COPA DE LA PRINCESA | MOVISTAR ESTUDIANTES 73-COVIRÁN GRANADA 72
El Movistar Estudiantes gana la Copa de la Princesa
Los colegiales ganan la final de infarto a un colosal Granada (73-72) que se levantó de la lona en un segundo tiempo genial. Álex Urtasun, MVP.
¡Campeones, campeones! 22 años después, el Movistar Estudiantes conquistó el cuarto título de su historia. De San Sebastián en 1963 a Granada en 1992 y a Vitoria en 2000 había tres Copas del Rey. En este 2022, el año aciago de la LEB Oro, el primero de siempre del club fuera de la élite del baloncesto español, en Madrid, en un WiZink Center pletórico, los colegiales añadieron el último, la Copa de la Princesa tras doblegar al gigantesco Covirán Granada (73-72). Fue un logro superlativo en un duelo heroico, cardiaco, nervioso, frente a un rival que se levantó de la lona cuando todos le daban por muerto. Algo pasa en el sur y no es ninguna broma. Honra al héroe caído que no ha dicho su última palabra: el próximo domingo toca revancha en el mismo pabellón, con el liderato de la LEB Oro y medio ascenso en juego. Poca broma.
Nunca ir con los que ganan fue tan difícil. Porque si alguien es capaz de irse al descanso 18 arriba en el marcador (44-28) tras un primer tiempo de matrícula de honor y un triplazo de Beirán desde el centro del campo y 15 minutos después estar 2 abajo (63-65) ese es el Estudiantes. Son los genes. Es la historia. Es una filosofía de vida: derrota tras derrota hasta la victoria final. Es don que solo los colegiales son capaces de replicar partido tras partido, temporada tras temporada. Una actitud demencial que solo puedes querer y abrazar.
Y ahí, el todo por el todo. Y Álex Urtasun, MVP de esta Copa de la Princesa en su octavo partido como ramireño. De reemplazo de Edwin Jackson a hombre clave para Cuspinera. El navarro fue fundamental contra Cáceres, vital ante Valladolid y más que necesario en esta final. Su veteranía, 37 años, es un don para navegar sobre la presión. Sobre el 59-60 en el que empezó a intervenir. De sus 14 puntos (3 rebotes y 6 asistencias), 8 llegaron en la recta final. Desde el tiro libre y en penetración. También a media distancia. Sin miedo. Puso el 71-65 que parecía finiquitar la final a 90 segundos. Y el 73-70 con solo 10 segundos por delante.
Los granadinos contestaron todas y cada una de las veces que el Estu bajaba la persiana y ponía el cartel de cerrado. Butrones a base de defensa tras el descanso y triples: 9/27, 6/12 entre Costa y Díaz. Pero las fuerzas llegaron hasta los tres tiros libres de Costa para empatar. El base erró el último y el balón correspondió a unos colegiales que decidieron dar más emoción al asunto cuando Arroyo falló los dos siguientes desde la persona. El lanzamiento de Bropleh desde el centro del campo no entro para alegría estudiantil. ¿A quién no le gusta una Copa?