Un Barça aún en rodaje se lleva la Lliga Catalana
Derrotaron al Baxi Manresa por la mínima tras una mala primera mitad. El sábado se miden al Real Madrid en Supercopa
El Barça se llevó la Lliga Catalana derrotando al Baxi Manresa en una final apretada (81-79) pero sobre todo se llevó dos partidos más de rodaje. Un rodaje más que necesario para un equipo aún poco conjuntado, capaz de ponerse serio y sobrepasar a su rival, pero también con unas carencias más que evidentes. La aportación de los internacionales está lejos de lo esperado (especialmente Willy) y los desajustes defensivos son serios. Nada que el tiempo no pueda corregir, pero es que no tienen mucho: el sábado juegan la semifinal de la Supercopa contra el Real Madrid.
Lo primero noticiable fue que el Barça cambió respecto al partido de semifinales contra Girona. No corrió tanto, no intentó aumentar las posesiones y jugó más estático. Una reacción lógica ante Manresa, probablemente el equipo que más y mejor corre de la ACB. Lo demostró durante varias fases del partido, sobre todo aprovechando las rotaciones del Barça: Mientras en cancha estuvieron aquellos que ya estaban en el club la temporada pasada el partido estuvo igualado. Cuando rotaron les superó Manresa.
Con Paulí sumando muchos minutos de base (no está todavía Jokubaitis) al Barça le faltó fluidez en estático y contundencia en defensa. Willy se comió las dos primeras en la pintura, mucho más dócil que Vesely. En un partido competido el primer nombre propio, para bien, fue el de Brancou Badio. El jugador del Manresa fue decisivo y no se amedrentó ni siquiera ante Nnaji. Paró Grimau el partido para cortar el ritmo, pero ni así paró el festival de Manresa antes del descanso, con cuatro triples de Taylor. Un par de buenas acciones entre Satoransy y Vesely, sin embargo, ajustaron el marcador.
Los problemas del Barça, evidentes, son achacables al momento de la temporada. Pérdidas absurdas, falta de compenetración y un exceso de faltas en ataque que evidentemente les penalizaron. Falta también un punto de físico, especialmente para aquellos que han competido este verano. La diferencia entre Vesely y Willy, independientemente de su calidad, es una evidencia. No tanto con Brizuela, el más suelto (y el mejor) de los nuevos. La excelente defensa de los de Pedro Martínez, además, acrecentó las dudas del Barça (34-47).
Afinó la puntería el Barça y mejoró en defensa, requisitos indispensables para remontar, y hasta empezaron a entrar los triples. Al igual que en semifinales, los azulgranas fueron superiores en el tercer cuarto. La diferencia, sobre todo, estuvo en la actitud. Ahora sí llegaron a tapar los tiros, protestaron a los árbitros y cargaron el rebote. Otra película. El parcial del tercer cuarto fue de 32-11. Los azulgranas metieron dos puntos menos que en los dos primeros cuartos. Ahora sí se vio al Barça que sus aficionados esperan.
Ya por delante en el marcador y con un Manresa muy tocado, los de Roger Grimau controlaron bien el tempo del partido. La precipitación y poco acierto del Manresa ayudó pero el Barça trabajó para no perder la ventaja atesorada. Y tuvo que emplearse a fondo porque Badio, el mejor del Manresa de largo, nunca renunció a pelear el encuentro. Entre él y Taylor pusieron a su equipo en disposición de ganar el partido. 78-77 al empezar el último minuto. Pero la conexión entre Laprovittola y Vesley (y una buena defensa) cerraron el choque.