“Teníamos ganas de ver a Ricky sonreír”
El base Ricky Rubio (34 años y 1,89 m) redebuta en la Liga Endesa este domingo en Granada con el Joventut. Su último partido oficial con la Penya fue en 2009.


Granada se convertirá este domingo en el epicentro del baloncesto español. A las 12:00 horas, la ciudad nazarí tendrá el honor de ver la vuelta a la acción de Ricky Rubio. El base de El Masnou (34 años y 1,89 m) regresa a la Liga Endesa 490 días después de disputar su último partido con el Barça en las semifinales del playoff contra el Madrid.
A diferencia de aquel 2 de junio de 2024, Rubio lucirá la camiseta del Joventut, la de su Penya, la del club que le dio la alternativa cuando apenas rozaba los 15 años con Aíto García Reneses en el banquillo. Hace 16 años que no saltaba oficialmente a una pista de la Liga Endesa como verdinegro. “Es un símbolo del baloncesto español. Tenerle en la ACB es muy bueno. También para el Joventut. Poder jugar contra él será una experiencia muy bonita”, asegura Santi Yusta.
El alero del Casademont Zaragoza analizó el regreso de Ricky durante el acto de presentación de la temporada 2025-26 de la Liga Endesa. También Dani Pérez. El base del Baxi Manresa conoce bien al ex NBA ya que ambos compartieron vestuario en categorías inferiores de la Selección: “Veo su vuelta como un fan más. Estoy encantado. Es una leyenda del baloncesto español. Que vuelva a jugar, que vuelva a disfrutar del baloncesto es una gran noticia para la Liga, para su club y para todos”.
El Mago de El Masnou retorna a las canchas tras batallar con su cabeza. Con esa depresión que le colocó ante un precipicio (“no quiero seguir, ya no con el baloncesto, con la vida”, confesó que pensó en Lo de Évole). Una lucha con su mente que le hizo abandonar de manera abrupta, de la noche a la mañana, la concentración de la Selección previa al Mundial 2023.
“Es una alegría decir que está de nuevo en una cancha porque quiere decir que cada vez está más recuperado. Sabemos que no son fáciles los procesos de depresión y es un éxito que vuelva a estar con nosotros y que lo podamos disfrutar”, comenta Oriol Paulí. El alero del Hiopos Lleida, que compartió con él vestuario durante su segunda etapa en el Barça, sabe de lo que es capaz Ricky: “Tiene tanto talento, tanta magia…”.
También Francis Alonso, del Río Breogán, sabe cómo se las gasta el internacional español: “Todos sabemos la magia que tiene. Es una alegría para los aficionados que podrán ver a un jugador con ese talento y con ese don que tiene en la pista. Estoy contento por los espectadores, pero ya por los clubes y contrarios… No van a estar tan contentos. Será una oportunidad muy chula y bonita para poder competir contra él”.
Willy Hernangómez no coincidió con Ricky en el Barça, pero sí en la Selección. Juntos se colgaron el oro en el Mundial 2019 en China y dos bronces, el europeo de 2017 y el de Río 2016. Pero más allá de luchar, codo a codo, dentro de una cancha de baloncesto, a ambos les une una gran amistad.
“A nivel personal, como su amigo cercano, verle tan feliz, contento de jugar de nuevo al baloncesto, de volver a estar en un club como la Penya me hace muy feliz. A la gente que nos gusta el basket y que somos fans de Ricky, verle con una pelota de baloncesto, hacer su magia y sonreír es algo que teníamos muchas ganas de volver a ver. Le deseo lo mejor este año… salvo cuando juegue contra nosotros”, dijo con una sonrisa el pívot azulgrana. Ricky está de vuelta y el baloncesto está feliz.
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