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Leyma Coruña

Heurtel y Thompkins: dos hombres y un destino

Ambos jugadores vuelven a coincidir en el ocaso de sus respectivas carreras deportivas y con su imagen pública deteriorada. La fiesta de Atenas cuando estaban en el Madrid vuelve a resonar de fondo.

Heurtel y Thompkins: dos hombres y un destino
JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

La noticia del fichaje de Thomas Heurtel por el Leyma Coruña ha sorprendido a propios y extraños. El base, camino a los 36 años, regresa a la ACB después de su sonado sainete con el Barcelona. El club azulgrana se iba a hacer con los servicios del jugador, pero la enorme oposición de la afición a su retorno (ya estuvo en el equipo de 2017 a 2021 y no salió precisamente bien) hizo que la entidad diera marcha atrás en una gestión de imagen pésima. La situación empeoró todavía más cuando David Carro, agente del jugador, dio una rueda de prensa junto al propio Heurtel para explicar su punto de vista y quejarse de lo ocurrido. Algo que dio mucho que hablar y que añadió todavía más peso a una situación deportiva cada vez más complicada, tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga.

Heurtel afronta el ocaso de su carrera deportiva en el destino más inesperado. Un equipo recién ascendido de la LEB Oro (renombrada este curso como Primera FEB) que ocupa la penúltima posición de la ACB (4-11 de balance) y tiene la permanencia como máximo objetivo. Más allá de eso, el destino final del base es muy distinto al de sus mejores días. Es más, haca poco más de una semana su agente aseguró que el objetivo era acabar en uno de los máximos pretendientes de la Euroliga. La realidad es que Heurtel es un jugador mayor, que lleva casi tres años en el Zenit de San Petersburgo a un nivel menor y que tampoco compite con la selección francesa desde su fichaje por los rusos, algo que su país prohibió explícitamente debido al conflicto bélico existente con Ucrania y que tuvo su inicio por aquel entonces.

El base salió mal del Barça, de la selección francesa (con la que ganó la plata en el Eurobasket poco antes de fichar por el Zenit) y del Real Madrid. También estuvo en el Baskonia y su último equipo fue el Shenzhen Aviators chino, con el que apenas ha disputado 10 partidos. Su carácter volátil y cuestionable siempre ha tenido muchas aristas y le ha provocado más de un encontronazo durante su carrera deportiva. Y ha sido algo inversamente proporcional a su demostrado talento en pista: un gran anotador, con una buena visión de juego, capacidad para el pase, poder resolutivo y facilidad para conseguir emerger bajo presión, en los finales apretados. Así era antes de perderse en San Petersburgo y luego en tierras asiáticas, donde se le ha perdido parcialmente la pista al tratarse de un jugador que no compite a nivel continental. El que fuera MVP de la Copa del Rey en 2018 y 2019 vuelve a la ACB para jugar en el Coruña. Vivir para ver.

La fiesta de Atenas, de fondo

Al giro dramático de los acontecimientos que ha tenido lugar hay que añadirle otra variable casuística, hasta cierto punto inhóspita. Y es que Heurtel se reencontrará en el Coruña con un viejo conocido: Trey Thompkins. Ambos coincidieron en el Real Madrid. Y ambos fueron los protagonistas de un episodio bochornoso que provocó un castigo ejemplar y dejó la reputación de ambos por los suelos. Los dos jugadores (acompañados de Guerschon Yabusele) salieron de fiesta en Atenas y regresaron por la mañana a la concentración del equipo, que se enfrentaría ese mismo día al Panathinaikos. Heurtel y Thompkins jugaron aquel día, pero Pablo Laso (entrenador por aquel entonces) les apartó del equipo posteriormente. Yabusele, por su parte, solo recibió una multa económica. Las diferencias con los otros dos jugadores venían de más lejos.

A pesar de que Laso anunció que la decisión de apartar a ambos del equipo era definitiva, los dos volvieron a estar disponibles más adelante, pero apenas unos minutos y sin incidencia. Y sin participar en la Final Four, que los blancos perdieron ante el Efes en la final. Ambos salieron (no podía ser de otra forma) al finalizar la temporada. Thompkins acababa contrato y no fue renovado, mientras que Heurtel tenía una opción de corte que el club ejerció sin titubeos. El base puso entonces rumbo a la plata del Eurobasket y luego, al Zenit, para ser también expulsado de Francia. Thompkins, por su parte, también fue a San Petersburgo y pasó por el Estrella Roja, además de estar mucho tiempo lesionado. Camino de los 35 años, firmó por el Leyma Coruña. Algo que ahora hace Heurtel. Dos hombres y un destino.

Tiempo después de aquello, Heurtel comentó lo ocurrido y entonó el mea culpa. “Salí por Atenas el día antes de un partido. El contexto era complicado, el equipo vivía una racha de derrotas. Destruí lo que estaba tratando de construir con un gran club como el Madrid. Si pudiera volver atrás, nunca cometería el mismo error. Tuvimos una discusión unos días después, le pedí perdón. Lo decidieron. He pagado, como un niño grande. No lo volveré a hacer”, dijo entonces. Su reputación de problemático nunca se solucionó y en las últimas fechas ha vuelto a ser uno de los grandes protagonistas, por mucho que la culpa en esta ocasión no haya sido suya. Ahora, Coruña será la nueva parada del francés; y también del norteamericano. Dos hombres con un talento enorme y una capacidad alborotadora muy grande como para ser ignorada. El próximo capítulo tendrá lugar en tierras gallegas. Veremos qué nos depara.

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