LEB ORO | ESTUDIANTES 78 - GRANADA 80
El Granada amarra medio ascenso dejando en ascuas al Estudiantes
Victoria casi definitiva de Covirán Granada para subir a la ACB. Sólo un descalabro en las jornadas que quedan lo impediría. Mal Estudiantes.
El duelo más importante de la temporada en la LEB Oro se lo llevó el Granada. Los líderes de la competición se destacan ante el equipo que amenaza esa primera posición junto al Força Lleida, les ganan también el enfrentamiento directo y ponen dos victorias de ventaja en una carrera hacia la Liga Endesa que llega a su fin y en el que los andaluces han dado un paso de gigante para llegar antes que los demás a la meta. Una semana después de que Movistar Estudiantes se llevara la Copa de la Princesa en el WiZink Center ante los de Pablo Pin, repetición del duelo y resultado muy diferente. 78-80 terminó esta velada que deja al Granada a las puertas del cielo.
En la ida de este encuentro los nazaríes se impusieron al Estu en su casa por 11 puntos. Una de las pocas caídas de los azulones este año (Juaristi, Palencia, Lleida, Prat). Sabedores de que este partido era crucial para el ascenso directo a la ACB, que sólo consigue el mejor clasificado de la LEB Oro, aguantar en Madrid era un doble triunfo. Y así se dio este resultado, que puede que se recuerde hasta el final.
El Granada dominó la mayor parte del duelo. Conteniendo con dureza a Kevin Larsen, la referencia interior de Movistar Estudiantes, fueron haciendo camino. El Estudiantes es, con diferencia, la plantilla con más presupuesto de la categoría, pero el Granada ha construido un equipo compacto en el que también pueden aparecer secundarios para hacer la faena. Ellisor, habitualmente centrado en tareas defensivas, sostuvo a los suyos en la primera parte y acabó con 14 puntos. En dobles dígitos, como él, Bropleh (16) y Díaz (10).
De la mano de Faggiano (10) y con un Larsen (14) más suelto los locales mejoraron su imagen antes del descanso y cuando volvieron del mismo, poniéndose a la altura del Granada en el marcador cuando no les habían olido cerca en casi toda la primera parte. Y, en los minutos de descanso de su pívot principal, aparecería incluso un Felipe dos Anjos con arrestos para anotar cerca del aro. Cuspinera tuvo que hacer numerosos ajustes ante la mala mañana de algunos de sus jugadores, como Dee, Beirán, Arroyo o un Djurisic que fue eliminado por faltas en el último periodo: incluyó incluso a Emil Stoilov, defenestrado en los últimos encuentros y puesto en cancha en el más importante.
Los árbitros bajaron el listón de los contactos y permitieron menos faltas en los últimos 15 minutos. Pitando dos antideportivas, una para cada equipo, que no pasaban de faltas normales. Los tiros libres derivados de todas estas señalizaciones fueron otro de los yunques soportados por un Estu fallón y con pocas ideas para hacer daño al Granada.
Estuvieron hasta el final los colegiales, con alguna canasta aislada de Urtasun o un par de triples de Martín que en las jugadas decisivas estuvo en el banquillo. Pero la poca capacidad para conservar el balón en pases interiores y transiciones en media cancha penalizó para que los andaluces les dieran la puntilla.
Después de tres acciones de calidad de Bropleh, el jugador más determinante del Granada en ataque, apareció Lluís Costa para helar las venas de los miembros del Movistar. Un base al que el Estu quiso el pasado verano y que, después de firmar una actuación cuasidesastrosa de cara al aro, anotó el triple que cerró la victoria de los suyos. Urtasun, con un tiro a la desesperada, no pudo igualarlo.
Covirán Granada, con un acompañamiento perfecto de sus aficionados desplazados a la capital detrás de su banquillo, se abrazaba con enorme alegría al acabar. Saben que esto es medio ascenso.