¿Por qué Bruno Fernando no ha funcionado en el Real Madrid?
La salida del pívot angoleño cierra un matrimonio con el club blanco que apenas ha durado nueve meses y ninguna temporada completa.
El 24 de enero de 2025 el Real Madrid reforzaba su juego interior con la incorporación de Bruno Fernando, un jugador venido directamente desde la NBA. El angoleño, que vivió en Estados Unidos desde 2014, disputó cinco campañas en la mejor liga del mundo y cumplió su sueño: fue el primer jugador nacido en Angola en llegar a la NBA. Sin embargo, sus 4 puntos y 3 rebotes por partido, además de 4 traspasos en 5 años demostraron la inconsistencia de este jugador en la élite de las élites. Tras un paso por la NBA sin pena ni gloria, probó suerte en el Viejo Continente. Bruno Fernando llegaba desde Toronto, en la búsqueda de un sustituto de Poirier por parte del conjunto blanco. Así comenzó un matrimonio que apenas duraría 9 meses.
Pese a un inicio gris, se consolidó al final de la temporada como una buena segunda opción en la posición de pívot dentro de la rotación blanca. Sus 7 puntos y 5 rebotes de media no fueron para nada una mala carta de presentación. Su mejor partido fue precisamente el que le dio al Madrid el título de campeón de la Liga Endesa con 13 puntos y 21 de valoración ante el Valencia. Fue su mejor noche vestido de blanco. No era Poirier, no, pero la ausencia progresiva de Ibaka y las dificultades de Garuba abrieron la puerta a un Fernando que, en sus primeros cinco meses en España, no había dejado nada mal sabor de boca.
Oficial
Después de que el pasado domingo el Partizán de Belgrado hiciera oficial la incorporación de Bruno Fernando a sus filas, el Real Madrid confirma igualmente la operación. Los blancos han informado a través de su web de la salida del pívot angoleño, que no ha durado ni un año en la plantilla.
"El Real Madrid C.F. y Bruno Fernando han acordado dar por finalizada su etapa como jugador de nuestro club.
El Real Madrid quiere mostrarle su agradecimiento y cariño por su entrega y dedicación durante el periodo en el que ha defendido nuestra camiseta, con la que ha ganado una Liga.
Nuestro club le desea todo lo mejor a él y a su familia en esta nueva etapa de su vida"
Con la llegada de Scariolo, los fantasmas de las dudas defensivas de Fernando se fueron acrecentando, y la gran sombra de Poirier se fue ciñendo sobre el angoleño. La huella que ha dejado el francés en el Madrid ha sido muy grande, no sólo por sus mejores números, sino por su mayor impacto en el juego. Poirier y Tavares llegaron a ser una de las mejores parejas de interiores de Europa, y con Bruno Fernando ese título ha estado lejos de hacerse realidad. La presencia defensiva que requiere el Madrid en la posición de Tavares cuando este no está en pista es enorme, y Fernando no la ha podido cumplir con lo requerido. Eso, sumado a grandes dificultades para aportar también en el lado ofensivo, han creado un mejunje muy desafortunado para el pívot africano.
La etapa de consolidación se convirtió en una etapa de frustración, en la que el pívot no se encontraba dentro del sistema de Scariolo. Una frustración que ya venía de antes y que explotó en forma de un ataque de ansiedad en el playoff de la Liga Endesa, durante la serie ante Unicaja. Sin embargo, en esa ocasión pudo transformarla en una gran actuación en la final de la Liga Endesa. Con Scariolo, no. Ni con Garuba a un nivel inferior a lo que se esperaba de él ha podido despuntar. Tavares se ha quedado sólo, y cuando no está, el Madrid no es el mismo Madrid. Un jugador prácticamente insustituible que no puede ser reemplazado. Al menos, no por Bruno Fernando.
Caída de su relevancia
El punto de inflexión definitivo llegó ante el San Pablo Burgos. Con Tavares ausente por descanso, las lagunas del angoleño se hicieron más grandes y profundas. Tanto que durante la segunda parte tuvo que ver como Garuba y el joven Izan Almansa contaban con mucha más confianza por parte de su entrenador, y rindiendo a la altura de la ocasión (30 de valoración combinados). Los números no mienten. La bajada considerable de minutos de Fernando ha ido de la mano de una caída en picado en el rendimiento. 4 puntos y 3,7 rebotes de media no son ni mucho menos suficientes para ser el pívot suplente del Madrid. Y menos cuando el mayor de los problemas es defensivo.
La ausencia en la convocatoria ante el Maccabi le ha sentenciado. Ahora, el africano deberá buscar un hueco en el Partizán, y salir de un capítulo que, a diferencia del final de la temporada pasada, no ha debajo buen sabor de boca. Y deberá el Madrid buscarle un sustituto, lo cuál no será fácil. El mercado es escaso, y la necesidad máxima. Sólo queda esperar para ver quién puede ser el siguiente, y descubrir si toma el camino de Poirier, o el camino de Fernando.
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