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Naiara Díez: "Da vértigo saber cuándo es el momento final"

Cuelga las botas un referente del Gernika, que vio crecer al equipo vizcaíno desde la Liga Femenina 2 hasta las puertas de los cuartos de final de la Eurocup.

naiara Díez, en Maloste
AIOLDIARIO AS

Naiara Díez no ha sido una superestrella del baloncesto a nivel mundial, ni tampoco en España. Está por debajo de esa consideración, pero sí que pasa a la historia como una de las jugadoras emblemáticas de un club que no ha parado de crecer en la última década, el Gernika. En verano ya se hablaba de que este podía ser su último año en activo y lo ha anunciado estos días por sorpresa. Estuvo fuera en la Copa de la Reina y también vio desde fuera el partido de Eurocup ante el Sepsi SIC. Se han cruzado por medio motivos laborales.

Salió de su casa en busca de fortuna a las 16 años, y ahora a los 34, la alero de Alsasua cierra una carrera espectacular en la que ha dejado huella tanto profesional como personal allá por donde ha pasado. Eso sí, no abandona el baloncesto del todo, de alguna manera seguirá ligada al deporte que ha engrandecido. "He tenido la suerte de dar voz a los valores del Gernika y transmitirlos a las jugadoras jóvenes", explica desde su tierra. "Me he sentido la mejor en todos los equipos que he capitaneado porque he tenido el mejor grupo posible, el que más te va a ayudar", sostiene. Deja el brazalete en manos de la granadina Arrojo "y lo va a hacer mejor, seguro". Se siente abrumada por tantas muestra de cariño tras dar oficialidad a su retirada, "no me lo esperaba, la verdad". "Creo que siempre he priorizado el nosotras por encima del yo y eso ahora lo estoy viendo reconocido en forma de cariño", adivina.

Echa un vistazo atrás y siente cierta nostalgia. Admitir que están en el final de una larga carrera no es fácil. "Siempre da vértigo saber cuándo es el momento final, pero estoy feliz, es una decisión tomada muy a conciencia, muy meditada. Te das cuenta cuándo llega el final. He sido una afortunada por poder elegir cuándo tomar esta decisión. Es una retirada muy feliz". No se considera un referente sino "una jugadora muy normal". eso sí, se siente una privilegiada por todo lo que ha podido disfrutar. "Me ha hecho ilusión que gente que es estrella de este deporte, porque ellas sí que son estrellas, me hayan escrito y me ha hecho pensar que algo sí he hecho bien durante estos años", refleja. Considera que una deportista de élite no siempre puede elegir cuándo colgar las zapatillas, "a veces el deporte es el que te deja a ti y yo no quería que eso ocurriese"

Lo que siente muy dentro como una punzada es no haber podido decir adiós en Maloste, con la grada llena, "con mi gente, en la despedida idílica", pero entiende que la pandemia ha cambiado los planes de todos el mundo y ella es como una hormiguita en todo este engranaje. Se subía por las paredes el martes en casa al presenciar la eliminatoria de octavos de Eurocup ante el Sepsi. "Es que son mis chicas, igual el año próximo ya no hay muchas de las que han sido mis compañeras y no tengo me veo tan implicada".

Llegó hace ocho años en Liga Femenina 2 y ha dejado al equipo a las puertas de los cuartos de final de la Eurocup. "Eso dice mucho del trabajo que se han hecho estos años. El éxito ha llegado a base de mucho sacrificio". En lo personal, no deja de regalar agradecimientos: "Es una fortuna, un honor y un privilegio. Me han cuidado muchísimo. Me han pegado hasta su euskera. Es como un homenaje que les debo por todo lo que me han dado. Después de Alsasua, Gernika es mi casa".