Los fichajes del Barça: un debut de pesadilla para Willy

El Barça de Roger Grimau, la nueva era después de Nikola Mirotic y Sarunas Jasikevicius, ha tenido un debut agrio. El primer partido oficial ante el Real Madrid, un Clásico por todo lo alto para iniciar la temporada, se ha saldado con derrota azulgrana (80-90), motivada por el parcial conjunto del segundo y tercer periodo, un 34-45 que inclinó la balanza y permitió a los blancos manejar una renta cómoda en el último periodo. El liderato de Facundo Campazzo, el poder bajo los aros de Edy Tavares y el acierto de Dzanan Musa en la segunda parte (22 puntos) permitieron al equipo entrenado por Chus Mateo avanzar a su primera final de la temporada. Y luchar por su primer título del curso baloncestístico, que han conquistado en las últimas cinco temporadas de forma consecutiva, las cuatro últimas disputando el partido decisivo ante los azulgranas. Algo que este curso, claro, no se repetirá.

Los nuevos fichajes del Barça no carburaron. Ninguno brilló, estuvieron erráticos, tuvieron mala suerte o no funcionaron. Nicolás Laprovittola, con 27 puntos y 32 de valoración, fue el único que dio un soplo de aire fresco, pero entra en el grupo de los que ya estaban. Los nuevos, nada: Joel Parra se quedó en 3 puntos en 14 minutos para un -15 con él en pista; Darío Brizuela recibió un duro golpe por parte de Tavares y no volvió a entrar. Mientras que Jabari Parker todavía tiene que carburar: un buen triple, pero apenas 4 tantos y 6 de valoración, un bagaje demasiado pobre para alguien que viene de la NBA y que promete dar puntos y espectáculo en el Palau Blaugrana. Allí no sabemos que pasará, pero en el Palacio de los Deportes de Murcia no ha habido nada de eso.

Eso sí, el que peor parte se llevó fue Willy Hernangómez. El mayor de los hermanos, MVP del último Eurobasket con España, regresa a Europa tras su periplo en la NBA y con una última temporada prácticamente perdida en los Pelicans, donde no ha tenido protagonismo. Tampoco brilló en el Mundial, en el que España no se consiguió clasificar para los cuartos de final. Y parece que su mala racha, de momento, continúa. Ya se sabe que es un jugador diferencial en ataque, al que se le caen los puntos, que ayuda en el rebote ofensivo y es muy efectivo cerca del aro. Pero esta vez ni siquiera eso funcionó, a lo que se le añadieron sus consabidos problemas defensivos, algo que le ha impedido tener más tiempo de juego en la mejor Liga del mundo y en lo que ha sido intermitente de forma constante durante su carrera.

Completamente superado por Tavares, Willy se quedó en 2 puntos y no anotó ningún tiro de campo: 0 de 6 en total, fallando además ocasiones claras cerca del aro y bandejas fáciles, haciéndose pequeño ante el poderío de su rival caboverdiano. Apenas capturó 3 rebotes, algo que sabe a poco teniendo en cuenta su estatura (2,11 cm) y su facilidad para los mismos. Fue víctima del pick and roll blanco, monopolizado por Campazzo y el propio Tavares. No estuvo fino en el plano defensivo. Y acabó con un -3 de valoración y un -17 con él en pista... en algo menos de 16 minutos. Un debut de pesadilla para un pívot talentoso que a buen seguro mejorará a medida que vayan pasando los partidos. Pero también una demostración de que a este Barça, de momento, le falta algo de fritura para estar al nivel del Madrid. Y que, para llegar a dicho nivel, necesita desesperadamente la ayuda de un hombre: Willy Hernangómez.