El Granca mantiene la esperanza copera
Los amarillos sufrieron de lo lindo para derrotar a uno de los colistas de la Liga. Isaiah Wong y Mike Tobey, los mejores.
El Dreamland Gran Canaria revivió este sábado ante un correoso Granada y mantiene aún las esperanzas de divisar el último tren de la Copa con un más que agónico triunfo (90-85) en su feudo, cimentado en los puntos de Isaiah Wong (17) y en la seguridad de Tobey en la zona -12 puntos, 13 rebotes y 24 de valoración-, desactivando así el ímpetu de Luka Bozic en las filas visitantes (13 puntos y 8 rebotes).
El conjunto nazarí aprovechó el errático inicio de los amarillos para tomar un arreón de 0-7 de partida, con un triple de Costa, una canasta a tablero de Olumuyiwa y otra de Bozic, mientras los claretianos acumulaban hasta cuatro minutos sin ver aro.
Con el paso de los minutos, el equipo nazarí siguió dominando, sobre todo en el juego interior, intentado el conjunto isleño acortar las distancias desde el juego de perímetro (11-13).
Un triple de Jassel Pérez y un mate tras contraataque de Brimah activaron las alarmas en la pizarra de Jaka Lakovic, solicitando el primer tiempo muerto con 11-18 en el electrónico.
De nada sirvió la pausa táctica para los isleños, ya que el Covirán siguió a lo suyo, rematando Thomas y Rousselle un primer cuarto muy de cara para los granadinos (13-26).
En el segundo cuarto siguió el choque en la misma inercia, con Thomas y Burjanadze haciendo de las suyas para hurgar aún más en la herida amarilla (17-32).
Un lanzamiento lejano de Wong, combinado con un mate de Brussino parecían sacar del coma al Dreamland (22-32), pero los andaluces mantenían el tipo con un dosis extra de músculo en la pintura.
El entrenador visitante, Ramón Díaz, solicitó el oportuno paréntesis técnico para cortar la racha y por momentos parecía haber funcionado, ya que el Granca mejoró pero siguió a remolque del Granada (27-34 a 4:00 para el descanso).
Un tiro desde el exterior de Munnings, aderezado con una penetración sin ángulo desde el flanco derecho, dio oxígeno al Covirán cuando más lo necesitaba, en un intercambio de canastas en el que parecía seguir recortando el equipo insular (32-39).
A continuación fue turno de Eric Vila que, desde el exterior, ajustó a dos la ventaja nazarí (37-39), lo que llevó a un nuevo tiempo muerto de Díaz a 1:32 para el descanso.
Samar igualó la contienda con una penetración en aro visitante e igualó la contienda (39-39) antes de que los dos equipo enfilaran el túnel de vestuarios.
En la reanudación, sería el Granca el que tomaría las riendas, merced a un triple de Albicy y una canasta de Tobey en la pintura, aunque Bozic y Costa remendaron el desaguisado de arranque en un par de minutos (44-46).
La situación siguió más que igualada en el ecuador del tercer cuarto (51-51), multiplicándose los errores en ambos lados de la cancha y con los porcentajes de tiro resintiéndose en los momentos claves.
Un gancho de Burjanadze con tiro libre extra por falta de Kuath le entregó de nuevo la batuta del encuentro a los andaluces, siendo el examarillo el principal verdugo sobre el parqué (54-57).
Salvó y Kuath trataron de reconducirlo, pero ahora el Covirán no soltaba la manija del choque, hasta que un reverso con penetración de Pelos devolvió la ventaja en el marcador a los amarillos que, con cuatro puntos extra de Samar, se plantaron en el último cuarto con un soplo de aire en el marcador (65-61).
Sin embargo, el Granada lanzó un último órdago nada más empezar el periodo final, con Howard y Olumuyiwa poniendo en vanguardia a los suyos (67-68) a 7;24 para el final.
A partir de ahí, se recrudeció el intercambio de canastas, en un improvisado correcalles en el que emergió la figura de Wong (73-70), forzando el tiempo muerto granadino.
Un triple de Bozic a menos de cinco minutos para el desenlace puso las espadas en todo lo alto (75-75). Pero el rebote ofensivo de los amarillos volvió a darles oxígeno entre fallo y fallo, emergiendo la figura de Brussino para sacarse de la manga una ventaja de seis puntos (81-75).
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Ante esa panorámica, el argentino sacó rédito de su picardía para llevar en volandas a su equipo y elevar la diferencia a nueve (86-77). De nada sirvió el empuje final de Thomas y Costa, que solo sirvió para maquillar la derrota andaluza en los últimos compases (90-85).
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