Alocén: “Tenía miedo de que mi cuerpo dijera no”
Este niño prodigio del baloncesto español regresa hoy a Madrid. “Me hubiera gustado seguir mucho más tiempo”, desvela en AS.
En la galería de las leyendas del Gran Canaria Arena, en ese ancho y largo pasillo en el que comparecen a través de fotografías gigantes los jugadores más importantes de la historia del club (Morton, ‘Gregorio’ Stewart, Vandiver Burditt, Berdi Pérez, Berni Hernández, Juan Méndez, Joan Pera, Willy Jones...) se adivinan los gritos de Jaka Lakovic detrás las puertas que dan acceso a la cancha principal, justo al otro lado. Entrena el Dreamland con intensidad preparando el partido de este domingo en casa del Real Madrid.
El trabajo acaba y reina la calma en el coloso insular. Al final del pasillo, junto al túnel que da acceso a la cancha, comparece una sudorosa y fina figura que, ya con las cholas puestas, síntoma de que el intenso entrenamiento ya es historia, comparece dispuesta a echar un buen rato con AS. “Estoy muy cómodo en Gran Canaria y muy contento con la decisión tomada”, insiste Carlos Alocén (Zaragoza, 2000) desde la primera fila de la cancha, esa en la que, por desgracia, tantas veces se sentó durante el calvario al que le sometió su rodilla izquierda. “Cuando estás sentado aquí te pierdes muchas pequeñas cosas a las que das valor de verdad cuando estás fuera”, insiste varias veces durante su entrevista en AS.
Reconoce que le habría gustado estar “muchísimo más tiempo en el Real Madrid pero es parte del camino”. Entre la lesión y la salida de la entidad blanca tiene dolores que todavía perduran. “Son espinas que se te quedan clavadas de diferente forma”, asegura. No dudó de él, a veces sí de su cuerpo, y por eso hoy vuelve por donde solía.
Lleva ya un par de meses en Gran Canaria. ¿Qué tal estas primeras semanas a nivel personal y profesional?
Muy bien, contento. También estoy hecho a la Isla. En lo extradeportivo estoy muy bien, muy cómodo, muy feliz. Con el equipo también muy bien. Tengo a muchos compañeros nuevos y gente a la que he conocido en el club. Hay un ambiente muy bueno. Llevamos una dinámica muy buena en los partidos y meses que llevamos trabajando. Estoy con muchas ganas de ir dando pasos adelante y conseguir victorias.
Ahora visitan al Madrid. ¿Es más especial este partido o el que le toque jugar en Zaragoza?
(lo piensa unos segundos). Contra el Madrid es la primera vez que voy a jugar desde que salí de allí. Es muy especial, tengo muchas ganas de ver a gente de allí a la que le tengo mucho cariño. En Zaragoza sí que he jugado como rival. Siempre es también muy especial volver a casa. Es donde he nacido y me he criado, he estado muchísimos años. Es una sensación un poco diferente: una la he vivido y otra la viviré por primera vez.
Cuando se confirmó que no seguía en el Real Madrid le llegaron varias ofertas. ¿Qué le hizo decantarse por el Gran Canaria?
Muchas cosas: el interés que mostraron por mí, el proyecto que había, que creo que es muy ambicioso queriendo fichar a jugadores de nivel… Creo que cada año quieren seguir dando pasos adelante y seguir afianzándose en ACB y Eurocup, que ganaron hace dos años y creo que también es algo muy importante. Pregunté a gente del club que conocía, como Brussino.
Coincidieron en Zaragoza en la temporada 2019/2020.
Sí, ese año. Con Miqui Salvó también he estado y hablé con él. Todas las referencias que me dieron habían sido siempre muy buenas. Se juntaron muchas cosas por las que creo que era muy buena opción venir a Gran Canaria. Estoy muy contento con la decisión.
Dentro de poco más de un mes cumple apenas 24 años y lleva 7-8 a un nivel profesional viviendo tantas cosas: debut en ACB con el equipo de su tierra, fichar por el Real Madrid, selecciones inferiores y absoluta, una lesión gravísima… ¿Se considera ya un veterano?
