La ACB es solo el principio

Cuando Marc Gasol aterrizó en el Bàsquet Girona, la intención del internacional español era “devolverle a la ciudad” todo lo que le había dado. Saldar una deuda que solo creía tener Marc con el equipo que le dio cobijo cuando salió, no demasiado bien, del Barça. Y ha tardado muy poco en pagarla. El Bàsquet Girona arrancó en 2104 como un club de base, para darles a los chicos de allí la opción de jugar al baloncesto. En 2017 nació el equipo sénior que, en 2022, ya está en ACB. Un éxito incomprensible sin la figura de Marc Gasol, tanto en los despachos como en la cancha.

El camino hasta llegar allí, aunque lo parezca, no ha sido sencillo. El Bàsquet Girona ha ascendido tres categorías en cinco temporadas, siendo la última (lógicamente) la más complicada. El equipo arrancó esta temporada con un 2-7 y la destitución del entrenador, Carles Marco, pero entonces llegó Marc a la pista. Su presencia ha sido determinante para cambiar la dinámica, entrar en el playoff y acabar eliminando a Lleida y Estudiantes para estar en la ACB. No en vano era un jugador que venía de la NBA.

El proyecto del Bàsquet Girona, sin embargo, va más allá del primer equipo. Ha incorporado equipos femeninos en la base con una unión con el Uni Girona, ha apostado decididamente por el 3x3 y ha incorporado también equipos de baloncesto en silla de ruedas. Ha pasado de tener 70 jugadores a más de 400 y no hace falta tampoco comentar el impacto que ha tenido Marc en la afición. Fontajau, con el de Sant Boi en la pista, ha rememorado sus mejores años. La asistencia de público se ha, prácticamente, triplicado desde su llegada.

¿Y ahora qué? La primera incógnita es saber si Marc seguirá jugando. No es una gran incógnita, porque pese a que no lo ha confirmado todo hace prever que sí estará en la ACB. La idea del club es mantener la columna vertebral del equipo y hacer tres o cuatro fichajes que le den un salto de calidad.