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ACB | MURCIA 96 - BILBAO 76

Ponsarnau, tras los insultos en Murcia: “A quien quiere calumniar, no hay mejor antídoto que ignorar”

Los colegiados escucharon gritos homófobos en el Palacio y consultaron al técnico si activaban el protocolo previsto en estos casos.

Ponsarnau, tras los insultos en Murcia: “A quien quiere calumniar, no hay mejor antídoto que ignorar”
ACB PHOTO

En mala hora dijo Ponsarnau en la previa de la visita a Murcia aquello de “jugamos contra el equipo más duro de la ACB”. Conociendo la exquisita educación del técnico del Bilbao Basket se puede suponer que no lo hacía para calentar un Palacio que ya de por sí suele ser un volcán en la zona cercana al banquillo visitante, donde se ubica la peña más ruidosa, ‘Sufridores’. Tampoco sería muy inteligente por su parte hacerlo. Los integrantes de la expedición vizcaína confiesan haber sufrido tristes episodios y se corearon consignas de “somos duros”, estas perfectamente aceptables en tono irónico, y homófobas hacia el técnico y algún miembro de su grupo de trabajo.

Lo de equipo duro es una expresión “que se saca de contexto” según el preparador de Tàrrega. El propio Sito Alonso arenga en muchas ocasiones, y casi todos sus colegas, para “ser duros” y sacar los partidos adelante. Los colegiados se dirigen a Ponsarnau en ese choque del sábado por la noche para consultar si activaban el protocolo anti-insultos y se paraba el encuentro. Lo primero es pedir a través de megafonía que cesen los insultos y si estos continúan, se detiene el juego. No es algo que el trío arbitral deba consultar con nadie, pero bueno; si lo oyen, están obligados a actuar. “Se acercó el árbitro, pero pensé: con lo que aguantáis vosotros, ¿me voy a quejar de cosas que no escucho? Me tenía que preocupar en centrarme en el partido”, resuelve. No era fácil esquivar la catarata de insultos, “lo oía porque se preocupaban de que lo oyese, incluso gestualmente la parte de atrás de la grada se preocupaba, pero no les escuchaba porque tenía suficiente trabajo en la pista para estar centrado, trataba de poner todo por mi parte en el juego y no lo conseguí”.

La cosa es que cuando más se crispó el ambiente, el Bilbao Basket se desconectó. Killeya-Jones estaba más pendiente de lo que pasaba detrás del banquillo que en un saque de fondo. Ponsarnau trata de arrojar luz sobre esos momentos tan desagradables y aclara las declaraciones que parecen haber desencadenado el incendio: “Intenté ser responsable de mis valores. Cuando utilizo un adjetivo calificativo positivo, no peyorativo, es porque me preocupa, es una dificultad que tiene mi equipo, la de jugar contra rivales duros. Es un valor de ese equipo, positivo. Como consecuencia de ese valor, el Murcia es el equipo que hace más faltas de la Liga”.

El preparador del Bilbao Basket quiere pasar página y mirar al frente, aunque no se arrepiente de lo que dijo o hizo antes de salir al Palacio. “Cada uno es dueño de sus actos para representarse a sí mismo, pero también a lo que esta detrás y delante, y esta es la forma que creo mejor para representar lo que creo representar”. La situación creada no va a ser fácil de olvidar, pero no quiere añadir más leña al fuego: “Ante contextos inadecuados no utilizo calificativos porque se van a utilizar. No pueden afectar a nuestro nivel de trabajo. Intenté preparar al equipo y mi proceder fue ese. A quien quiere calumniar, no hay mejor antídoto que ignorar”.

El fisio del Bilbao Basket, Jon Novo, profundizó a través de las redes sociales lo sucedido. En un mensaje con tres puntos responde a un comentario que realizó Juan Pablo Mendoza, director creativo del club universitario. Novo explicó que el banquillo se dirigió a la grada “de manera poco profesional” cuando escucha “dos comentarios homófobos hacia un compañero mío. Si me hubiese molestado por cualquiera de los otros muchos comentarios que se hicieron, entendería los reproches, pero no fue el caso”, para después añadir que no pretendía “que me mande besos nadie, únicamente que se dedique el tiempo y el esfuerzo en animar al equipo local y jugar con el pique sano que existe en el baloncesto sin sobrepasar los límites que no tienen cabida en el deporte”. Posteriormente, Mendoza publicó que ya han actuado “a nivel interno” con lo ocurrido, pidiendo al fisio disculpas en nombre del club, y añadiendo también: “En mi familia queremos que el Palacio sea un ambiente familiar donde animemos sin exceder límites”.

Fuentes de la peña Sufridores han asegurado a medios murcianos que fue el miembro del cuerpo técnico del Bilbao Basket quien primero profirió insultos cuando hasta ese momento durante el partido solo habían lanzando un cántico: “Somos duros” en respuesta a las declaraciones de Ponsarnau. A raíz de eso, sostienen, se formó el tumulto y un aficionado, que ha sido identificado, insultó a los visitantes. Desde el club universitario se ha comenzado a gestar una campaña de buenos hábitos en el baloncesto, en la que se quiere implicar también a otros estamentos vinculados a este deporte, como la Federación Murciana.

Ponsarnau admitió que están preparando el choque europeo de mañana aún “dando vueltas” a la dura derrota del Palacio, “uno de los tres partidos de esta temporada” en los que admitió haberse sentido “impotentes”. “Es lógico que nos afecte, pero se tiene que aprovechar eso de forma positiva y encontrar estímulos para ser mejores el próximo partido. Se trata de que todas esas experiencias nos sirvan para ser mejores. Incluso los que no jugaron pueden aprender cosas”, dijo.

Lo importante ahora mismo es centrarse en el final de la segunda fase de la FIBA Europe Cup. Si el Oporto gana esta noche al Gottingen, el Bilbao Basket tendrá asegurada la primera plaza, así que se apropiaría de la ventaja de campo en el próximo cruce (la vuelta en casa). Pero el partido de mañana a las 19:00 horas ante el Balkan, la Cenicienta del grupo, es importante para pasar con un 5-1 que cuenta de cara a las eliminatorias de semifinales y final. Ponsarnau admitió que, con la clasificación para los cuartos de final asegurada, va a “gestionar” a su equipo en el partido de mañana pensando en la cita del domingo, también en Miribilla, frente al Valencia Basket. “Hay que gestionar sabiendo que esta semana hay un partido más importante”, admitió. El choque ante el conjunto taronja es el último antes del parón de la Liga Endesa. Admitió que en ese sentido va a “tomar algún riesgo por el bien del equipo” para intentar “crecer y ser competitivos” en los dos choques de esta semana.

“Hay que arriesgar y en estos partidos más que nunca tienes que tomar decisiones que sirvan no solo para éste. Yo siempre lo hago, pero mañana especialmente y asumo la responsabilidad por el bien del equipo”, recalcó el de Tárrega, quien considera que la clave frene al Balkan será tener “el control del ritmo” del juego. “Esta semana es importante además porque después hay parón y la idea es intentar llegar con las mejores sensaciones competitivas. Más que pensar en el partido pensamos en la semana y lo primero es encontrar mentalidad para el partido de mañana”, reflexionó.