A la quinta va la vencida
El Uni Girona levantó en Valencia su primer título de la Copa de la Reina, el quinto para Laia Palau. La conexión entre Chelsea Gray (MVP) y Julia Reisingerova, clave.
Con el Perfumerías Avenida fuera de la ecuación, alguien se iba a estrenar en Valencia. Y a la quinta fue la vencida para el Uni Girona, que logró levantar su primera Copa (en sus vitrinas ya brillaban dos Ligas y dos Supercopas) tras perder las últimas cuatro en la final ante el equipo salmantino. Las de Alfred Julbe no pagaron el esfuerzo extra del sábado (jugaron una prórroga para eliminar al Avenida) y dominaron un partido en el que el Valencia Basket, quizá, pagó su inexperiencia (72-62). No hay que olvidar que las de Rubén Burgos, aunque se hayan acostumbrado a mirar todo desde arriba y hayan ocupado el hueco que dejó el Ros Casares en la capital del Turia en 2012, llevan sólo tres años en la élite y éste era su primer partido con un título en juego. Eso sí, su ascenso ha sido meteórico: cuartos de final en su primer año, semifinales en el segundo y finalistas en este último.
Las anfitrionas comenzaron mandando (2-8, min. 5), aunque el Girona, con la incombustible Laia Palau a los mandos, le dio la vuelta al partido pronto, con un parcial de 14-0 (16-8, min. 9). Más de cuatro minutos sin anotar para las taronja, que en un abrir y cerrar de ojos se vieron diez abajo (28-18, min. 15), pero nunca bajaron los brazos. Sumando de uno en uno (Juskaite anotó seis tiros libres seguidos), el Valencia volvió al partido (28-26, mi. 18) y se fue al descanso con una ligera desventaja (31-34) y con la idea de que, en cuanto empezaran a entrar los tiros, el partido le sonreiría.
El Uni Girona suele salir algo despistado de vestuarios, pero no ocurrió en esta final, aunque Laura Gil puso a las suyas por delante (34-35). Al equipo catalán no le entraron los nervios. Chelsea Gray encontraba con facilidad en la pintura a Julia Reisingerova (13 puntos al final, siete en ese cuarto) y el equipo catalán se puso siete arriba (54-47) tras el susto inicial. Además, ató en corto al Valencia Basket, que apenas pudo correr y se atascó en ataque, ante una zona, porque los triples tampoco le entraban (3/15).
Aun así llegó a los minutos finales con opciones, sólo cuatro abajo (66-62) a 3:34, pero se aceleró un pelín más de la cuenta en sus posesiones y una técnica a Queralt Casas (a 1:19 y que se resolvió con 71-62 a favor para el Girona) acabó con las pocas opciones que tenía de estrenar su palmarés. De todas formas, en Valencia avisan de que han llegado para quedarse. “Somos el Valencia Basket y vamos a jugar más finales”, sentenciaba Anna Gómez, capitana del equipo taronja, tras perder la final.
Un nuevo gigante para un baloncesto femenino que vuelve a presumir de buena salud y de alternativas. Aunque el Avenida ha llevado el peso durante toda la temporada (24-0 en la Liga Femenina Endesa y una racha de 41 victorias seguidas), en Valencia hemos asistido a una Copa inédita con un campeón inédito: el Uni Girona. El que la sigue la consigue.