El Gran Canaria ridiculiza a un deprimente Fuenlabrada para acariciar la Copa
La tunda final, 110-65, refleja perfectamente el pobre nivel del equipo madrileño. Los locales abusan desde el triple: 16/31. El partido, sentenciado en el segundo cuarto.
Viendo el marcador, hasta increíble parece que el Fuenlabrada llegara a ir ganando 6-13. Lo que vino después fue un ciclón llamado Gran Canaria, que apabulló por todos los frentes al equipo de José Luis Pichel, que acabó haciendo uno de los mayores ridículos, si no el que más, que se le recuerda. A este paso desciendo en marzo. Mientras, la victoria insular sitúa al equipo de Jaka Lakovic con pie y medio en la Copa del Rey.
Ni que hubieran sido apenas fuegos de artificio, poco más que un suspiro, el gran comienzo del Carplus Fuenlabrada fue ciertamente engañoso. Como un cohete compareció la hueste de José Luis Pichel, que casi sin nadie darse cuenta ya estaba con un clarividente 6-13 a su favor. Supo reaccionar el Granca, con Inglis y Brussino comandando una reacción que permitió al equipo insular llegar con el partido igualado, 19-19, al final del primer acto.
Sea como fuere, aunque 10 minutos más tarde, los pupilos de Jaka Lakovic habían entrado definitivamente en el partido. Tanto fue así, que Benite quitó el precinto al equipo local nada más iniciarse el segundo cuarto, dándole por primera una ventaja en el marcador que no hizo sino aumentar. De salida, el Gran Canaria firmó, gracias a la pericia de Bassas y Salvó, un parcial de 8-2 que anunciaba tormenta en el banquillo visitante: 27-21. La pájara visitante era de órdago. Además, Brussino y Slaugther, al descanso 14 y 13 puntos, respectivamente, enchufaban desde el triple para darle lustre a un 18-3 de salida de este periodo, 37-22, que parecía reventar el partido.
Totalmente hundido, el 45-29, marcador al descanso certificado tras el cuarto triple, en cinco intentos, de Brussino, parecía hasta generoso con el Fuenlabrada, totalmente abatido sobre la cancha, acaso justificando sobradamente el por qué cierra actualmente la clasificación de la Liga Endesa.
Definitivamente, el Carplus Fuenlabrada se convirtió en una caricatura de equipo en la segunda parte, más que impropio su nivel para la mejor liga doméstica de Europa. Cinco puntos seguidos de Brussino dispararon la ventaja insular hasta el llamativo 59-31. Dos triples seguidos de Sergi García y una bandeja de Hannah, que pusieron el marcador en 64-41, no llegaron ni siquiera a la categoría de anécdota ante la que se le estaba viniendo encima a la formación madrileña, una tunda en toda regla.
El hoy visitante fue una auténtica piltrafa de equipo, sin nada bueno que ofrecer. En cierto modo, su deambular por el parquet daba hasta lástima. En el último periodo ni siquiera hizo el amago por detener la sangría para mayor vergüenza de toda la institución. Mientras, el Gran Canaria se gustaba cada vez más, con canastas de todos los colores. El 110-65 final confirmó el auténtico escarnio al que fue sometido el Fuenlabrada, colista entre colistas, ridículo equipo hoy en Gran Canaria.