NBA | PISTONS 108 - SUNS 135

Los Suns arrasan en un encuentro salpicado de expulsiones ilógicas

Booker lideró a los suyos en una victoria fácil en Detroit. Protagonismo para los árbitros en las expulsiones de Cunnigham y Jackson. Ayton, lesionado.

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Los Pistons volvieron a dejar una mala imagen, aunque la empresa era complicada. Jugaban contra los Suns, subcampeón en la pasada temporada con sólo un equipo por delante: los Bucks. Son un cuadro compacto y empiezan a jugar de memoria. Un horror para los rivales. Partido controlado casi desde el principio, picando piedra para sacar ventajas cortas que a partir del tercer cuarto se convirtió en una grande. Sin embargo, pese a que Detroit han ganado sólo diez encuentros este curso y este domingo no diera argumentos para sumar uno más, no fue ése el punto más bajo para los que vieron esta velada, sin sazón pero con picante. Un par de expulsiones, que a falta de más explicaciones por parte de los árbitros son por dos técnicas cada una, dejaron en evidencia que la reglamentación es demasiado estricta.

Cunningham primero y Jackson después fueron sacados de un partido en el que su equipo, en ambas fases, iba perdiendo por al menos veinte puntos. Sin peligro ninguno en un choque entre Suns y Pistons (108-135) resuelto sin ningún tipo de trifulca, pelea u otro altercado físico reseñable. El papel no entiende de contextos, por lo menos en este caso, pero resulta curioso que ni un equipo sin opciones de casi nada ni hoy ni mañana pueda competir ante su público con dos de sus mejores jugadores por gestos mal interpretados por los árbitros. Es habitual en la NBA y no por ello no se debe revisar este protocolo, que no tiene ni pies ni cabeza en según qué circunstancias. 

Los Suns dominaban en la segunda parte por un margen creciente, llegando a los veinte puntos cuando los Pistons quisieron meter una marcha más para que no se les escapara el rival definitivamente. Booker se marcó un matazo al que contestó con rabia el joven Cade Cunningham, que sacó el dedo a pasear apuntando a nadie sabe dónde y cuya interpretación del gesto por parte de los que deben impartir justicia fue que era merecedora de una técnica que conllevara expulsión. La de Jackson llegó en el último minuto y fue todavía menos comprensible aunque hablemos de un jugador que no se corta ni con un cristal. Empañando un partido como éste, con competitividad pero en estratos separados de la Liga, no se hace afición a este baloncesto por ningún lado que se mire, no hay doblez en el ridículo

Para los de Monty Williams la única mala noticia llegó pronto. DeAndre Ayton se tuvo que retirar tras sólo ocho minutos por una torcedura de tobillo. El gigante tiene bien cubiertas las espaldas esta temporada con la irrupción de una de las mejores versiones de McGee (20). El mejor de la velada fue, sin embargo, Booker (30). Los Suns aniquilaron en la zona a los Pistons, cogiendo 19 rebotes más que los locales, y acertaron a anotar tanto desde ahí dentro como desde fuera del perímetro. Llevar el ritmo les permitió no atropellarse cuando los Pistons sufrieron con su defensa en el segundo periodo y Casey quiso llevar la noche a otro terreno más favorable. El caudal de Devin no pararía hasta que fue inútil que permaneciera en cancha, ya que el partido quedó sentenciado pronto. Expulsar al número uno del Draft 2021 por señalar sin saber a quién debe ser un triunfo para alguno de los que lo permitieron, pero no quita ni un ápice de mérito a unos Suns bien plantados, que recogieron los bártulos antes de iniciar el último periodo porque no los necesitaban, y que pasan página para mirar hacia su visita a los Spurs en la jornada dedicada a Martin Luther King programada para este lunes 17 de enero.