Oficial: el Real Madrid ficha a Xavier Rathan-Mayes
Base-escolta de 30 años y 1,93 metros, se ha destapado esta última temporada en el baloncesto ruso y ahora afronta el mayor reto de su carrera profesional.
Xavier Rathan-Mayes ya es oficialmente jugador del Real Madrid, semanas después de que se diera por hecho el acuerdo entre el club blanco y el base-escolta de 30 años y 1,93 que da así el salto al Viejo Continente, lugar al que regresa tras pasar por muchos y variados equipos en la última década, probando suerte en Estados Unidos, en Europa e incluso en Australia.
Rathan-Mayes, que firma por dos temporadas, se integra así en un renovado juego exterior que ha perdido a referentes de los últimos años como Sergio Rodríguez y Rudy Fernández; Y del que ha salido también otro base, Carlos Alocén.
Un desconocido hasta ahora para el gran público, el nuevo fichaje del Madrid acaba de firmar una extraordinaria temporada en la VTB, la Liga rusa, con el BC Enisey de Krasnoyarsk. Ha promediado 25,4 puntos (44% en tiros de campo, 35% en triples) con, además, 4,5 asistencias. Se trata de un combo guard, un base-escolta que anota, se crea sus tiros… pero también puede subir la bola y dirigir los ataques. En su descorche tardío, ha batido el récord de puntos en una temporada en Rusia. Lo tenía el inolvidable Keith Langford (851), al que superó con una actuación de 30 puntos frente al CSKA.
No es joven: tiene 30 años. Y desde luego tiene mundo. Después de no ser drafteado en 2017 y de foguearse en la Liga de Verano (Knicks, Lakers, Wizards) y la Liga de Desarrollo (Knicks, Clippers, Mavericks), no tuvo más acceso al sueño de la NBA que cinco partidos con Memphis Grizzlies, en 2018 (5,8 puntos y 3,6 asistencias de media). Su carrera le ha llevado por Grecia, Israel, Rumania, Canadá, Australia, Turquía... y finalmente Rusia, desde donde da ahora el salto al Real Madrid tras su mejor temporada, de largo, como jugador profesional. No tiene experiencia en Euroliga ni Eurocup, y en la Basketball Champions League promedió 8,5 puntos y 3,6 asistencias con el AEK de Atenas, en 2018.
Canadiense de nacimiento (solo ha sido internacional en categorías inferiores, por ahora), fue una notable promesa que se formó durante sus años de instituto en el reputado Huntington Prep de West Virginia, donde coincidió con Andrew Wiggins, la gran joya canadiense que apuntaba a jugador generacional y que fue número 1 del Draft de 2014. No llegó ni siquiera a gran estrella, aunque fue campeón con los Warriors en 2022, pero su fama por entonces era tal que Rathan-Mayes (su padrastro era el ex NBA Tharon Mayes) acabó convertido en el amigo de, el eterno acompañante. Tanto que cuando se comprometió con Florida State, el debate en el entorno de los Seminoles era si sería capaz de atraer a Wiggins a la universidad. Este último acabó en Kansas, donde pasó solo una temporada antes de ser 1 del draft. Rathan-Mayes sí pasó tres cursos en college, el mejor el primero, en el que lideró en anotación a su equipo (14,9 puntos por partido) con tres actuaciones de al menos 30 puntos.
Precisamente en ese primer año con los Seminoles llegó su momento más mediático, el que permitió que se hiciera un nombre más allá de la alargada sombra de Wiggins: en un partido contra los Hurricanes de Miami, su equipo perdió (81-77) pese a que estuvo a punto de remontar 18 puntos en la recta final. Gracias, sobre todo, a una explosión anotadora increíble de Rathan-Mayes, que apiló 30 puntos en menos de cinco minutos (exactamente, en 4:39). Participó con asistencias o anotación en los últimos 38 puntos de su equipo, enlazó 26 consecutivos y firmó en ese trance un 8/10 en tiros con un 6/8 en triples y añadió, además, ocho tiros libres anotados.
Sin embargo, no pudo hacerse hueco en la NBA. No fue drafteado, y tampoco encontró la puerta de la gran liga por las vías secundarias. Esto decían de él, antes del draft de 2017, los expertos estadounidenses: “es un buen generador de juego y sabe crearse sus puntos, tiene buen físico y puede hacer de base y de escolta. Tiene que mejorar el tiro exterior, evitar ser egoísta con la bola y coger más rebotes. No es un base puro y es pequeño para ser un escolta clásico. Puede ser seleccionado al final de la segunda ronda o no ser drafteado. Tiene capacidad para jugar en la NBA, pero le falta físico, sobre todo para defender, y su tiro exterior ha sido menos eficiente de lo que debería haber sido”. Años después, ha mejorado en casi todos los aspectos y ahora le llega la oportunidad de su vida, en el Real Madrid.
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