El Bilbao Basket se lleva un triunfo ante el Zaragoza que vale oro
Killeya-Jones taponó el lanzamiento de Watt que podía haber dado paso a la prórroga entre dos equipos implicados en la pelea por la permanencia.
El Bilbao Basket va poniendo piedra a piedra en el edificio de la permanencia. Haciéndose fuerte en casa con tres triunfos consecutivos tras sembrar de dudas Mirbilla un tropiezo ante el Breogán el 9 de diciembre, en un choque que tenía perfectamente encarrilado. Ha incorporado a Hornsby y ahora se asegura más puntos, pero lo que le permite dar la puntilla son gestos atrás como el de Killeya-Jones taponando a Watt un triple que podía haber dado al Zaragoza la prórroga. El norteamericano con pasaporte británico puso la guinda a una actuación soberbia, en un partido duro, en el que los aragoneses llegaron a ver en peligro el average de +14, pero tiraron de orgullo y se apoyaron en los pequeños Bell-Haynes y McFadden para tener opciones al final. El primero, mal defendido, activó al segundo. Ambos equipos tienen el mismo saldo, 8 triunfos, aún con temblores por lo que viene por abajo. Fue una tarde muy balsámica en el recinto vizcaíno, con la plantilla dando la vuelta de honor por la grada al final saludando a la gente. Todos creen en que se va a lograr el objetivo. La afición rojilla y la Peña Hirukoa local se felicitaron por su trayectoria de estas dos décadas y se dio una escena de hermanamiento preciosa.
RESUMEN
83 - Casademont Zaragoza (19+13+25+26): Bell-Haynes (17), Yusta (11), Miguel González (5), Sulejmanovic (6) y Watt (13) -cinco inicial-; McFadden (14), Mencía (6), Kravic (8), Langarita (3) y Cuevas.
Parciales: 25-19, 45-32 (descanso); 61-57 y 86-83 (final).
Árbitros: Árbitros: Jordi Aliaga, Alberto Baena e Iyán González. Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la vigésima jornada de la Liga Endesa, disputado en un Bilbao Arena de Miribilla cerca del lleno con 8.864 espectadores. Dato oficial.
Los dos equipos llegaban con cierta fatiga por su travesía europea. Porfi Fisac abrió el choque ya con una defensa en zona y después fue alternando distintos marcajes para que el enemigo no cogiera vuelo. Ponsarnau tiró de muchas rotaciones para dejar a un quinteto fresco en los minutos decisivos. Dejó descansar a Renfroe en la FIBA Europe Cup y éste tenía muy buen tono físico. Los maños empezaron llevando la iniciativa, jugando para los grandes. Los hombres grandes del Bilbao Basket se cargaron de faltas y tuvo que dar un paso al frente Killeya-Jones. Hlinason y Sulejmanovic se enfrentaban a sus ex, pero apenas acapararon protagonismo. El islandés no podía con la versatilidad de Watt y hubo que optar por la movilidad del otro cinco. Se enrabietó un Surne enganchando un 15-0 entre el final del primer cuarto, al que se llegó 25-19, y el inicio del segundo para escaparse en el electrónico de la mano de Sacha y Hornsby (31-19). Este se presentó en casa y fue recibido por todo lo alto, entró en combustión, anotando con fluidez. Hasta Tsalmpouris pudo salir de su letargo con minutos (los descartes fueron de nuevo Rigo y Barandalla). Metió el griego un triple desde la esquina al final del primer tiempo y puso el 45-32. No lo celebró, al estilo Villalibre. De Ridder llevaba 15 de valoración, otra vez el titán belga al servicio del Surne.
La energía, velocidad y defensa ayudaron mucho a los locales hasta a creer en superar el average. Smith metió una bandeja para el 51-37 en el minuto dos de juego tras la reanudación. Pero empezaron a perder la claridad ofensiva y la fortaleza en el rebote. El partido parecía solventado por los bilbaínos, pero el rival se enganchaba al encuentro. Un triple de Sulejmanovic a vuelta de vestuarios avanzó la intención del Casademont de no dar el partido perdido y en cinco minutos y medio acortó su desventaja a seis puntos lanzado por tres tiros libres y un contraataque de Miguel González (53-47).
Renfroe, Smith, Andersson y aguantaron sobre el pista el asedio final del Zaragoza, aunque este equipo es especialista en complicarse la vida con su irregularidad. A 5 minutos para acabar, falló un aro pasado en un contraataque Rabaseda, que habría supuesto el +11. Con el capitán en pista, -17 para el equipo local, pero le rebosó de confianza el técnico. Y pese a los problemas en el rebote, no salió De Ridder en el último acto. Hacían falta puntos y dejó en el banquillo a Hornsby, aunque Smith metió la canasta que dejaba todo encarrilado. Hasta el entrenador debe aún ajustar el nuevo puzle que tiene. La estructura de tres pequeños hay que afinarla muy bien. En la acción posterior, Xavi cometió una falta antideportiva sobre Yusta, que aún apretó más el marcador. Los colegiados se tragaron una falta clarísima sobre Sacha tras un rebote ofensivo que podría haber evitado la agonía final. En el cara o cruz para rematar apareció Pantzar muy sereno en los tiros libres y el omnipresente Killeya-Jones a 2,5 segundos para concluir con el tapón que amarraba la victoria a Miribilla. Ganar a los rivales directos, como Girona y Zaragoza, supone un subidón anímico evidente. La agonía ya no le asusta.
Ponsarnau: “Tener ocho victorias a estas alturas es que vamos bien”
Ponsarnau valoró el triunfo porque considera que “tener ocho victorias a estas alturas” del campeonato, “con las sensaciones” que han tenido, significa que las cosas “van bien”. “Pero sabemos que las cosas pueden ir mal y tenemos que ir preparados. Es una liga un poco especial a estas alturas, con muchos equipos implicados en todo y sin diferencias sustanciales. Cualquier mala racha te castiga y por eso es importante estar sólidos y consistentes”, recalcó el técnico.
Acerca del encuentro, destacó que en la primera rotación encontraron “más energía, más velocidad, mejor defensa y más carrera” y eso les permitió irse al descanso “con buenas sensaciones” y “una buena renta” (45-32). “Tuvimos un inicio pastoso de la segunda parte, que me sorprendió, y entramos en dudas, pero al final jugamos sólidos. Miribilla, además, ha estado muy bien. Creo que (los aficionados) se lo han pasado bien y han sido un factor clave”, subrayó.
Fisac: “Me voy orgulloso de mis jugadores”
Porfi Fisac subrayó tras la derrota que se va de Miribilla “orgulloso” de sus jugadores porque “han creído en la victoria”. “No conseguimos esa victoria, pero la hemos trabajado. En la primera parte ellos han controlado más el ritmo del partido, pero en la segunda hemos entrado bien a pesar de una rotación tan corta. No me queda más que alabar a los chicos”, incidió el técnico del equipo aragonés. Por otro lado, restó trascendencia al hecho de haber conseguido mantener el average favorable con un rival directo como el Surne Bilbao porque tiene claro que hasta final de temporada “todos, vosotros y nosotros, vamos a sufrir”.
“La liga está muy atractiva aunque parece que se está partiendo. Espero que Palencia gane partidos para que se meta en la pelea y creo que vamos a sufrir todos los que estamos ahí abajo. Es momento de tener tranquilidad y saber por lo que tenemos que estar jugando. Queda mucho campeonato por delante”, concluyó.