Baskonia: mucho trabajo por delante

El Baskonia ha mutado profundamente este pasado verano. Hubo cambios en todos los niveles. Alfredo Salazar ya no es la única referencia para fichar bajo la supervisión de Félix Fernández, el director deportivo de la entidad. Se incorporó a Xevi Pujol procedente del Manresa. En el banquillo, adiós a Pablo Laso y bienvenida a Paolo Galbiati, procedente del Trento. Y, finalmente, en la plantilla una revolución total. Se marchó gente como Jaramaz, Raieste, Baldwin, Rogkavopoulos, Moneke o Donta Hall y llegaron Villar, Nowell, Spagnolo, Frisch, Kurucs, Diallo o Diakite. El jugador más en forma está siendo Luwawu-Cabarrot y el de mayor impacto, Diallo. Sus mates y su energía contagian a cualquiera. Pero comete demasiadas faltas.

La pretemporada ha sido terrible, con multitud de lesiones y molestias de jugadores fundamentales. Solo una victoria en la Euskal Kopa ante el Surne Bilbao Basket y gracias. A partir de ahí, derrotas con el San Pablo en Burgos y ante el Valencia y Real Madrid en Pontevedra. En esos partidos, trascendió que Diakite había tenido que ser hospitalizado en un centro en Vigo por fiebres altas. No había diagnóstico claro pero lo que se hizo fue descartar posibilidades. Lo primero, la malaria. El jugador guineano había estado en Angola en el Afrobasket y era una posibilidad que luego se desechó. En realidad, también tuvieron problemas Howard, Luwawu-Cabarrot, Sedekerskis o Kurucs entre otros. Ante el Trieste también se perdió en Vitoria.

Una vez comenzada la temporada oficial, cuatro derrotas en otros tantos partidos. En Euroliga, con Olympiacos, Asvel y Panathinaikos y en Liga ACB ante el Casademont en Zaragoza. El equipo tiene problemas en defensa, concede demasiadas pérdidas, se ve superado en la faceta del rebote, su ritmo es demasiado lento para el estilo que propugna Galbiati y está muy fallón en los tiros de campo. El técnico italiano propone correr pero si no dominas el rebote, ese axioma pierde fuerza. Con Forrest a los mandos, tampoco se puede esperar que se juegue de forma frenética. Y en cuanto a los porcentajes, mejor olvidarlos. Para un equipo que tira más de tres que de dos, no puede aceptarse que, por ejemplo, el pasado domingo ante el Zaragoza, al final del tercer cuarto se llevara un paupérrimo 1/20 desde más allá de 6,75.

La paciencia no es una virtud que campee demasiado en Vitoria. Si no se tuvo piedad con Pablo Laso, lo mejor que puede hacer Galbiati es palparse la ropa. Bien es cierto que el calendario (salvo Asvel y Casademont) ha sido ante rivales de primer nivel. Y, en ese sentido, el Real Madrid es una fiera complicada de domar. Otro de los problemas que se le presenta ahora mismo a los vitorianos es la obligación de descartar en liga a un extracomunitario todos los fines de semana. El entrenador tiene que decidir entre Nowell, Forrest y Howard. Por ahora, el que no juega es el primero pero en Euroliga demuestra desparpajo y capacidad de conducir al equipo.

El más desafortunado es, sin duda, Markus Howard, fuera de forma y muy fallón. Hay partidos en donde ni siquiera lo intenta. Lo justo sería que fuera él que no disputara el choque ante el Madrid. Pero es el jugador franquicia, la Joya de la Corona, y habrá que ver si Paolo Galbiati se atreve a tomar esa decisión. En Europa, los descartados suelen ser Rafa Villar y el joven de 16 años Stefan Joksimovic.

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