Es verdad que he vivido muchas cosas, tanto las buenas como las malas, del baloncesto. Llevo varios años jugando a baloncesto a nivel profesional, esta es mi séptima temporada en ACB. No como un veterano pero sí que me voy viendo cada vez con un poco más de experiencia. Vas viendo cosas, jugado partidos, sumando experiencias, y todo eso suma al final en la mochila. Todavía me siento joven, me siento bien, pero sí que tengo cada vez más experiencias y conocimientos.
Con todo eso que ha vivido, ¿qué le diría el Carlos Alocén de ahora a aquella estrella emergente de nuestro baloncesto que con 16 años ya era profesional?
Que mantenga la ilusión del día a día, de entrenar, de disfrutar de los partidos. Que disfrute de los pequeños momentos, de los compañeros, de los viajes, de las comidas… Son todas esas cosas que cuando estás bien se dan por hechas pero cuando estás fuera de la pista y no lo puedes vivir por culpa de una lesión piensas más en ello y se hace más duro estar fuera del equipo. Te diría que no perdiera la ilusión de las pequeñas cosas, que no diera nada por hecho y que mantuviera esa sonrisa que al final creo que es lo importante. Somos unos privilegiados de tener el trabajo que tenemos.
Pasan casi 22 meses desde que se quebró la rodilla en Málaga el 13/2/2022 hasta que volvió a jugar el 26/11/2023. ¿Le da ahora más valor a esas pequeñas cosas que acaba de nombrar?
Sí, sin duda (rotundo). 100%, sí. Es verdad que antes, cuando te sientas bien y no tienes ningún problema ni te duele absolutamente nada… Te van pasando cosas pero no piensas tanto en las pequeñas, vives más el día a día pero no con tanto detalle. Cuando estás fuera un tiempo y lo ves todo desde aquí, donde estamos sentados ahora (primera fila del Gran Canaria Arena) y no poder estar en la pista ni estar en el día a día, te pierdes mucho. Ahora lo empiezas a valor bastante más. Es muy importante no perder esos detalles de saber dónde estás, de saber lo que quieres y poder intentar mantenerlo.
Una rotura del ligamento cruzado puede sanarse en 9-10 meses pero usted se fue al doble de tiempo. ¿Llegó un momento en el que se planteó o tuvo miedo de no poder volver a su nivel de juego?
Tenia claro que por mi parte no iba a ser. Aunque estuviera cinco años intentando volver a jugar al baloncesto y no lo consiguiera por mi parte iba a seguir intentándolo, pero es verdad que al final tenía miedo de que el cuerpo fuera el que dijera que no. Sabía que yo no lo iba a decir pero muchas veces te planteas muchas cosas. Alguna negativa porque es un proceso largo en el que te da tiempo a vivir muchas cosas y a pensar mucho. Pasas miedo durante mucha parte de estos momentos porque lo que quieres es recuperarte, sentirte bien, y ves que no estás siendo capaz de hacerlo. Te da tiempo para todo.
Da la sensación de que poco a poco va recuperando su nivel. En esta misma cancha, el domingo pasado, batió su récord de asistencias (10) jugando contra el Baskonia de su ex entrenador Pablo Laso. En este proceso de volver a jugar, ¿hubo algún momento concreto en que ese miedo quedara definitivamente atrás?
Sinceramente, desde que volví el año pasado me empecé a sentir bien físicamente. Desde que entrené con contacto y jugué al baloncesto no he pensado ni antes, ni durante ni después de un partido: “Joder, no voy a hacer esto a ver si me va a pasar esto”. No he tenido esos pensamientos. Es verdad que cuando vas jugando, lo haces todos los días, te sientes importante y con confianza va todo más fluido y fácil. Poco a poco tengo que seguir recuperando sensaciones y creciendo como jugador, que al final es el objetivo que tengo.
Durante ese parón por lesión siempre estuvo en contacto con la Selección. De hecho, Sergio Scariolo siempre le ha tenido en muy buena consideración. En breve, nueva convocatoria.
