San Petersburgo juzga al Barça
Con la serie igualada, los de Jasikevicius están obligados al menos a ganar uno de los dos partidos en la pista del Zenit para forzar el quinto en Barcelona.
El 1-1 en el global de la eliminatoria de cuartos entre Barça y Zenit no es el resultado con el que los azulgranas querían viajar a Rusia, pero es el que se ha dado. Y esto es así, en gran parte, por mérito del equipo de Xavi Pascual. El Zenit no solo ganó el primer partido de la serie, sino que forzó una prórroga en el segundo e incluso tuvo un tiro para ganarlo. Y no fue cuestión de suerte, dinámica o acierto, sino que en muchas fases de ambos partidos fueron superiores al Barça. Un problema que Jasikevicius debe corregir lo antes posible pues una segunda derrota les dejaría contra las cuerdas.
Para entender la dinámica de la serie entre Zenit y Barça hay dos factores clave. El primero el impacto de dos jugadores, uno de cada equipo, que ha sido decisivo en ambos partidos. No fue ninguna sorpresa ver a Pangos siendo la absoluta referencia del equipo ruso, era algo ya sabido y que el Zenit supo explotar bien. Sobre todo, en el primer partido, jugó muy cómodo. También Davies, quizás el jugador más en forma del Barça, que mantuvo vivo al equipo en el primer duelo y le dio clara ventaja en el segundo. Un liderazgo, el de Davies, que asumió ante la incomparecencia de quienes acostumbran a hacerlo: Mirotic y Calathes.
Ninguno de las dos estrellas del Barça está jugando una gran serie, todo lo contrario, pero de ello tiene mucho mérito el Zenit. Los rusos han logrado en Barcelona ser superiores por dentro y anular al pívot montenegrino. Calathes, que sufre tapando a Pangos, jugó menos minutos de lo habitual siendo Claver y Hanga otras de las opciones para intentar frenar al base canadiense. De todas formas es evidente que ninguno de los dos ha estado a su mejor nivel. Ahora en Rusia tienen una doble oportunidad de resarcirse.
Público en las gradas
El partido de hoy, además, contará con público en la grada. Un factor que puede ser diferencial para la serie, pues los dos partidos jugados en el Palau fueron a puerta cerrada. También lo será el quinto, si llega, la semana que viene.
Con uno a uno en el global la realidad es que el Zenit tiene la eliminatoria donde la quería. Su reto era ganar al menos un partido en Barcelona para tener la capacidad de decidir la eliminatoria en su cancha. Y se han ganado ese derecho. Ahora es el Barça quien tiene que pelear por una victoria en Sant Petersburgo para devolver la serie al Palau o, en el mejor de los casos, para finiquitarle en Rusia.