Colom saca a flote al Girona y hunde al Fuenlabrada

El Bàsquet Girona se adjudicó una relevante victoria en la lucha por la permanencia en la Liga Endesa de baloncesto al superar a domicilio al Carplus Fuenlabrada (75-83) guiado por Quino Colom, letal desde el perímetro e inspirado cuando le necesitaron los suyos.

La falta de acierto marcó la dinámica en el arranque, con sólo cuatro puntos entre ambos equipos en tres minutos y medio. La rompió Colom dando ya un aviso de lo que venía, con dos intentos transformados desde la lejanía que fueron minimizados por la buena mano de Hannah, autor de seis de los ocho puntos iniciales de su equipo.

Sin embargo un 0-6 sirvió para romper el choque por primera vez. Y si bien los locales consiguieron mantenerse por detrás a una distancia prudencial a partir de ese momento, acabaron recibiendo un pequeño revés anímico con otro triple de Colom antes del primer paso por banquillos que les dejó a nueve.

En esos márgenes se mantuvieron hasta que Hannah experimentó una nueva epifanía transformadora con un triple, un dos más uno y dos libres; seguido por otro acierto perimétrico de Novak. Sólo Miletic respondió en ese tramo con cinco puntos que paliaron el daño.

El cuadro fuenlabreño terminó por situarse a uno del rival, pero en el intercambio de fuego que se sucedió hasta el intermedio el balance tornó en positivo para los gerundenses, que se fueron a los vestuarios ganando por 35-40.

De vuelta al parqué, un triple del recién fichado y combativo Caroline y la buena puntería de Kromah encendieron a la grada. Y aunque Colom con tres tiros libres consecutivos consiguió mantener la ventaja, un 7-0 de parcial puso al anfitrión por delante.

Le duró poco la alegría al Carplus Fuenlabrada, ya que entre Vila y Taylor, junto a Colom con dos triples más para cinco convertidos en siete intentos a esas alturas, cosieron un reactivo 2-15 que resucitó al equipo de rojo cuando más lo necesitaba.

Ese mazazo fue demasiado para los de José Luis Pichel, erráticos cuando tocaba suturar la herida. Por ello pasaron de imponerse momentáneamente por tres a terminar perdiendo de doce a la conclusión del tercer cuarto.

De esta manera, los diez minutos decisivos los afrontó el Girona con una cómoda renta y ya alertado de lo que era capaz de hacer el contrario si le daban margen.

Pese a ello, no estuvo exento de un pequeño susto cuando los fuenlabreños se pusieron a seis en el tramo final. Ahí emergió por enésima vez Colom, poniendo las cosas en su sitio con cinco puntos que finiquitaron la tarea.