Sergio siempre ha sido muy cercano conmigo y, en general, con todos los jugadores. Incluso cuando estuve lesionado siguió hablando conmigo, preguntándome cómo iba la recuperación. En las Ventanas del año pasado contó conmigo justo después de la Copa. Siempre ha sido muy cercano y ojalá que ahora, que dentro de una semana y poco tenemos concentración, pueda volver a repetirse. Pero siempre he tenido muy buenas palabras de él y al revés, pues siempre me ha tratado con mucho cariño. Con la FEB los jugadores estamos siempre muy bien cuidados, siempre el trato es muy cercano.
Siendo poco más que un junior el Madrid le ofrece ese gran contrato. Un gran sueño cumplido muy pronto. ¿Qué le dolió más: que ese sueño se acabara o la propia lesión?
(Lo piensa). Son espinas que duelen de diferente forma. Es verdad que me habría gustado estar muchísimo más tiempo en el Madrid pero no ha ocurrido. Se te queda la espina la clavada pero es parte del camino. Sinceramente no sé qué dolió más por la lesión en sí y el proceso es largo y mentalmente duro. Cada cosa a su manera tiene su proceso. He vivido esto que me ha tocado y al final es parte de cada uno. Hay cosas que se nos escapan de las manos y no podemos controlar. El camino espero que sea largo y que en él pueda vivir momentos bonitos con la camiseta del Gran Canaria. Estoy muy contento aquí.
Usted fue, durante esas cuatro temporadas, inquilino de un vestuario eterno. Jugadores como Tavares, Hezonja, Llull, Rudy, Carroll, Campazzo…, con los que usted coincidió, nunca se cansan de ganar. Llevan muchísimos años haciéndolo y no se sacian. O saciaban. ¿Cómo se consigue eso?
Creo que, lo primero de todo, es por haber juntando a gente tan buena y tan altamente competitiva durante tantos años. Buscar ese núcleo duro les ha salido bien anteriormente y durante todos estos años. Tener a tanta gente que suma tanto: Rudy, Felipe, Jayce Carroll, los Sergios… Ahora continúan siendo competitivos. Esa es la clave: juntar a gente a la que le encante ganar, que no dé un partido por perdido, a la que de verdad le sepa mal perder partidos, títulos, no entrenar bien. Cuando juntas a esos jugadores con mucho talento y ese compromiso para ganar y demostrar su valía, eso hace bien al Madrid y lo harán durante muchos años.
Desde la grada, incluida la tribuna de prensa, es fácil detectar el talento de jugadores con los que usted coincidió en el Real Madrid como Campazzo, Llull, Sergio Rodríguez, Laprovittola… ¿Cómo es entrenar con gente de este calibre?
Lo primero, una suerte. Hay muchos momentos durante la temporada en los que tienes tantos partidos que es complicado entrenar. Hay semanas de tres partidos, y siempre de dos. Es complicado a veces sacar entrenamientos. Es una suerte porque son jugadores de enorme talento; tienen cosas diferentes, y por eso eso han llevado la carrera que han llevado. Los ves jugar y ves cosas que normalmente no ves. Es algo muy distinto. Es un lujo haber coincidido con ellos porque ha sido muy guay.
¿Qué debería hacer al Granca para al menos tener posibilidades de ganar en el WiZink?
Tenemos que hacer muchas cosas bien para ganarle al Madrid, y más fuera de casa. Hay que tener desde el principio un punto más de intensidad. Si no la igualamos no hay posibilidad de ganarles. Hay que centrarse en los intangibles de intensidad, de jugar físico. Jugar con ritmo, ese baloncesto alegre que nos gusta. No sé si hay que esperar a que ellos fallen, pero para ganarle hay que buscar el porcentaje bajo al que podamos llevarle. Defensa dura, también. En ataque creo que tenemos que estar acertados. Si nosotros tenemos porcentajes bajos es muy complicado ganarles. Es un cúmulo de cosas que te tienen que salir bien para ganar allá.
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