El Legia, rival del Bilbao Basket en cuartos
Los ‘hombres de negro’ abrirán el cruce en Varsovia. Triunfo cómodo ante el Balkan en una tarde apropiada para hacer probaturas.
Es difícil imaginar un pabellón habitualmente rebosante como el de Miribilla con unas 2.500 almas presenciando un partido europeo. Pero es que se daban todos los condicionantes para desertar: un Bilbao Basket-Balkan Botevgrad con nada en juego, chispitas de agua de lluvia fuera en un día que empezó a estropearse a media tarde, una hora poco recomendable como las siete, obligada para dar margen al Atlético-Athletic de Copa... Pero ahí estaban unos cuantos fieles. Para levantar acta del 5-1 en el Top-16 de la FIBA Europe Cup. Y eso que lo más importante se jugaba a cientos de kilómetros, en el Sporting-Legia Varsovic, para dilucidar quién será el rival en el primer playoff. Los portugueses tenían que levantar 9 puntos y se les fue torciendo la tarde en el segundo tiempo. Al final ganaron los polacos (86-99), rivales del Surne con su segunda plaza. Un equipo que hizo sudar al Obradoiro en la previa de Champions, de la que fueron apeados para descolgarse al segundo torneo de la FIBA.
En semifinales se anuncia al ganador del Chemnitz-Zaragoza, los alemanes son una de las sensaciones este año. El Legia Varsovia (’legión’ en polaco) no va a ser un rival cómodo. Otra vez a Polonia, tras la visita al Wloclawek. Los ‘hombres de negro’ visitarán la capital polaca el de 6 marzo, con la vuelta el 3 en Miribilla. El conjunto de Varsovia no tuvo problemas para clasificarse tras la primera fase de la FEC en el grupo completado por el CSU Oradea rumano, el Patrioti Levice eslovaco y el Kataja Basket finlandés. Sólo cedió uno de los seis compromisos, el último, celebrado en la cancha del Oradea (93-74). Ya en la segunda fase de la FIBA Europe Cup, el conjunto polaco varsoviano, encuadrado en el grupo del Bahcesehir turco, el Sporting de Lisboa y el Jonava lituano, ha conseguido la segunda plaza y ha dejado sin billete para los cuartos al equipo portugués, mientras que la escuadra de Estambul se ha hecho con el trono sin conocer la derrota. Su hombre a vigilar es el base estadounidense Christian Vital, máximo anotador de la competición con un promedio de 23,5 puntos por partido. En el Legia hay internacionales con Polonia, como Michal Kolenda y el exescolta del Zaragoza Marcel Ponitka. Otros de los jugadores que deberá vigilar de cerca el Bilbao Basket es Josip Sobin, que militó en el Fuenlabrada y es hijo del histórico Goran Sobin, integrante de la legendaria Jugoplastika que ganó dos Copas Europa seguidas a finales de los 90 del siglo pasado, aunque era un pívot tosco sin la calidad de los Kukoc, Radja y Perasovic. Y atención al pívot estadounidense Aric Holman. Wojciech Kaminski, de 49 años, está al frente en el banquillo. Los ‘legionarios’ ya compitieron en la fase de grupos de la Champions League la pasada campaña con el Galatasaray, Hapoel Holon y Oostende, pero quedaron apeados a las primeras de cambio.
En un partido sin ninguna tensión ni interés competitivo, lo mejor es atender a cuestiones accesorias. Renfroe, que hay que cuidar entre algodones por tratarse de un veterano, volvió a descansar en el torneo europeo, y el otro descarte fue Andersson. Hubo estreno de speaker, al que vendría bien una cita con tan poco nervio para ir cogiendo tablas. Killeya-Jones ni salió, para que esté como nuevo el domingo ante el Valencia. El pobre Balkan, la Cenicienta del grupo que solo se presentó con diez hombres, aunque realmente el peso de las operaciones lo llevan siempre ocho, se hizo ilusiones durante 25 minutos, pero luego hincó la rodilla en una cita que se le hizo muy larga. Lo de siempre con estos equipos ajenos a la órbita ACB. Tienen jugadores muy flojos y un base que se hace llamar Supreme Hannah, al menos provoca afecto. No tienen malicia y se dejan hacer. Se salva de la quema Minchev y poco más.
Los bilbaínos pegaron dos buenos acelerones en el arranque de los períodos impares. Tras el salto inicial, un 7-0 y a pasar el rato con poca tensión. Ponsarnau hizo algunas probaturas, como poner a Rabaseda y Reyes juntos, el primero como cuatro. Hay tan poco físico en el cuadro búlgaro que se podía permitir lujos de ese tipo. Alex quiso dar un golpe en la mesa después de tres partidos en el ostracismo. Los visitantes se liaron a triples y como no eran tiros punteados, llegaron a ponerse por delante: 27-28. Los cincos del Surne abusaban bajo el aro ante un equipo sin un nivel defensivo aceptable.
Tras el 42-38 al descanso, el Bilbao Basket se puso las pilas con un 9-2. Aseguró el rebote, hizo un par de jugadas muy efectistas para venirse arriba y Pantzar disfrutó a campo abierto. Y la cosa se fue estirando en un suspiro. Con 72-47, a 12 minutos para acabar, Ponsarnau dio cuerda a Barandalla, que hizo 9 puntos, para formar con Kullamae de base, Rigo en el perímetro y Rabaseda y Tsalmpouris por dentro. Rara vez se volverá a juntar ese quinteto sobre una pista. Muy ilustrativo del paseo que se dio en 40 minutos el Bilbao Basket. El techo fue un +30. A partir de ahora, en Europa el camino se complica. El Bahçesehir presenta un 6-0 que impone ventaja de campo en todos los cruces. Sólo hay dos con 5-1, los bilbaínos y el Chemnitz y si se ven las caras en semifinales, los alemanes jugarían la vuelta en su casa por el +82, frente al +66 vasco. ¡Qué empiece el Top-8! El capitán Rigo se comprometió con la Grada de Animación que si ganaban iría hasta allí a aporrear el bombo y cantar, y cumplió su promesa. La viva imagen de la felicidad.