Oscar da Silva, cerca de confirmar su regreso a Alemania
El jugador germano del Barcelona tiene una propuesta del Bayern de Múnich que dirige Pablo Laso. Ya había jugado en el Alba anteriormente.
El Barça ha comenzado a configurar su plantilla para la próxima temporada, como la mayoría de equipos, a pesar de no haber terminado la participación en una Liga Endesa en la que se está midiendo con Lenovo Tenerife en cuartos de final. El capítulo de llegadas, igual que el de unas salidas que empiezan a vislumbrarse.
Una de ellas es un viaje de vuelta a Alemania, aunque no con el mismo punto de destino. El germano Oscar da Silva (cuyo hermano Tristan también tiene unas semanas ajetreadas, espera ser escogido en el draft de la NBA) no entra en los planes del equipo de la Ciudad Condal y ha buscado un sitio en su país. Este portento físico de 2,06 metros que juega en la posición de alero ha recibido una proposición que está cerca de aceptar: la del Bayern de Laso. Como ha adelantado Robert Heusel (BIG), el deportista bávaro podría cambiar de aires a partir de verano.
El Barcelona firmó a este jugador por tres años hace dos, por lo que debería liberarle de un contrato que continuará en vigor. No ha logrado convencer del todo a los dos técnicos con los que ha trabajado, Jasikevicius y Grimau, y valora un futuro en la ciudad en la que se formó, Múnich. Tan esencial decisión está al caer.
Este graduado en Biología por la Universidad de Stanford llegó a la plantilla para hacer de contrapunto en la posición de ‘4′, aunque igualmente puede hacer de ‘3′, con Nikola Mirotic. Cuando el club culé prescindió del montenegrino, ahora en Milán, se le pidió un paso adelante. Pero entre Joel Parra, Jabari Parker, Oriol Paulí y un Kalinic que también ha deslizado su regreso a casa (Estrella Roja) ha seguido sin destacar. Con capacidad para defender y jugar al poste bajo en ataque, sí, pero arrastrando una inconsistencia en el tiro que le hace vulnerable; en la Euroliga el promedio en triples es 24%, donde se contabilizan 3,4 puntos y 2,7 rebotes en algo más de 14 minutos. Recientemente Grimau le ha probado de pívot para jugar con bajitos y destacaba de él que “nunca falla, siempre entrena bien” (al principio de la temporada, en una línea parecida, dijo que era “un chico excelente que trabaja casi las mismas horas que el portero del Palau”). El jugador declaró el mes pasado para los medios oficiales del club que se lo estaba pasando “muy bien” en Barcelona, que el pasado año “estando en casa, antes de volver, me sentí con muchas ganas de regresar”, se encuentra “muy bien en mi piso, mi casa, la ciudad” y destacaba su rol de glue-guy (en inglés, el pegamento) en el que estaba “evolucionando”, pero ha entrado en juego el equipo de la ciudad de la que él viene. Uno de los dos alemanes en la Euroliga -el otro, el Alba, es el paso anterior de Oscar al Barça- y que, sin haberse metido entre los diez mejores de la temporada, mantiene su apuesta por mejorar de la mano de Pablo Laso en su segundo año como entrenador.
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