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BALONCESTO

Las mejores series de 'playoffs' de la historia de la NBA

Dejando las Finales aparte, la NBA ha visto eliminatorias inolvidables a lo largo de los años. Remontadas, canastas ganadoras sobre la bocina, nacimiento de leyendas de este deporte...

Los Sixers y los Celtics lograron ambos el mejor récord de la liga esa campaña. Larry Bird y Julius Ervin (el Dr. J) eran probablemente, junto a Magic, los dos jugadores que más expectación creaban en los aficionados. Una rivalidad de toda la vida revitalizada, buscando ambos el primer anillo en esta nueva etapa. La resolución fue sencillamente impensable. Los Sixers ganaban 3-1, pero los Celtics no sólo no se rindieron para dar la vuelta a la eliminatoria, sino que lo hicieron remontando desventajas de dobles dígitos en cada uno de los últimos tres partidos, que ganaron por una diferencia total de 5 puntos.
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1981. Celtics-Sixers (Finales del Este)

Los Sixers y los Celtics lograron ambos el mejor récord de la liga esa campaña. Larry Bird y Julius Ervin (el Dr. J) eran probablemente, junto a Magic, los dos jugadores que más expectación creaban en los aficionados. Una rivalidad de toda la vida revitalizada, buscando ambos el primer anillo en esta nueva etapa. La resolución fue sencillamente impensable. Los Sixers ganaban 3-1, pero los Celtics no sólo no se rindieron para dar la vuelta a la eliminatoria, sino que lo hicieron remontando desventajas de dobles dígitos en cada uno de los últimos tres partidos, que ganaron por una diferencia total de 5 puntos.

FOTO:Boston GlobeBoston Globe via Getty Images
Quizá no sean tan glamurosos como sus duelos con los Lakers, pero los Celtics-Pistons de los 80 también marcaron la liga aquellos años. Los de Detroit sentían que su momento había llegado, pero volvieron a casa tras los dos primeros en cuentros con las manos vacías. Sin embargo, la eliminatoria estaba lejos de terminar. El partido 3 lo cambiaría todo. Se puede argumentar que ese fue el momento en el que ambas franquicias se convirtieron en auténticos rivales. En la segunda parte Bill Laimbeer fue directo a por la cabeza de Larry Bird en un supuesto intento de taponar al alero que se transformó en tangana general y acabó con Bird lanzando el balón a la cara de Laimbeer. Los Bad Boys habían llegado. Bird fue expulsado y los Pistons ganaron el tercer y el cuarto partido por 18 y 26 puntos, respectivamente. Pero en un nuevo giro argumental, quizá uno de los más inesperados de la historia de los playoffs, el propio Bird protagonizó la jugada de la eliminatoria y una de las más inolvidables de siempre. Fue en el quinto, a escasos segundos del final y con los Celtics uno abajo cuando el mítico 33 robó un balón en un saque de banda de Isiah Thomas para asistir inmediatamente a Dennis Johnson. Y aunque el sexto en Detroit sería de nuevo para los Pistons, los Celtics iban a rematar la faena en casa en el séptimo con una increíble secuencia de seis canastas en 1:05 minutos coronada por un triple de Danny Ainge.
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1987. Celtics-Pistons (Finales del Este

Quizá no sean tan glamurosos como sus duelos con los Lakers, pero los Celtics-Pistons de los 80 también marcaron la liga aquellos años. Los de Detroit sentían que su momento había llegado, pero volvieron a casa tras los dos primeros en cuentros con las manos vacías. Sin embargo, la eliminatoria estaba lejos de terminar. El partido 3 lo cambiaría todo. Se puede argumentar que ese fue el momento en el que ambas franquicias se convirtieron en auténticos rivales. En la segunda parte Bill Laimbeer fue directo a por la cabeza de Larry Bird en un supuesto intento de taponar al alero que se transformó en tangana general y acabó con Bird lanzando el balón a la cara de Laimbeer. Los Bad Boys habían llegado. Bird fue expulsado y los Pistons ganaron el tercer y el cuarto partido por 18 y 26 puntos, respectivamente. Pero en un nuevo giro argumental, quizá uno de los más inesperados de la historia de los playoffs, el propio Bird protagonizó la jugada de la eliminatoria y una de las más inolvidables de siempre. Fue en el quinto, a escasos segundos del final y con los Celtics uno abajo cuando el mítico 33 robó un balón en un saque de banda de Isiah Thomas para asistir inmediatamente a Dennis Johnson. Y aunque el sexto en Detroit sería de nuevo para los Pistons, los Celtics iban a rematar la faena en casa en el séptimo con una increíble secuencia de seis canastas en 1:05 minutos coronada por un triple de Danny Ainge.

