Año nuevo, momento de ilusiones, de expectación. En el caso del Joventut, cada vez que sube el telón se pasa revista a los canteranos que van surgiendo y a algún que otro fichaje que levanta curiosidad. Como Willis, un jugador que puede causar sensación en el Olímpic. Un deportista curioso que pasó su infancia en la reserva india de Wind River. También está la lupa habitualmente en hombres que en su día se fueron y vuelven a cubrir un último servicio a la entidad. Han brotado tantos y se han escapado en un número tan alto que son legión. Como Vives, grandísima contratación, que cubrió una etapa interesante en La Fonteta. La Penya se tomó la revancha de la paliza del Bilbao Basket en el cierre de la pasada campaña, en un compromiso a vida o muerte para los pupilos de Mumbrú, que se jugaban la permanencia en el cara o cruz. Fue este del estreno un pulso con cierta emoción, aunque los verdinegros, que tuvieron que sudarlo, lo llevaron más controlado de lo que indican los números finales.  

En el Surne, el nuevo rótulo de los 'hombres de negro', aún hay trabajo. Se pasó la tarde haciendo la goma y le faltó oficio. El palizón de la Euskal Kopa ante el Baskonia es ya solo un recuerdo grato. Hay que coser muchas cosas. El equipo está muy bien armado por dentro, Delgado va a ser un bastión importante y Miniotas parece dispuesto a dar un paso al frente tras conocer la Liga el año pasado, pero por fuera aún queda por remar. Bigote es un jugador interesante, pero a veces se echa de menos mejores lecturas de dónde están las ventajas. Goudelock fue pura delicia en la Euskal Kopa, a ritmo de tortugas, pero ahora, con una mayor exigencia y los marcajes como los de hoy duros, muy agresivos, le cuesta. Un triple de Parra en una acción pésimamente defendida por los vizcaínos, con una ayuda muy larga de Rousselle en un bloqueo directo central, dejando solo al canterano verdinegro, cerró el choque, en el que Ribas encontró muchísimos pasillos para entrar como un cuchillo ardiendo en la mantequilla. Con 84-79, Goudelock tuvo un triple para añadir algo de suspense, a 31 segundos para acabar, pero no acertó.

La ACB disfruta de nuevo de la gente, lo importante del juego junto con las canastas. Hubo 2.400 aficionados en el Olímpic. El Joventut anunciaba las importantes bajas de Tomic, Bassas y Birgander, pero al final el pívot croata sí pudo participar y aportó muchas cosas, para dar consistencia al juego interior local. La igualdad fue la tónica del primer cuarto, que empezó con los dos equipos atascados en ataque. La Penya trató de endurecer al máximo su defensa, especialmente sobre el perímetro visitante. Ribas se iba muy fácil de Hakanson, que sigue acoplándose al puesto de escolta. El fichaje de Vives es espectacular para Duran. El ex taronja y Brodziansky anotaron de tres para llevar a los locales a su máximo diferencia (36-28, min. 17), a lo que el Surne Bilbao respondió con el tiro exterior y de la mano de Miniotas apretó el marcador al descanso (38-37).

Los catalanes volvieron a la carga cuando Tomic les puso en una nueva máxima diferencia (53-44, min. 26) aprovechando que Delgado estaba en el banquillo por faltas y el croata no tenía rival bajo los aros con un Withey en fase de acoplamiento. Pero no fueron capaces de romper la contienda. Volvieron a reaccionar los bilbaínos desde la larga distancia con Bigote y Rigo para dejar el partido completamente abierto en el último cuarto (62-58). Una zona 3-2 del Surne, apoyado en 16 rebotes ofensivos, puso en aprietos al Joventut en el último acto. Luz y Goudelock anotaron desde los 6,75 y Willis aguantaba a la Penya con sus puntos. Esta se fue de siete (75-68) con cinco minutos por jugar, pero dos triples consecutivos de Bigote, que fue de menos a más, condenaron el partido a un final apretado (75-74, min. 37). El Surne llegó al último minuto dos puntos abajo (81-79), pero un robo de balón de Ribas evitó que pudiera empatar o ponerse por delante a 50 segundos del final. Un triple de Parra a 38 segundos para irse a vestuarios cerró el debate. Los detalles, ese factor que suele decantar compromisos, fueron verdinegros. O, más bien, el detalle: la mala defensa sobre el lanzamiento de tres de Parra.

Duran: "Estoy contento porque comenzar bien siempre es positivo"

Carles Duran, dijo tras vencer que estaba "contento" porque "comenzar bien siempre es positivo". El técnico verdinegro dijo que su equipo hizo "un buen partido en líneas generales, aunque no fuimos capaces de cerrar el partido y en algunas fases del partido jugamos un buen baloncesto". En ese sentido, el entrenador de la Penya dijo que pese al "trabajo defensivo excelente" de su equipo los 16 rebotes ofensivos del Bilbao "nos castigó porque fueron acompañados de canastas" del rival. Duran tuvo palabras de agradecimiento para el croata Ante Tomic que adelantó su vuelta a las pistas para "hacer el esfuerzo de ayudar al equipo porque estábamos en una situación límite" en las posiciones interiores del equipo. Valoró aun más el "importante triunfo" de su equipo el técnico catalán al haberlo conseguido "contra un equipo que juega bien al baloncesto y que será un equipo peligroso en la liga porque tienen muchos jugadores que anotan".