Shermadini no caduca nunca

Resultaría muy sorprendente que Shermadini no acabe como MVP de esta jornada. Con 43 créditos logrados ante el Bilbao, el georgiano, que está en un momento soberbio, se va directo a la galaxia de este fin de semana. Una pareja para la gloria eterna. El veterano pívot en lo suyo, lo de machacar cerca del aro, de hecho, se quedó a dos mates del récord de la ACB que ostenta Winslow con 9, y Marcelinho, míster asistencia, a lo que le toca, repartió diez balones de canasta. Así se llenó de moral la mochila el cuadro insular de cara al desenlace de su eliminatoria europea en cuatro días ante el Tofas Bursa. “El miércoles, más”, lazaba Vidorreta en su retirada a vestuarios con el clásico gesto de las manos dando carrete.

No era un Canarias pendiente de esa cita, estaba muy centrado en la ACB. Quinta victoria seguida, la décima en once compromisos. Se postula como cabeza de serie en el playoff. Un bloque serio apoyado en su gigante, al que no pudieron ni molestar Hlinason ni Killeya-Jones. Tras un primer tiempo en el que volaron, mandaron e impusieron respeto, una puesta en escena horrorosa tras el descanso de los bilbaínos, admitiendo un 20-3 con pérdidas casi pecaminosas, sentenció el choque. Pero es que los ‘hombres de negro’ pudieron reaccionar y ponerse con 77-74 tras un gran triple de Reyes a 8:38 para acabar. Pero desató la furia aurinegra, volvió Shermadini y se acabó el debate. Estaba tan motivado que robó dos balones altos y acabó él mismo los contraataques corriendo como un base. Vidorreta es un técnico muy amigo de controlar el ritmo de juego, de mascar los ataques y reducir las posesiones. Pues esta vez se fue a 101 puntos, con solo cuatro pérdidas. Alargó la rotación y no le dio apuro de ir a un tanteo alto. Huertas repartió juego como de costumbre y no extravió ni un esférico. Los visitantes echaron de menos a un Kullamae apagado, tal vez con secuelas de su proceso febril.

El final del choque ya ilustra lo que ocurrió en los 40 minutos: un triple de Vicedo para la máxima diferencia para los insulares, +17, y un tapón en la vuelta a campo propio. El Tenerife llegaba con poco descanso tras jugar en Turquía y mostró su personalidad. La idea de los bilbaínos era correr, meter mucha electricidad, para castigar las piernas de los hombres de Vidorreta, pero tiene una rotación gigantesca. El Bilbao Basket trató de cerrar a Shermadini con ayudas, pero eso provocó la liberación de los exteriores para tirar. Rabaseda arrancó con mucho tino, metiendo triples y un dos más uno con una bandeja muy bien extendida por línea de fondo. Killeya-Jones tenía la consigna de abrirse para sacar a los cincos locales del entorno del aro y acertó con un tres de tres desde la línea de 6,75.

Renfroe tenía problemas para organizar los ataques ante el metrónomo Huertas. Todo saltó por los aires tras el descanso, con un 11-0 y 20-3. Ponsarnau cambió a todo el quinteto, algo muy inusual. Veía muy cerca el final de la racha de cuatro triunfos seguidos. El Tenerife elevó muchísimo el listón físico, metiendo muchas manos y tenía la astucia de usar las faltas cuando veía algún desajuste. Su defensa fue perfecta en los dos cuartos finales. y eso que Doornekamp se resintió de los problemas en el tobillo izquierdo tras un triple muy escorado. El arbitraje tenía un tufillo muy casero. Cuando el choque se igualó, salió Shermadini para devolver las aguas al cauce aurinegro. Salin renació, emergió en el momento preciso para reivindicarse y empezó un duelo con Reyes que acabó con Shermadini y sus mates de nuevo en escena. Demasiado castigo para un buen Surne. Pero es que este pívot no tiene fecha de caducidad.

Vidorreta: “La mejor segunda parte de la temporada”

Vidorreta se mostró contento por el triunfo en un partido “muy complicado frente a un rival que venía en muy buena racha”, resaltando que firmaron “probablemente”, la mejor segunda parte de la temporada en casa. “Sabíamos que iba a ser un encuentro muy complicado ante un Bilbao que llegaba de acumular cuatro triunfos de mérito ante rivales como el Joventut, Baskonia y Gran Canaria. Además, llegaban muy frescos y con mayor ritmo, mientras que nosotros estábamos con un solo entreno tras el encuentro europeo”, señaló el técnico canarista. Con esa panorámica, Vidorreta subrayó su intención de “alargar la rotación general pero no fuimos eficaces en la defensa de su primera oleada ni a la hora de contrarrestar su uno contra uno. Ellos, además, estuvieron muy acertados en la línea de tres, con un pívot como Killeya-Jones que tuvo un gran protagonismo en esa faceta”.

