SACRAMENTO KINGS

La alargada sombra de Doncic: nadie quiere a Marvin Bagley III

Los Kings eligieron a Bagley antes que a Doncic en el draft, un movimiento controvertido y finalmente un error rotundo. Ahora, le buscan salida.

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Luka Doncic y Marvin Bagley III, durante un partido de la NBA entre Dallas Mavericks y Sacramento Kings.
Ezra Shaw Getty Images

Mark Cuban es un tipo inteligente. Lo ha demostrado en repetidas ocasiones, ya fuera apostando a largo plazo por Dirk Nowitzki, permitiendo a Rick Carlisle convertise en una institución en los Mavericks o sabiendo moverse en el mercado para hacer una reconstrucción que se hizo del todo efectiva cuando el jugador alemán anunció una retirada eternamente postergada. Ahí fue, precisamente, donde Cuban ha tenido el mayor de sus aciertos, en el draft de 2018. La buena ristra de ojeadores que trabajan para la entidad texana hizo su trabajo y señalaron a Luka Doncic como el hombre del futuro y la apuesta del directivo fue siempre clara, pero había un escollo insuperable: que alguien lo eligiera antes. Estaba claro que los Suns, necesitados desesperadamente de un pívot, se quedarían con DeAndre Ayton, pero lo que nadie sabía era que los Kings iban a pasar del esloveno para hacerse con Marvin Bagley III, un ala-pívot polifacético que jugó en la Universidad de Duke.

La controvertida decisión, auspiciada por el General Manager de los Kings hasta el final de la temporada pasada, Vlade Divac, permitió a Cuban hacerse con Doncic, tras apalabrar con los Hawks su traspaso, el número 3, a cambio del 5, que corría a cuenta de los Mavs. Los derechos de Trae Young llegaron a Atlanta mientras que los de cierto esloveno que venía de ser MVP de la Final Four con el Real Madrid aterrizaban en Dallas. Y la comparativa nunca fue tal con Trae, su némesis, el hombre con el que crecerá y podrá formar una rivalidad histórica. Pero hoy día la gente si se acuerda de Bagley III, un hombre que no fue el culpable de nada pero ha sufrido mucho solo por el hecho de ser elegido por delante de Doncic (y de Trae, claro), algo que no depende de él y de lo que la gente responsabiliza, con razón, a Divac. Pero claro, con Bagley como daño colateral y talento que no ha terminado de explotar.

Los Kings, a confirmar el error

En los últimos días, Sam Amick (The Athletic) y Chris Haynes (Yahoo Sports) han hablado de las intenciones de los Kings de traspasar a Bagley, con el que además se ha cebado la mala suerte: su primer año no fue malo, rozando los 15 puntos y superando los 7 rebotes de promedio saliendo desde el banquillo. Pero las lesiones solo le permitieron disputar 13 encuentros la temporada pasada, mientras que en la presente solo es uno más dentro de un equipo a la deriva, tanto en los despachos (ahora con Monte McNair) como en los banquillos (Luke Walton). Con su traspaso, los Kings buscan dar un golpe de efecto que les ayude en la lucha por los playoffs, de la que están más alejados de lo que deberían. Como franquicia, no acceden a la fase final desde 2006, la racha negativa más larga de cualquier equipo de la actualidad. Estaba de entrenador, atención, Rick Adelman. Con eso se dice todo.

Bagley ha sido ofrecido a los Hawks para atraer a John Collins y a los Pistons a cambio del rookie Saddiq Bey. En ambos casos, los Kings han recibido negativas, como si la mala suerte acompañara a Bagley allá donde fuera. El ala-pívot es muy mal defensor, tira mal desde el exterior y no sabe postear, aspectos que tiene que mejorar para ser atractivo en el mercado, pero es el sainete a su alrededor, toda esa música que enturbia sus oídos, la que hace que los equipos lo rechacen, además de un juego que se limita a la transición. Con 22 años recién cumplidos, Bagley tiene camino por delante, y estará en su mano y en el de ese juez inmisericorde que representa la opinión pública, no ser recordado como uno de los mayores errores de la historia del draft de la NBA, una clasificación que siempre atrae muchos comentarios y debates. Eso sí, son los propios Kings los que reconocen que fallaron al traspasar a Bagley. Y es que la sombra de Luka Doncic es alargada. Muy.