Primera victoria del Baskonia (81-79) en la presente Euroliga, además con una anotación decente. Hasta ahora promediaba 57 puntos por partido tras los 50 en el Pireo y 64 en casa ante el Milán. Los de Ivanovic se presentaban en el partido con 0 victorias y 2 derrotas y el Panathinaikos, con un registro de 1/1 tras su gran remontada ante el Fenerbahce.

Los dos equipos se habían enfrentado en 28 ocasiones en Euroliga con un balance de empate a 14. Los del trébol no tienen jugadores de primer nivel europeo, más allá de Papapetrou o Papagiannis, que es el griego que ha sido elegido en mejor lugar en la historia del Draft de la NBA, en el puesto 13. Evans, además, había ganado en 2012 el concurso de mates de la liga profesional estadounidense. Pero Macon, White o Floyd no han militado en franquicias de alto nivel. A pesar de ello, todos tienen mucho físico y se debe tener cuidado con los verdes.

Giedraitis comenzó anotando y, además, ayudó mucho cargando el rebote, sobre todo el ofensivo. Los vitorianos llevaron la iniciativa en la primera entrega pero la salida de Perry, mucho más inspirado que Macon en la dirección, disparó a los atenienses en la recta final del primer cuarto. Se fue al banco con 7 puntos y dejó el luminoso en 15-17. Fue un periodo muy igualado con alternancias en el marcador.

Enoch ingresó en la cancha nada más iniciarse la segunda entrega y obtuvo cuatro puntos consecutivos. Pero el gran protagonista antes del descanso fue Sedekerskis, que incluso hizo el triple definitivo sobre la bocina que dejó las cosas en un interesante 40-35. El segundo cuarto lo ganó el equipo alavés por 7 puntos. Fue superior en el rebote y, además, sólo cometió 6 pérdidas en los primeros 20 minutos. Eso, unido a un buen porcentaje de tiro, dejó al Baskonia con el partido de cara.

Granger llevaba un 0/8 de triples en lo que va de Euroliga pero, en un minuto, hizo dos. De esta manera, sumaba el número 199 en su historial de Euroliga. Al igual que en el primer cuarto, el parcial local obligó al entrenador del Panathinaikos a pedir tiempo muerto nada más comenzar el mismo. Pero del 49-38 se pasó al 57-59 con un White estelar. Menos mal que Marinkovic hizo su primer triple del partido. En realidad eran los primeros puntos que conseguía en la presente Euroliga. Casi sobre la bocina pero 61-59 con diez minutos por delante.

Fontecchio, Giedraitis y Granger hicieron un gran partido pero el invitado inesperado en la victoria fue Tadas Sedekerskis, que se marchó del partido con 3/3 en tiros de 2, 3/3 en triples, 6 rebotes (3 en cada canasta) y una asistencia. No jugó la recta final del choque por tener sangre en el codo. Sí lo hizo Macon, que encadenó dos triples que metieron el miedo en el cuerpo a la entregada grada. La última posesión griega, con Papapetrou de protagonista, estuvo muy bien defendida por Jayson Granger. Y es que Ivanovic quiere que sus jugadores estén enamorados de la defensa. Lo de meter luego, con semejante talento, se sobreentiende. No siempre pero ante el Panathinaikos sí ocurrió.