historia del Bilbao Basket en su transitar por mil torneos, y en la vuelta, en un pabellón que parecía un cine porque estaba medio en tinieblas, ofreció algo más de resistencia, pero en cuanto el rival ACB pegó un pequeño tirón, cayó como la nieve en invierno. Apoyado en Tsalmporis, hizo un 0-10 para caminar tranquilo con 6-16.
Smith tuvo todo el apoyo de Ponsarnau en otra tarde con impotencia. En su primera rotación, el técnico le cogió de forma paternal. No anotó el escolta norteamericano hasta que pasaron 28 minutos , pero casualmente hizo 7 puntos seguidos que desarmaron a los ‘gladiadores’, una plantilla de nombre feroz pero corderitos dormitando a la hora de la verdad. Rompió la sequía Adam con dos tiros libres, luego metió un triplazo marca de la casa con el defensor encima y en un suspiro encadenó un tiro de dos. Y hasta aquí el debate. Su entrenador le puso la mano en el hombro y volvió a darle una charla de ánimo. Necesita ese afecto.
El trámite fue tan fácil como se esperaba, y eso que los Gladiators se jugaban el pase a la siguiente fase, en competencia con el Anwil. Si caían y ganaba el vigente campeón al endeble Sibiu, como ocurrió finalmente, estaban fuera, así que se tenían que dejar la vida, pero por mucho que le pongan ganas, que tampoco es que pareciera que echaban la sangre sobre el parqué, no les da para tutear a un Bilbao Basket a un tercio de gas: ni a medio motor estaba. Reyes y Andersson se quedaron en casa y Ponsarnau acabó con los chavales Barandalla, al que se le notan muchos progresos en el tiro sobre todo a pies quietos, y Asier Fernández, de estreno con el primer equipo, algo más de dos minutitos. Un chico delgado que actuó de cuatro y el primer balón que tocó, a pase de Killeya-Jones en la zona, lo anotó en gancho con la izquierda. El techo estuvo en +24 (54-78).
Al Caledonia la tarde le dejó fuera del Top-16, le quitaron el dulce el Bilbao Basket y el Anwil, en el caso de este por ser segundo, pero no le sirvió para nada, pues avanzaban los seis mejores subcampeones de los diez grupos y el vigente rey del torneo no estaba en esa tesitura. El choque adquirió tintes cómicos en alguna fase, como un intento de pasar la pelota de un ‘gladiator’ hacia un compañero que estaba atándose la zapatilla o una chica cenando en la mesa de anotadores junto a la pantalla de ‘instant replay’. El preparador local, el barbudo Murray, intentó cambiar el ritmo intercalando defensas zonales. Tras el intermedio las distancias se mantuvieron (35-44) hasta que entró en combustión el anotador local Whelan, quien con 8 puntos lideró un 2-10 que acercó a los de azul a 4 (42-46). Misión cumplida. Rabaseda pudo ser guardado para no exprimir mucho al veterano alero. Y Hlinason recuperó sensaciones. En los escoceses, el checo Palyza, un viejo conocido como rival en otros equipos y competiciones, era el único con licencia para tirar y con las ideas medianamente claras. Tras un primer cuarto horripilante con mucha falta de acierto en el tiro, los vizcaínos fueron llevando una ventaja corta que mantenía la esperanza de los locales. En el arranque del último ya dieron con la tecla, aprovechando el cansancio escocés. El Bilbao Basket es notario de todos los torneos que se juegan en el Viejo Continente y el abismo que separa a la Euroliga de esta FIBA Europe Cup que es de un nivel penoso al menos en las primeras fases.
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