FOTO:Focus On SportFocus on Sport via Getty Images
Con Michael Jordan en el mejor momento de su carrera, los Bulls en busca de ser la tercera franquicia en lograr un threepeat y después de barrer a Atlanta y Cleveland, en Chicago se preguntaban si alguien podía hacer frente a su fuerza competitiva. Los Knicks estaban dispuestos a pasar el examen. Los neoyorkinos ya habían sido eliminados por los Bulls en 1989, 1991 y 1992, en una épica serie a siete partidos. Pero los Knicks del 93 eran un equipo de 60 victorias capaz de hacer frente a los temibles Bulls. Y lo iban a demostrar. Ganaron los dos primeros encuentros, siendo la primera vez que los Bulls de Jordan empezaban perdiendo 2-0 en los últimos tres años. Los de Chicago respondieron con una victoria por 20 puntos en el tercero y Jordan, enfadado por las publicaciones que decían que había estado jugando en Atlantic City en mitad de los dos primeros encuentros, protagonizó una actuación monstruosa en el cuarto con 54 puntos. El quinto sería el encuentro que marcaría la serie, aunque los Bulls se clasificasen en el sexto. En el anterior, Charles Smith tuvo hasta cuatro oportunidades de meter la canasta ganadora, pero entre Horace Grant, Jordan y Scottie Pippen le bloquearon cuatro veces debajo de la canasta.
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1993. Bulls-Knicks (Finales del Este)

Con Michael Jordan en el mejor momento de su carrera, los Bulls en busca de ser la tercera franquicia en lograr un threepeat y después de barrer a Atlanta y Cleveland, en Chicago se preguntaban si alguien podía hacer frente a su fuerza competitiva. Los Knicks estaban dispuestos a pasar el examen. Los neoyorkinos ya habían sido eliminados por los Bulls en 1989, 1991 y 1992, en una épica serie a siete partidos. Pero los Knicks del 93 eran un equipo de 60 victorias capaz de hacer frente a los temibles Bulls. Y lo iban a demostrar. Ganaron los dos primeros encuentros, siendo la primera vez que los Bulls de Jordan empezaban perdiendo 2-0 en los últimos tres años. Los de Chicago respondieron con una victoria por 20 puntos en el tercero y Jordan, enfadado por las publicaciones que decían que había estado jugando en Atlantic City en mitad de los dos primeros encuentros, protagonizó una actuación monstruosa en el cuarto con 54 puntos. El quinto sería el encuentro que marcaría la serie, aunque los Bulls se clasificasen en el sexto. En el anterior, Charles Smith tuvo hasta cuatro oportunidades de meter la canasta ganadora, pero entre Horace Grant, Jordan y Scottie Pippen le bloquearon cuatro veces debajo de la canasta.

FOTO:Tom BergWireImage
Drama total en una serie con tres partidos decididos en la última posesión, incluída la victoria en el primero de Indiana con los famosos ocho puntos en 9 segundos de Reggie Miller. Cuando la eliminatoria parecía sentenciada en el quinto (3-1 Pacers), Patrick Ewing mantenía con vida a los Knicks con una canasta a un segundo del final. Pero no le duró mucho el papel de héroe al pívot, que tuvo el tiro ganador en el séptimo encuentro en el Madison Square Garden. Pero falló.
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1995. Knicks-Pacers (Semifinales del Este)

Drama total en una serie con tres partidos decididos en la última posesión, incluída la victoria en el primero de Indiana con los famosos ocho puntos en 9 segundos de Reggie Miller. Cuando la eliminatoria parecía sentenciada en el quinto (3-1 Pacers), Patrick Ewing mantenía con vida a los Knicks con una canasta a un segundo del final. Pero no le duró mucho el papel de héroe al pívot, que tuvo el tiro ganador en el séptimo encuentro en el Madison Square Garden. Pero falló.

