El encaje interior del Real Madrid con Tavares y sin Poirier

Walter Tavares es uno de los dos pilares sobre los que se ha sustentado el periodo veraniego de rearme para el Real Madrid. Como ya se había llegado a un acuerdo multianual con Gaby Deck durante la pasada campaña, la prioridad en los despachos se centró en el pívot caboverdiano. También se consiguió, no sin sufrimiento y culebrón, la renovación de Mario Hezonja. En el caso de la de Tavares hablamos de una conversación que se hizo recurrente: no hay otro perfil similar en el baloncesto europeo, tan dominador, tan diferencial. Su continuidad, que también costó y obligó a largas negociaciones durante la temporada, era una prioridad absoluta.

El paso de Cabo Verde por la Copa del Mundo lastró físicamente a Tavares durante el pasado curso, que empezó renqueante y en el que le han ayudado los buenos relevos de Poirier y el resto de ajustes en pista que ha realizado Chus Mateo para cubrir sus espaldas. En Liga, 9′6 puntos, 7′3 rebotes, 1′6 tapones y 17′1 de valoración. En Euroliga, 9′4 puntos, 65 rebotes, 1′5 tapones y 14′9 de valoración. Un poco menos determinante que en temporadas anteriores. El club se ha quedado a una sola victoria de ganar los cuatro títulos que se pusieron en juego; lo hizo en Liga, Copa y Supercopa, falló en el torneo continental al verse superado en la final de Berlín por el Panathinaikos. Los griegos eran los que más amenazaban con llevarse a ‘Edy’, pero éste ha acordado otros cinco años (y ahora tiene 32) en la Casa Blanca. Ya lo decía él en AS: “Haré lo que sea necesario para continuar al máximo nivel porque no quiero estar en el Real Madrid solo de pasada, sino para dejar una huella”. Su presencia en las dos zonas, la propia y la ajena, es el inicio de todo para este Madrid, uno de los ejes que hace que el engranaje funcione.

Vincent Poirier es el que se ha llevado la parte negativa de este planteamiento. Él lo sabía: no habría dinero para todos y la apuesta por Tavares era fuerte. De la salida del francés, que jugará en el Efes gracias a un contrato en el que el salario era difícil de igualar, se benefició Hezonja para quedarse. Con la marcha del de Clamart, que quería seguir pero se encontró con una propuesta irrechazable desde Estambul, los blancos pierden a otro de los pivotes contundentes del continente, agresivo al levantar los pies del suelo, con buenas manos, y que bien se había aclimatado a esos esquemas.

Otro de Francia, pero éste permanece (contrato en vigor hasta 2025), es Guerschon Yabusele. Será el único galo cuando se confirme la partida de Fabien Causeur. El ‘Oso Bailarín’, como le apodaron en los Celtics, ha vuelto durante esta campaña al nivel que ofreció nada más llegar, hace tres, del ASVEL. Y es el motor de Mateo en el puesto de ‘4′, de ala-pívot, al que también se acercan Hezonja y Deck cuando el entrenador principal prefiere jugar con una alineación de menor altura. Volverá a acompañarles Eli Ndiaye, intermitente en minutaje -lo mismo no cuenta durante varios partidos que es titular en plena Final Four- e igualmente utilizable en las dos posiciones interiores gracias a que ha mejorado el tiro de media y larga distancia. Con el vuelo de Ismaila Diagne a la NCAA, donde espera gozar de tiempo en pista para progresar como jugador, éstos son los confirmados hasta el momento. Falta completar el rompecabezas.

Otras opciones para el Real Madrid

Los otros dos nombres con prioridad son Usman Garuba y Serge Ibaka. Con el de Azuqueca se han mantenido conversaciones a lo largo de la temporada, desde bien entrada hasta estas semanas, tratando de convencerle de que la mejor opción es un regreso a los orígenes, pero Usman quiere explorar de nuevo las posibilidades en la NBA. Hay trato en cuanto a condiciones si decidiera volver, algo que aún no está completamente claro. A partir del 30 de junio se abre el mercado de agentes libres en Estados Unidos y él lo es, ahí empezarán a despejarse incógnitas. Como él mismo recalca, tiene mucho que recorrer en el mundo del baloncesto y sólo tiene 22 años. Con mucha más experiencia cuenta el otro protagonista principal, Ibaka, que el curso pasado exploró de nuevo la vía europea con Pablo Laso en el Bayern de Múnich y ha visto realzada una carrera que parecía aproximarse a su final. Los dos casos no van de la mano, no son excluyentes, podrían llegar los dos. El hispanocongoleño tiene una propuesta del Madrid, otra de renovación y otro par de ofertas a las que debe dar respuesta próximamente, si bien la del Real es de las que más le convencen. ¿Y si no llega ninguno? El único nombre vinculado en prensa a los merengues es del de Tornike Shengelia, que podría no continuar en la Virtus de Bolonia y es un cupo valioso para la ACB.

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