El Lenovo Tenerife gana una batalla épica en el derbi canario

El baloncesto de entreguerras también puede ser atractivo. Claro que sí. Es lo que se vio este mediodía sobre el parqué del pabellón Santiago Martín, lleno hasta la bandera, como no podía ser de otra forma, para el quinto derbi canario del curso: los dos de pretemporada, el de Copa y los dos, con este, de temporada regular. Casi siempre estuvo el Lenovo Tenerife por delante, mas el Gran Canaria, aprendida por fin la lección de no dejarse avasallar por su vecino, nunca le perdió la cara al partido. A punto estuvo de alzarse con la victoria, pues llegó a estar 73-76 tras unos minutos hercúleos de Balcerowsi.

Todo hacía pensar, tal y cómo empezó el partido, que el Lenovo Tenerife del siempre protestón Vidorreta, a quien tanto se le permite, le iba a dar un nuevo meneo al Granca. Espoleado por su fantástica afición y un ambiente de baloncesto fastuoso, el equipo chicharrero se puso rápidamente 7-0. Apenas había noticias del grupo hoy dirigido por Víctor García, una daga en el corazón de todos los equipos humildes la sanción a Lakovic, hasta que un triple de Albicy le dio aire cuando peor estaba: 13-7. Sin embargo, Marcelinho entró en escena, tan fiable siempre, para mantener a los suyos con una ventaja curiosa al final del primer acto: 19-11.

El partido, trabado, superó por completo a un trío arbitral sin criterio unificado aparente. La reducción de flujo ofensivo beneficiaba al Gran Canaria, que poco a poco fue comiéndole terreno a su rival. Así, tras sendos triples de Carrera y Bassas, se anotó un 0-8 a favor, empató a 19 y obligó a Vidorreta a pedir tiempo muerto. Dos equipos tan atractivos de ver por su vistosa propuesta ofensiva no tenían problemas en adaptarse a un duelo físico, donde cada canasta, duro el intercambio en ambos aros, se cobraba el doble de cara. Antes de acabar la primera mitad pudo el equipo amarillo ponerse por delante por primera vez tras un triple de Brussino, pero acto seguido fue contestado, desde idéntica distancia, por el inmortal Huertas: 33-31.

Empezó más espabilado el Lenovo Tenerife la segunda parte, aunque no mucho más. Por fin encontró, con algo de venia arbitral, a Shermadini en las mejores posiciones posibles, y el gigante georgiano entró en modo bola de demolición, imparable para cualquiera. A lomos del 19, el equipo aurinegro hizo la goma, 45-38, pero sendos triples de Slaugther y Albicy mantenían al Granca en vereda: 46-44. Abusaban del tiro exterior los jugadores visitantes, pero los decisivos sí parecían entrar.

Por más que lo intentaba el equipo grancanario no terminaba de llegar la remontada. Cierto es que el Lenovo se marchaba sonriente al final del tercer cuarto, 59-51, pero el tipo de partido que se estaba viendo tampoco es que invitara a tomarse ni un solo segundo de relajación.

Y de pronto, Balcerowski entró en acción si ya de por sí es grande, 216 centímetros. Hasta entonces, el polaco infinito había pasado desapercibido, apenas cuatro puntos y muchos problemas de faltas. Sin embargo, de pronto, entró en trance y el imparable era él. Primero le sacó un 2+1 a Shermadini y luego otro a Doornekamp, totalmente empequeñecidos en esos momentos, para poner al Granca 64-63. Su equipo había conseguido lo más difícil cuando Shurna le puso por delante, pero si el primer tiempo Huertas le contestó con un triple de Brussino, ahora fue Fitipaldo quien contestó, desde ahí, al ala-pívot estadounidense: 71-69.

Un mate del propio Balcerowski, absoluto dominador de los minutos decisivos, le daba la máxima ventaja a su equipo, 73-76 con 17 puntos suyos por aquel entonces solo en el último cuarto, mas poco después se equivocó sobremanera cuando le hizo una antideportiva a Marcelinho que tanto se pudo haber evitado. El base brasileño, qué bueno es, se cascó cuatro puntos seguidos, 22 ya, que, a falta de 53 segundos, le daban a los suyos una ventaja casi decisiva: 79-76. En la locura final, con tiros libres de por medio, Fitipaldo sentenció una batalla épica desde la línea de 4,60.