FOTO:New York Daily News ArchiveNY Daily News via Getty Images
Los Rockets, que venían de ganar el anillo la temporada anterior, se encontraron rápidamente 3-1 abajo en esta serie. Evitaron la eliminación con una victoria en la prórroga en Phoenix en el quinto partido y después defendiendo su cancha en el sexto, para volver a Arizona a jugar un séptimo lleno de tensión y nervios. Los Suns fueron ganando por alrededor de 10 puntos gran parte del encuentro, pero los 46 tantos y 10 rebotes de Kevin Johnson no fueron suficientes para contrarestar los 29 puntos por cabeza de Clyde Drexler y Hakeem Olajuwon. Sin embargo, El héroe de Houston fue Mario Elie, con una de las canastas ganadoras más memorables que se recuerdan en los playoffs, un triple que le daba la oportunidad a los Rockets de defender su título.
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1995. Rockets-Suns (Semifinales del Oeste)

Los Rockets, que venían de ganar el anillo la temporada anterior, se encontraron rápidamente 3-1 abajo en esta serie. Evitaron la eliminación con una victoria en la prórroga en Phoenix en el quinto partido y después defendiendo su cancha en el sexto, para volver a Arizona a jugar un séptimo lleno de tensión y nervios. Los Suns fueron ganando por alrededor de 10 puntos gran parte del encuentro, pero los 46 tantos y 10 rebotes de Kevin Johnson no fueron suficientes para contrarestar los 29 puntos por cabeza de Clyde Drexler y Hakeem Olajuwon. Sin embargo, El héroe de Houston fue Mario Elie, con una de las canastas ganadoras más memorables que se recuerdan en los playoffs, un triple que le daba la oportunidad a los Rockets de defender su título.

FOTO:Andrew D. BernsteinDIARIO AS
Los Magic acababan de eliminar a los Bulls de un Jordan recién reincorporado y, liderados por dos jóvenes como Shaquille O'Neal y Penny Hardaway, iban a por todo. Enfrente, unos Pacers con veteranos ya como Reggie Miller y Rik Smits. Los tres primeros encuentros se resolvieron por cinco puntos, con los de Orlando en ventaja (2-1). En uno de los mejores finales de partido de la historia de los playoffs, la ventaja en el marcador iba a cambiar cuatro veces en los últimos 15 segundos del cuarto encuentro: triple de Brian Shaw para los de Florida, triples de Reggie Miller para los de Indiana, canasta de Hardaway a 1,2 segundos del final para los Magic y canasta decisiva sobre la bocina de Smits para igualar la serie. Orlando acabó venciendo en el séptimo, llegando a las primeras Finales de su historia.
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1995. Magic-Pacers (Finales del Este)

Los Magic acababan de eliminar a los Bulls de un Jordan recién reincorporado y, liderados por dos jóvenes como Shaquille O'Neal y Penny Hardaway, iban a por todo. Enfrente, unos Pacers con veteranos ya como Reggie Miller y Rik Smits. Los tres primeros encuentros se resolvieron por cinco puntos, con los de Orlando en ventaja (2-1). En uno de los mejores finales de partido de la historia de los playoffs, la ventaja en el marcador iba a cambiar cuatro veces en los últimos 15 segundos del cuarto encuentro: triple de Brian Shaw para los de Florida, triples de Reggie Miller para los de Indiana, canasta de Hardaway a 1,2 segundos del final para los Magic y canasta decisiva sobre la bocina de Smits para igualar la serie. Orlando acabó venciendo en el séptimo, llegando a las primeras Finales de su historia.

FOTO:Focus On SportGetty Images
A pesar de la rivalidad personal entre Michael Jordan y Reggie Miller, ambos jugadores nunca se enfrentaron en playoffs hasta 1998. El estreno fue inolvidable. Los Bulls iban camino de su segundo threepeat, pero serie fue seguramente el obstáculo más difícil de superar para ellos en la aliminatoria de aquella temporada. Los de Chicago tomaron rápidamente ventaja de 2-0 en casa, lo que hacía parecer que la serie duraría poco. Nada más lejos de la realidad. Los Pacers respondieron en Indiana con otras dos victorias, la segunda gracias a la controvertida canasta ganadora de Miller. El quinto y el sexto se punto se quedó cada uno en la cancha del equipo local y todo se resolvió en el séptimo en Chicago, donde los Pacers hicieron frente a los Bulls. Pero, finalmente, la entente Jordan-Pippen fue demasiado para ellos.
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1998. Bulls-Pacers (Finales del Este)

