Kresimir Cosic
Nos dejó pronto, en 1995 con 47 años víctima de un linfoma. ‘Kreso’ trabajaba entonces en la embajada croata en EE UU, el más americano de la primera generación de oro yugoslava, selección con la que consiguió tres títulos continentales, dos mundiales y el oro olímpico en Moscú 80. Un pívot de 2,11, y menos de 100 kilos, móvil, veloz y con fantásticos fundamentos, alma de base y una creatividad especial, un interior distinto a todos. En los Juegos de México 68 se colgó la plata y llamó la atención de los triunfadores, el equipo estadounidense. No sin dificultades logró marcharse a la universidad mormona de Brigham Young, en Utah, donde fue un ídolo y le retiraron la camiseta, además de convertirse en misionero de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Los Lakers le eligieron en el draft de 1973, pero su patria le esperaba de vuelta, no quería renunciar a la selección nacional y dijo no a la NBA.