'Masterclass' de Kyrie Irving

Andaban los Nets metiéndose en problemas últimamente. Cuatro derrotas seguidas les habían llevado un récord por debajo del 50% de victorias (32-33) y a compartir el décimo puesto del Este con Atlanta Hawks y Charlotte Hornets, su rival de esta noche. Así que el partido en Carolina del Norte era absolutamente vital para lo que quedaba por delante, que cada vez es menos. Esta victoria les da a los de Brooklyn un respiro muy necesario. Con la lesión de Durant y con Irving jugando sólo los partidos fuera de casa habían acumulado demasiadas derrotas y se habían metido en una lucha, la de no caerse de los puestos de play-in, en la que resultaba inimaginable verles. Y desde que volvió Durant hace dos partidos los Nets tampoco habían reaccionado. Es cierto que eran dos encuentros muy difíciles ante Miami y Boston, pero empezaba a crecer la sensación de que quizá este equipo había entrado en una dinámica perdedora demasiado peligrosa. Kyrie Irving se ha encargado de alejar esos fantasmas, de momento, por un día.

El partido que jugó el base en Charlotte es de esas joyas únicas que se ven de vez en cuando en la NBA. De esas actuaciones que vienen acompañadas de un sinfín de datos y estadísticas que entroncan con la historia y refrendan que lo que acaba de pasar no es normal. Irving acabó el partido ante los Hornets con 50 puntos en solo 19 lanzamiento, metiendo además un 78,9% de los mismos, entre ellos 9/12 en triples. Es el quinto jugador desde que hay reloj de posesión en lograr más un partido de 50 puntos y un 75% en tiros de campo, y de los otros cuatro sólo hay un exterior más: Michael Jordan. Además, es su tercer partido que llega a los 50 tantos con los Nets. Ningún otro jugador tiene más de uno con la franquicia de Nueva York.

Irving pareció salir en trance, supermotivado, como si la victoria pasase sí o sí por él. Lo confirmaba después el propio jugador -"Sentía que era una noche que había que ganar sí o sí. No digo que el resto de noches no sean iguales, pero tienes que llegar a ese lugar profundo donde nada te distrae"- y Kevin Durant -"Tenía esa mirada antes del partido. Ha sido una clase maestra. Los jóvenes deberían ponerse este partido para aprender lo que se necesita para anotar a este nivel"-. Durant se quedó en 14 puntos, lo cual habría sido un problema cualquier otro día. No esta vez gracias a Irving y también a unos Hornets que se fueron pegando tiros en el pie a base de pérdidas ridículas de balón. Aunque en esta estadística acabaran mejor que su rival (15-16) el problema fue cuándo las cometieron. En una primera mitad para el olvido en la que se fueron al descanso 26 abajo. La segunda parte la ganaron por 15 puntos y llegaron a estar a 13 a falta de poco menos de 4 minutos para el final, pero Irving iba a meter una de sus no tantas canastas (teniendo en cuenta la cantidad de puntos que hizo) para cerrar la improbable remontada.

Los 30 tantos del base en la segunda mitad son la 32ª vez que mete más de 20 en media parte con los Nets. Por delante están Brook López (33) y Vince Carter (71). Los Nets vuelven a sonreír momentáneamente. También con Andre Drummond (20 tantos y 14 rebotes en 24 minutos), que puede ser una pieza esencial para un juego en la pintura que hasta ahora estaba bastante huérfano. Y queda Ben Simmons, que de momento no va a debutar pero que sí viaja con el equipo a Filadelfia, donde mañana los Nets juegan uno de los partidos más esperados, o el más esperado, de todo lo que queda de temporada regular. Harden vs sus antiguos compañeros. "Funciona bien como historia, como narrativa, para nuestra liga... Pero nunca ha sido nada tan personal. Entendemos que somos competitivos y queremos ganar el partido", explicaba Irving sobre el enfrentamiento con su excompañero. Seguro que mañana todos los que salgan a la pista quieren ganar ese partido con todas sus fuerzas. Si el base está como hoy, tocado por la varita de los dioses del baloncesto, a los Sixers les va a costar llevarse la victoria.