A pesar de la rivalidad personal entre Michael Jordan y Reggie Miller, ambos jugadores nunca se enfrentaron en playoffs hasta 1998. El estreno fue inolvidable. Los Bulls iban camino de su segundo threepeat, pero serie fue seguramente el obstáculo más difícil de superar para ellos en la aliminatoria de aquella temporada. Los de Chicago tomaron rápidamente ventaja de 2-0 en casa, lo que hacía parecer que la serie duraría poco. Nada más lejos de la realidad. Los Pacers respondieron en Indiana con otras dos victorias, la segunda gracias a la controvertida canasta ganadora de Miller. El quinto y el sexto se punto se quedó cada uno en la cancha del equipo local y todo se resolvió en el séptimo en Chicago, donde los Pacers hicieron frente a los Bulls. Pero, finalmente, la entente Jordan-Pippen fue demasiado para ellos.

FOTO:Chicago TribuneTNS via Getty Images
Eliminatoria clave para dos proyectos destinados a ganar. Los Blazers con profundidad y talento, liderados por Scottie Pippen y Rasheed Wallace. Los Lakers con dos de los mayores talentos de la liga, Shaquille O'Neal y Kobe Bryant, que hasta ese momento no se había traducido en éxito. Y por un momento pareció que iban a caer de nuevo, cuando después de ir 3-1 perdieron la ventaja en los partidos 5 y 6 y se vieron en el séptimo 15 puntos abajo en el último cuarto. Entonces, en uno de los mayores colapsos que se recuerdan en la historia de los playoffs, los de Portland iban a fallar 13 lanzamientos seguidos, allanando el camino para la remontada angelina culminada por el icónico alley oop de Kobe a Shaquille. La imagen que mostraba el inicio de una dinastía.
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2000. Lakers-Blazers (Finales del Oeste)

Eliminatoria clave para dos proyectos destinados a ganar. Los Blazers con profundidad y talento, liderados por Scottie Pippen y Rasheed Wallace. Los Lakers con dos de los mayores talentos de la liga, Shaquille O'Neal y Kobe Bryant, que hasta ese momento no se había traducido en éxito. Y por un momento pareció que iban a caer de nuevo, cuando después de ir 3-1 perdieron la ventaja en los partidos 5 y 6 y se vieron en el séptimo 15 puntos abajo en el último cuarto. Entonces, en uno de los mayores colapsos que se recuerdan en la historia de los playoffs, los de Portland iban a fallar 13 lanzamientos seguidos, allanando el camino para la remontada angelina culminada por el icónico alley oop de Kobe a Shaquille. La imagen que mostraba el inicio de una dinastía.

FOTO:The Sporting NewsSporting News via Getty Images
Esta eliminatoria se ha convertido en un clásico y así seguirá siéndolo por mucho que pase el tiempo. Los Lakers buscaban el threepeat, pero Sacramento estaba decidido a eliminar a su gran rival de división después de completar la mejor campaña de su historia. Tras reparirse las dos primeras victorias, los Kings comenzaron a carburar el el partido 3 y parecía que el aire les soplaba de cara cuando en el cuarto encuentro llegarona tener una ventaja de 24 puntos. Pero los campeones se revolvieron y lograron igualar el partido, permitiendo que Robert Horry protagonizase el gran momento (y ha tenido varios) de su carrera: un triple impresionante sobre la bocina. En el quinto fue Mike Bibby quien le dio el triunfo a los Kings en la última jugada y el sexto es el de los famosos 27 tiros libres a favor de los Lakers en el último cuarto. Algo difícilmente explicable aún hoy. Sin embargo, los Kings tuvieron la oportunidad de ganar la serie en casa en el séptimo y la desaprovecharon. Los angelinos, con 35 puntos de Shaq y 30 de Kobe y tras una prórroga, se convertían en el primer equipo en ganar un séptimo en unas Finales de la NBA o finales de conferencia fuera de casa en los últimos 20 años.
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2002. Lakers-Kings (Finales del Oeste)