A su juicio, “el partido necesitaba de nuestra parte un incremento del ritmo defensivo, y lo hizo. El público se ha volcado desde que enganchamos el primer parcial de 7-0 y en un ambiente sensacional hemos aguantado un par de arreones del rival”. Incluso “cuando se ha puesto el Bilbao a 4 puntos”, el entrenador vasco resaltó que “hemos sabido mantener la cabeza fría, siendo capaces de surtir de balones a Gio (Shermadini), al mismo tiempo que conseguíamos anotar triples de Salin, Sastre y Vicedo. Hemos ganado con una relativa holgura en un partido complejo, recuperando las mejores sensaciones”, añadió.

“A nivel defensivo, en la segunda parte, el equipo ha estado ‘top’. Creo que ha sido la clave. Pero en ataque hemos mantenido un buen tono. Creo que el equipo ha firmado la mejor segunda parte de la temporada en ACB al menos en casa, permitiendo que hubiera una conexión especial con el público que nos viene muy bien para el siguiente compromiso en Europa”, manifestó. Por otro lado, Vidorreta se mostró poco optimista con la posibilidad de contar con el canadiense Doornekamp, que tras un triple en la segunda parte se resintió de sus problemas en el tobillo izquierdo: “Lleva arrastrando molestias desde hace semanas. Él me ha dicho que no pintaba nada bien. El jugador es el que mejor sabe medir las sensaciones, pero ya mañana informaremos con más detalle”, detalló.

En paralelo, el preparador vasco elogió el rendimiento del finlandés Sasu Salin, dando a entender que “es difícil manejar, como entrenador, este tipo de situaciones, a la hora de repartir minutos. El equipo no estaba cumpliendo con las expectativas al principio, cuando en la jornada 15 nos encontrábamos con un balance de 7-8. En mi opinión, el exceso de rotaciones lo que hace es mermar la confianza de los jugadores, y cuando mejoramos en la clasificación debíamos seguir manteniendo la confianza de aquellos que nos estaban dando esos resultados”, agregó.

No obstante, insistió en que Salin “ha trabajado muy bien. Hablé con él el viernes y le dije que era el momento de dar varios pasos adelante y que iba ser titular, jugando bastantes minutos. Hoy estaba convencido de que lo iba a hacer bien. Es una buena noticia de cara al miércoles, si además se confirman los peores augurios sobre la posible lesión de Doornekamp”. Con respecto a la situación clasificatoria, Vidorreta destacó que “llevamos 10 victorias de 12 encuentros en la segunda vuelta. Solo el Unicaja nos puede igualar esta jornada con semejante registro. Pero todos estamos sumando mucho, entre los 10 primeros. Ahora estamos con 19 victorias, algo que en otras circunstancias, sería garantizar el play-off, pero esta temporada nunca se sabe, así que vamos a seguir trabajando partido a partido y luego se verá como acabamos”, concluyó.

Ponsarnau: “No competimos desde la defensa”

Ponsarnau reconoció tras la derrota que su plantilla “no fue capaz de competir desde la defensa”, faceta en la que, en su opinión, no encontraron “la energía, la fuerza y la concentración, sobre todo en la segunda parte”. “En la primera parte hemos jugado muy bien, encontrando el acierto en ataque, aunque en defensa no dábamos con la fórmula para frenar el ‘pick and roll’ del rival. Creíamos que, con el ataque, podríamos seguir en el partido, confiando que ese esfuerzo y actividad podría contagiar a la defensa y mejorar en esa faceta, pero en la segunda parte estuvimos muy mal”, explicó.

“Fuimos a peor en el tercer cuarto, con una incomprensible falta de energía y concentración. Ellos han aprovechado para abrir hueco en el marcador. Hemos intentado después reaccionar con arreones, pero el hecho de no poder competir desde la defensa no nos ha permitido tener opciones de ir finalmente a por el partido”, recalcó. Para el preparador de Tàrrega, las estadísticas reflejaban ese contraste: “Ellos han hecho 21 canastas de dos y nosotros 20. Además, en triples ambos hemos convertido 12, y aún así hemos perdido el encuentro de 17. Evidentemente, nos han faltado otras cosas y debemos aprender de ello

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