Los datos de la vieja guardia: 75 títulos, 25 medallas...

El Real Madrid ha empezado bien la temporada. La victoria en la Supercopa, con victorias ante el Barça (80-90) y el Unicaja (81-88) permiten a los blancos sumar la décima Supercopa de su historia, el sexto consecutivo, cuatro de ellos disputando la final ante los azulgranas. Ha sido una demostración de que el equipo que dirige Chus Mateo sigue la línea de continuidad de la última década, primero con Pablo Laso y ahora con un nuevo mesías que en su primera temporada condujo al club a la conquista de una nueva Euroliga, la tercera de un proyecto que, si utilizáramos una terminología asociada a la NBA, sería una auténtica dinastía.

Y dentro de ella, destacan tres nombres sobre todos los demás. Por su perdurabilidad, calidad, insistencia en el talento, constancia en el esfuerzo. Tres hombres que han estado a las duras y a las maduras, en los momentos más feos y también, como común denominador, en los más grandes éxitos. Rudy Fernández, Sergio Llull y Sergio Rodríguez son infatigables, únicos, titánicos. Eternos: con un currículum inabarcable, juntos y por separado, siguen al pie del cañón, sumando grandes momentos como los grandes campeones que son. Sin poner fecha de caducidad a sus espectaculares carreras y manteniendo intacta la ambición, las ganas de ganar, de ampliar un currículum que sigue ampliando las páginas de una historia que es una fuente inagotable de trofeos y batallas emocionantes, preciosas.

Y eso que no siempre han coincidido juntos en el Real Madrid: Rudy, el más veterano (38 años) pasó por el Joventut, se fue a la NBA y estuvo en el lockout de 2011 con los blancos antes de vivir su último periplo estadounidense en los Nuggets y de poner posteriormente rumbo, y de manera definitiva, a la capital de España. Desde entonces ha vestido de forma ininterrumpida la camiseta blanca, con una gran relación con el club y siendo un referente absoluto. Sergio Rodríguez, de 37 años, vive su segunda etapa en la entidad: primero estuvo de 2010 a 2016, antes y después pasó por la NBA y otros equipos de Europa. Regresó el año pasado para cumplir el sueño de la Undécima igual que antes lo había hecho con la Novena. Y Sergio Llull, el más joven (35 años, cumplirá 36 en noviembre) pero igualmente veterano del trío, se formó en Manresa y saltó al Madrid en 2007. Desde entonces y a pesar de las llamadas constantes de la NBA, concretamente de los Rockets, nunca se ha ido. Y es el más joven de los tres, pero también el que más tiempo ha vestido la camiseta blanca, superando ya los 1.000 partidos y persiguiendo un récord que parecía imposible de batir, el de un Felipe Reyes que acumuló 1.046.

Unos datos para la historia

Pero eso no es lo más sorprendente. Tanto juntos como por separado, los tres jugadores suman currículums extraordinarios. Ya sea en clubes ajenos al Madrid o con la camiseta blanca, el trío ha tenido éxitos, que de forma combinada se traducen en 39 temporadas en el Real, 75 títulos (ya sea en el conjunto blanco o en otros) y 25 medallas con la Selección española. Unas estadísticas que son increíbles en su conjunto, pero que lo son también cuando las desglosamos de forma individual, concediendo a cada jugador sus propios méritos.

Tres jugadores generacionales en activo que han engordado su palmarés con otro título, la novena de las 10 Supercopas que ha ganado el Madrid en la historia (líder histórico). Tres jugadores que constituyen la vieja guardia del Real Madrid, esa a la que el equipo recurre en sus momentos más complicados, con la serie de cuartos ante el Partizán del curso pasado en el recuerdo y el tiro ganador de Llull ante el Olympiacos como otra escena icónica del baloncesto europeo. Son eternos y tienen nombre y apellidos: Rudy Fernández, Sergio Rodríguez y Sergio Llull. Leyendas.