Esta eliminatoria se ha convertido en un clásico y así seguirá siéndolo por mucho que pase el tiempo. Los Lakers buscaban el threepeat, pero Sacramento estaba decidido a eliminar a su gran rival de división después de completar la mejor campaña de su historia. Tras reparirse las dos primeras victorias, los Kings comenzaron a carburar el el partido 3 y parecía que el aire les soplaba de cara cuando en el cuarto encuentro llegarona tener una ventaja de 24 puntos. Pero los campeones se revolvieron y lograron igualar el partido, permitiendo que Robert Horry protagonizase el gran momento (y ha tenido varios) de su carrera: un triple impresionante sobre la bocina. En el quinto fue Mike Bibby quien le dio el triunfo a los Kings en la última jugada y el sexto es el de los famosos 27 tiros libres a favor de los Lakers en el último cuarto. Algo difícilmente explicable aún hoy. Sin embargo, los Kings tuvieron la oportunidad de ganar la serie en casa en el séptimo y la desaprovecharon. Los angelinos, con 35 puntos de Shaq y 30 de Kobe y tras una prórroga, se convertían en el primer equipo en ganar un séptimo en unas Finales de la NBA o finales de conferencia fuera de casa en los últimos 20 años.

FOTO:Sacramento BeeTribune News Service via Getty I
De alguna manera dos equipos que habían alcanzado las 60 victorias en temporada regular se encontraron en la segunda ronda de las eliminatorias. Los Mavericks lograron una ventaja de 3-1, pero una defensa final de Bruce Bwoen sobre Dirk Nowitzki en el quinto partido y 30 puntos de Manu Ginobilli en el sexto mantuvieron con vida a los Spurs hasta el asalto final en San Antonio. Una vez allí los Mavs volvieron a despercidiar una ventaja tremenda (20 puntos) hasta que un 2+1 de Nowitzki forzaba una prórroga donde, esta vez sí, iban a ser capaces de tumbar al entonces campeón de la NBA.
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2006. Mavericks-Spurs (Semifinales del Oeste)

De alguna manera dos equipos que habían alcanzado las 60 victorias en temporada regular se encontraron en la segunda ronda de las eliminatorias. Los Mavericks lograron una ventaja de 3-1, pero una defensa final de Bruce Bwoen sobre Dirk Nowitzki en el quinto partido y 30 puntos de Manu Ginobilli en el sexto mantuvieron con vida a los Spurs hasta el asalto final en San Antonio. Una vez allí los Mavs volvieron a despercidiar una ventaja tremenda (20 puntos) hasta que un 2+1 de Nowitzki forzaba una prórroga donde, esta vez sí, iban a ser capaces de tumbar al entonces campeón de la NBA.

FOTO:Stephen DunnGetty Images
Podemos estar ante la mejor primera ronda de siempre. Unos Celtics que defendían la corona de campeones pero sacudidos por la lesión de rodilla de Kevin Garnett a mitad de temporada, no se dejaron superar por un jóvenes y hambrientos Bulls. Aunque poco faltó. Ningún equipo ganó dos partidos seguidos y cinco de los sietes duelos se resolvieron por una canasta de diferencia. El partido 1 se fue a la prórroga, igual que el 3. El 4 llegó a dos prórrogas, el 5 se resolvió de nuevo en una prórroga y la apoteosis fue el 6, con tres prórrogas con las que los Bulls forzaban el séptimo. Ahí, los Celtics iban a ganar fácil, llevando la contrario a lo que fue, y aún es, una serie inolvidable.
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2009. Celtics-Bulls (Primera ronda del Este)

Podemos estar ante la mejor primera ronda de siempre. Unos Celtics que defendían la corona de campeones pero sacudidos por la lesión de rodilla de Kevin Garnett a mitad de temporada, no se dejaron superar por un jóvenes y hambrientos Bulls. Aunque poco faltó. Ningún equipo ganó dos partidos seguidos y cinco de los sietes duelos se resolvieron por una canasta de diferencia. El partido 1 se fue a la prórroga, igual que el 3. El 4 llegó a dos prórrogas, el 5 se resolvió de nuevo en una prórroga y la apoteosis fue el 6, con tres prórrogas con las que los Bulls forzaban el séptimo. Ahí, los Celtics iban a ganar fácil, llevando la contrario a lo que fue, y aún es, una serie inolvidable.

