LEB ORO | MOVISTAR ESTUDIANTES 81-VALLADOLID 60
El Movistar Estudiantes llega listo para su Tourmalet
Los colegiales vencen al Valladolid con contundencia gracias a su defensa. Ahora, se medirán con sus cinco perseguidores en la tabla.
El Movistar Estudiantes no frena. Ganó este domingo al UEMC Valladolid (81-60) con una defensa de hierro y una segunda parte casi perfecta para mantenerse como líder en solitario de la LEB Oro con 9 victorias (5 seguidas, la racha activa más larga) en las 10 primeras jornadas. Y todo con la sensación de que el acoplamiento a la categoría es completo. La superioridad que muestra en cada partido desde la derrota contra Juaristi y el susto ante el Prat es colosal.
Los colegiales vencen, como frente al Valladolid, cuando quieren. Pura inercia. Esa es la imagen al menos. En primera o en quinta, siempre apoyados en una defensa engrasada a las mil maravillas: es la mejor de la LEB con solo 70,9 puntos recibidos por encuentro. Solo el Juaristi y Alicante han superado la barrera de los 75 tantos en tiempo reglamentario. Los pucelanos se quedaron hoy en 60 con solo 28 en la segunda parte. No alcanzaron los 20 en ninguno de los cuatro periodos.
Una fortaleza con empalizada y un foso lleno de cocodrilos que será fundamental en el futuro del Estu, en la siguiente parte de la temporada. Su Tourmalet. Ahora llega lo difícil. Los colegiales se medirán en las próximas ocho jornadas con sus cinco perseguidores: Granada, Coruña, Palencia, Oviedo y Lleida. También recibirán a Marc Gasol y su Girona y viajarán a San Sebastián, plaza que se le atraganta al club desde hace años. El Huesca, el último clasificado, es en apariencia el único caramelito en este tramo, pero recuerden Azpeitia.
El sobrino de Scottie Pippen
Por ese motivo era tan importante el triunfo frente a un Valladolid rocoso en defensa, con una habilidad maravillosa para cerrar huecos en la zona. Mucho músculo con Kavion Pippen. El sobrino del mítico Scottie es un jugador rocoso, grande, fuerte… pero no tuvo su día. Solo jugó 11 minutos por culpa de las faltas, aunque su impacto en ese pequeño lapso se notó con 8 puntos. El +2 de su equipo con él en pista fue el mayor de los visitantes.
Con Pippen en plena acción, los pucelanos se dispararon de salida con un 7-14. A los colegiales siempre les cuesta entrar. Sus primeros compases son fríos. Y hoy un poco más por la ausencia de Lucas Faggiano, que faltó por una pequeña rotura fibrilar. Se espera que esté ante el Granada el próximo sábado. Esa fue la mala noticia; la buena, los primeros minutos de Beirán tras un mes parado por lesión. Sin el base argentino, todo el peso en la dirección recayó en Nacho Arroyo, Adams Sola y Edwin Jackson.
El Estu amagaba una y otra vez con un golpe para mandar a su rival a la lona, pero de manera espesa. No encontraba un buen ritmo en ataque y no había suerte en el lanzamiento exterior. Y si no puedes avasallar arriba, pon culo en tierra. Y así lo hicieron. Fueron limitando la velocidad del Valladolid, la de Wintering y Pantzar, con cambios constantes de hombre que dejó a De La Fuente como principal (y casi único) ejecutor: 16 puntos (2/4 en triples).
Control del Estudiantes
Jackson puso la primera ventaja para los locales (17-16) y desde ahí, al cielo, con solo un pequeño bache al finalizar el segundo cuarto con un quinteto muy joven: Alderete (19), Dos Anjos (23), Rubén Domínguez (18) y Sola (21). Solo Dee superaba los 25 años con 29. El Valladolid lo aprovechó para un parcial 0-9 que le permitió irse al descanso tres arriba (29-32) después de un triple que estaba fuera de tiempo pero los árbitros dieron como valido.
Nacho Martín quitó el miedo de los colegiales desde el perímetro con un triple en carrera nada más empezar la segunda parte. Un aviso del vendaval que llegaría a continuación: parcial de 23-8 que dio la primera ventaja de 10 puntos (55-45) tras un triple de Domínguez y apoyada en las visitas constantes a línea de tiros libres, que no paró de crecer, minuto a minuto, paso a paso, hasta llegar al +21 con el que se cerraría el encuentro. El Movistar llega al momento importante con nota alta en busca de la matrícula de honor en los siguientes fines de semana.