El Casademont Zaragoza sigue con paso firme en la Champions
El equipo aragonés vence al Brose Bamberg alemán (77-65). Suma su segunda victoria seguida en el playoff y se mantiene como líder del grupo L.
El Casademont Zaragoza mantiene el paso firme en la Liga de Campeones tras superar al Brose Bamberg, por 77-65, en un partido marcado por el irregular inicio del equipo local, del que no pudo abstraerse en ningún momento, aunque logró una victoria que supone un gran paso hacia la Final a Ocho.
El triunfo, que le mantiene líder del grupo, fue lo mejor de un partido en el que los "rojillos" no supieron leer el juego ni lo que más convenía, salvo en contadas ocasiones, aunque por calidad individual fueron capaces de decantar.
Posiblemente el hecho de enfrentarse a un equipo que llegaba con bajas y que había estado cinco días parado en cuarentena y sin poder entrenarse hizo que la relajación hiciera acto de presencia y que cuando el equipo quiso reaccionar le costó y no fue el Casademont Zaragoza de otros partidos.
El inicio del encuentro fue errático por parte de ambos conjuntos, con pérdidas y fallos en pases y lanzamientos por parte de españoles y germanos y en el caso de los propietarios del terreno con algo que se está volviendo recurrente, demasiado juego individual y poco colectivo.
A pesar de que los alemanes tardaron más de cinco minutos en anotar el desconcierto local le permitió que, con un parcial de 0-9 en apenas dos minutos, se metieran en el partido igualando las cosas al final de los primeros diez minutos (14-13) y que, ante el hecho de que cada uno hiciera la guerra por su cuenta en el bando aragonés, también se llegara al tiempo de refresco con todo por resolver (33-31).
La falta de atención atrás de los zaragozanos en los primeros 20 minutos permitió al Bamberg capturar trece rebotes ofensivos, dos menos que el total del Casademont, que supusieron segundas y terceras oportunidades en el mismo ataque.
Esto tuvo como consecuencia estar siempre cerca en el marcador porque además el conjunto maño siguió abusando del juego individual en detrimento del colectivo y se mostró muy desacertado en los triples (20 %), aunque, por fortuna para sus intereses, los teutones no le anduvieron a la zaga en errores desde la línea de 6.75 (17.65 %).
La mejor noticia que trajo el descanso para los hombres de Sergio Hernández, se supone que tras reconvenir el técnico argentino a sus hombres, fue una clara mejoría defensiva que permitió, sin alharacas, subir poco a poco las diferencias al estar también más centrados ofensivamente para dejar en 65 puntos anotados a un equipo cuya media en la competición continental estaba siendo de 85 puntos.