FOTO:Chicago TribuneTribune News Service via Getty I
Los Heat llegaban después del palo de las Finales del año anterior ante los Mavs y LeBron james con la necesidad de demostrar su importancia tras naufragar ante Nowitzki y compañía. Tras una primera y contundente victoria de los de Miami, el primer clásico llegó en el segundo partido. A pesar del 44-10-8 de Rajon Rondo, el triple a 30 segundo del final para empatar el encuentro de Ray Allen y el fallo de LeBron en la última posesión, los Heat iban a ganar en la prórroga. En Boston los Celtics igualarían la serie con dos triunfos y en el quinto ponían todo patas arriba con una canasta de Paul Pierce a 52 segundos del final. 2-3, vuelta a Boston y el legado de LeBron en serio peligro. El alero respondió como hacen los grandes, con 45 puntos y 15 rebotes en territorio enemigo, forzando un séptimo en el que acabó con los de verde con otra gran actuación: 31 tantos y 12 rechaces.
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2011. Celtics-Heat (Finales del Este)

Los Heat llegaban después del palo de las Finales del año anterior ante los Mavs y LeBron james con la necesidad de demostrar su importancia tras naufragar ante Nowitzki y compañía. Tras una primera y contundente victoria de los de Miami, el primer clásico llegó en el segundo partido. A pesar del 44-10-8 de Rajon Rondo, el triple a 30 segundo del final para empatar el encuentro de Ray Allen y el fallo de LeBron en la última posesión, los Heat iban a ganar en la prórroga. En Boston los Celtics igualarían la serie con dos triunfos y en el quinto ponían todo patas arriba con una canasta de Paul Pierce a 52 segundos del final. 2-3, vuelta a Boston y el legado de LeBron en serio peligro. El alero respondió como hacen los grandes, con 45 puntos y 15 rebotes en territorio enemigo, forzando un séptimo en el que acabó con los de verde con otra gran actuación: 31 tantos y 12 rechaces.

FOTO:Miami HeraldTribune News Service via Getty I
Otra que oposita a mejor primera ronda de la historia. Los Clippers parecían estar ante su mejor oportunidad de pelear por el anillo y los Spurs, con un Tim Duncan de 38 años, apuraban sus últimas opciones de pelear con los grandes transatlánticos del Oeste. Nada salió como se esperaba. Después de una convincente victoria de los angelinos en el primer partido, iban a dejar escapar el segundo, para perder el tercero por 27. Cuando parecía que los Clippers iban a mostrar su cara menos competitiva de nuevo, consiguieron igualar la serie en San Antonio en el cuarto. Los Spurs volvieron a ganar en Los Ángeles en el quinto y los Clippers, mirando a los ojos a la eliminación, lograron otro triunfo a domicilio en el sexto. Y llegamos al séptimo, cuando aquella serie pasó de grande a legendaria. A falta de un minuto y con 107-107 en el marcador todas las miradas estaban puestas en los dos jugadores referentes. Y aparecieron. Chris Paul ponía a los suyos por delante a falta de 13 segundos. Duncan igualaba de nuevo con dos tiros libres. Finalmente, en la que se puede considerar la canasta más importante de su carrera, Paul eliminaba a los Spurs con un increíble tiro sobre la bocina.
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2015. Clippers-Spurs (Primera ronda del Oeste)

Otra que oposita a mejor primera ronda de la historia. Los Clippers parecían estar ante su mejor oportunidad de pelear por el anillo y los Spurs, con un Tim Duncan de 38 años, apuraban sus últimas opciones de pelear con los grandes transatlánticos del Oeste. Nada salió como se esperaba. Después de una convincente victoria de los angelinos en el primer partido, iban a dejar escapar el segundo, para perder el tercero por 27. Cuando parecía que los Clippers iban a mostrar su cara menos competitiva de nuevo, consiguieron igualar la serie en San Antonio en el cuarto. Los Spurs volvieron a ganar en Los Ángeles en el quinto y los Clippers, mirando a los ojos a la eliminación, lograron otro triunfo a domicilio en el sexto. Y llegamos al séptimo, cuando aquella serie pasó de grande a legendaria. A falta de un minuto y con 107-107 en el marcador todas las miradas estaban puestas en los dos jugadores referentes. Y aparecieron. Chris Paul ponía a los suyos por delante a falta de 13 segundos. Duncan igualaba de nuevo con dos tiros libres. Finalmente, en la que se puede considerar la canasta más importante de su carrera, Paul eliminaba a los Spurs con un increíble tiro sobre la bocina.

