La ‘refundación’ del Unicaja
El club busca recomponerse con siete fichajes, dos más todavía por cerrar y un presupuesto cercano a los 11 millones. Solo continúan Alberto Díaz, Brizuela y Barreiro.
Tras una temporada desastrosa, el Unicaja ha tocado a rebato y emprendido un proyecto para recuperar sus raíces en una campaña muy especial donde se cumplen 30 años de la fusión del Caja de Ronda con el Mayoral Maristas fundamental para entender el crecimiento del baloncesto malagueño. Un año especial tras la pasada mediocridad y con un presupuesto que andará por los once millones de euros. Más o menos en la línea de la pasada temporada.
El Unicaja, que ha jugado 26 años ininterrumpidos en competición europea, apenas bordeó el descenso. El reciente toque de atención recibido hizo reaccionar al club presidido por Antonio Jesús López Nieto, que ha decidido partir de cero bajo la batuta de Ibon Navarro, el entrenador que detuvo la caída a los infiernos tras el cese de Fotis Katsikaris.
La revolución está siendo radical. Una plantilla nueva donde solo quedan tres jugadores de la campaña anterior: Alberto Díaz, Barreiro y Brizuela. El resto han cambiado de aires. Para reforzar los ánimos, caras nuevas entre las que destacan el regreso, nueve años después, del canterano Augusto Lima, uno de los mejores reboteadores de la Liga Endesa. Kendrick Perry, Tyler Kalinoski y Nihad Djedovic han llegado para formar parte del perímetro cajista, mientras que Will Thomas (otro que regresa), Dylan Osetkowski y David Kravish serán tres de las piezas de una pintura completamente nueva. Todavía queda por fichar un base y un ala-pívot.
Las bajas son significativas. No veremos al prometedor Nzosa, que apunta al Betis de Luis Casimiro. Tampoco a Rubén Guerrero, Francis Alonso, Jaime Fernández, Carlos Suarez, Bouteille, Kravic, Matt Mooney, Cameron Oliver y Abromaitis. Cambio radical.
La Champions FIBA, como bálsamo.
La posibilidad de no jugar competición continental aterraba en el seno del equipo malagueño por razones económicas y de prestigio. El 23 de septiembre habrá enfrentamiento contra el ganador de la eliminatoria entre el Den Bosch (Holanda) y el Siauliai (Lituania). Dos equipos con cierto pedigrí europeo. De lo que haga en este tramo dependerá su camino por el Viejo Continente.
López Nieto, que ha trabajado a destajo para detener la caída del equipo, quiere devolver la ilusión a los aficionados y no descarta el viejo sueño de “molestar a los grandes”. Treinta años después de la primera piedra que engrandeció al baloncesto de Málaga, el Unicaja vuelve a ilusionar a una ciudad que jamás perdió su amor por el baloncesto. Por eso el club ha decidido volver a sus raíces con la camiseta de aquellos recordados tiempos. El querido verde y morado que jamás puede faltar en Málaga. Treinta años, historia y una esperada resurrección tras tiempos de tristeza y depresión. Vuelve el Unicaja.