FOTO:Stephen DunnGetty Images
Los Warriors venían de firmar la mejor temporada regular de la historia (73-9), Stephen Curry había ganado el MVP y tanto Klay Thompson como Draymond Green entraron en los mejores quintetos del año. Sin embargo, este histórico curso estuvo a punto de acabar en las finales de conferencia. Liderados por Kevin Durant y Russell Westbrook, los Thunder se pusieron 1-3 arriba y tuvieron tres ocasiones de eliminar al vigente campeón. No sucedió. Los Warriors ganaron el quinto en casa como previa a una de las mayores explosiones individuales que se recuerdan en un partido de playoffs. Fue en el sexto, en Oklahoma, cuando Klay anotó 11 triples y resucitó a un equipo que parecía eliminado por momentos. Curry sentenció en el séptimo con 36 puntos y 8 asistencias. Esta victoria supuso el final de una era en Oklahoma. Ese verano Durant dejaba el equipo para marcharse, precisamente, a los Warriors.
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2016. Warriors-Thunder (Finales del Oeste)

Los Warriors venían de firmar la mejor temporada regular de la historia (73-9), Stephen Curry había ganado el MVP y tanto Klay Thompson como Draymond Green entraron en los mejores quintetos del año. Sin embargo, este histórico curso estuvo a punto de acabar en las finales de conferencia. Liderados por Kevin Durant y Russell Westbrook, los Thunder se pusieron 1-3 arriba y tuvieron tres ocasiones de eliminar al vigente campeón. No sucedió. Los Warriors ganaron el quinto en casa como previa a una de las mayores explosiones individuales que se recuerdan en un partido de playoffs. Fue en el sexto, en Oklahoma, cuando Klay anotó 11 triples y resucitó a un equipo que parecía eliminado por momentos. Curry sentenció en el séptimo con 36 puntos y 8 asistencias. Esta victoria supuso el final de una era en Oklahoma. Ese verano Durant dejaba el equipo para marcharse, precisamente, a los Warriors.

FOTO:MediaNews Group/Bay Area News viMediaNews Group via Getty Images
Una batalla que ya es leyenda. El mejor equipo de la historia, seguramente, llevado al límite: los Warriors de Stephen Curry, Kevin Durant, Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala, el megaquinteto de la muerte, arrinconados por una versión suprema de Houston Rockets, la franquicia que había hecho un proyecto para derrocar a los Warriors y que habían ganado 65 partidos (65-17) sobre los hombros de James Harden y Chris Paul. Los Warriors, robaron el factor cancha en el primer partido y, con 1-1, arrasaron en el tercero (126-85). Pero los Rockets respondieron con dos victorias seguidas para poner el 3-2 y quedar a un paso de unas Finales en las que esperaban unos Cavaliers de nivel bajo (fue 4-0 para los Warriors, después). En los instantes finales del quinto partido se lesionó Paul y los Rockets desperdiciaron sus dos mach ball, el segundo en su pista y después de fallar 27 triples seguidos. Había una posibilidad entre 72.000 de que pasara algo así. Los Warriors remontaron 16 puntos en el sexto partido y 15 en el séptimo, y avanzaron de forma increíble hacia su segundo título seguido después de una de las batallas más increíbles de la historia reciente de la NBA.
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2018. Rockets-Warriors (Finales del Oeste)

Una batalla que ya es leyenda. El mejor equipo de la historia, seguramente, llevado al límite: los Warriors de Stephen Curry, Kevin Durant, Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala, el megaquinteto de la muerte, arrinconados por una versión suprema de Houston Rockets, la franquicia que había hecho un proyecto para derrocar a los Warriors y que habían ganado 65 partidos (65-17) sobre los hombros de James Harden y Chris Paul. Los Warriors, robaron el factor cancha en el primer partido y, con 1-1, arrasaron en el tercero (126-85). Pero los Rockets respondieron con dos victorias seguidas para poner el 3-2 y quedar a un paso de unas Finales en las que esperaban unos Cavaliers de nivel bajo (fue 4-0 para los Warriors, después). En los instantes finales del quinto partido se lesionó Paul y los Rockets desperdiciaron sus dos mach ball, el segundo en su pista y después de fallar 27 triples seguidos. Había una posibilidad entre 72.000 de que pasara algo así. Los Warriors remontaron 16 puntos en el sexto partido y 15 en el séptimo, y avanzaron de forma increíble hacia su segundo título seguido después de una de las batallas más increíbles de la historia reciente de la NBA.

FOTO:Ronald MartinezGetty Images