NBA | DRAFT 2020

Bolmaro: de triunfar en el atletismo al Barça y a la NBA

El base (20 años y 2,03 metros) del conjunto azulgrana salió elegido en el draft y jugará en los Minnesota Timberwolves. Será el 13ª argentino en jugar en la NBA.

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Desde la llegada de Pepe Sánchez a la NBA en la temporada 2000-2001 hasta hoy, doce jugadores argentinos han estado en la Liga estadounidense. Esta noche en Las Varillas, una pequeña localidad al Este de la provincia argentina de Córdoba de 17.000 habitantes, todos estaban pendiente del draft de la de 2020: Leandro Bolmaro (20 años y 2,03 metros) ha sido elegido en él tras ser seleccionado en la primera ronda, algo que no pudo conseguir siquiera Emanuel Ginóbili. En concreto le han elegido con el número 23 los New York Knicks, aunque finalmente jugará en los Minnesota Timberwolves, que se hicieron con ese pick a cambio de las elecciones 25 y 33.

Pero el baloncesto no fue el primer deporte de Bolmaro, fue campeón de Argentina de hexatlón en la categoría Sub 14 de los Juegos Evita de ese mismo 2014 y ya había terminado quinto en un Sudamericano. Dos años después, incluso, sería ganador del decatlón en la Copa Nacional de Pruebas Combinadas.

La mejor escuela Bolmaro la tenía en la casa. Su hermana Camila, seis años mayor, especialista en los 400 metros y una de las mejores atletas jóvenes del país, era su modelo a seguir en el deporte y en la vida.

"Cuando ella estaba en la Selección, era habitual para nosotros acompañarla a los entrenamientos. Como Leandro no tenía nada que hacer, se ponía a saltar en el cajón de longitud. No paraba nunca", recordaba su padre Osvaldo.

Baloncesto en la sangre

Aunque su padre tenía una escuela de baloncesto no dejó que el chico empezara jugar a este deporte hasta que tuvo diez años. Él se moría por jugar pero su padre explicaba que "no quería que el niño se sintiera mal. Siempre veía cómo se frustraban los más chiquitos, de cinco o seis años, al no poder llegar ni siquiera al aro. Yo no quería eso para él, así que en ese momento no lo dejé".

Y el legendario ex jugador internacional Daniel Farabello, entonces responsable de las selecciones de base, estaba viendo un torneo Sub-15 y vio a un base del Almafuerte (el equipo de Las Varillas) que había mostrado condiciones técnicas y físicas bastante superiores a las que esperaba ver en aquella visita.

Habló con ese chico, llamando Leandro, y le preguntó si había sido convocado alguna vez en las selecciones inferiores y éste le respondió: "No, no me han convocado nunca, ni siquiera he estado en una selección provincial".

A partir de entonces empezó una progresión imparable, pero no perdía su humildad. Cuando fue invitado a la convocatoria del Mundial Sub17 en 2016, señaló que "entonces me di cuenta de que no estaba a la altura". "Tenía que entrenarme más y ponerme las pilas en los fundamentos individuales y todo lo que tiene que ver con el baloncesto en sí mismo", aseguró.

Por eso, de regreso en Las Varillas tras aquella concentración comenzó por su cuenta un duro programa de entrenamiento: fundamentos por la mañana, gimnasio por la tarde y baloncesto por la noche. Dejó el Almafuerte y con 16 años disputó el Campeonato Provincial sénior con el club El Ceibo de San Francisco, localidad a 80 kilómetros de su casa, destacando ya sobre el resto de los jugadores.

Pepe Sánchez y el Barça

Así, el Cebolla -apodo que le pusieron en Las Varilla porque de su pelo puntiagudo le daba a su cabeza la forma de ese vegetal- llego al Bahía Basket en el año 2017, en Bahía Blanca (Buenos Aíres) a 700 kilómetros de su casa, para disputar la Liga de Desarrollo de la Liga Nacional. Allí estaba como técnico Pepe Sánchez, el internacional argentino y exjugador de la NBA, que también jugó en el Barça y uno de sus valedores.

En 2018 el cordobés integró en el combinado internacional que enfrentó a un seleccionado juvenil de Estados Unidos, en el marco de la edición 21ª del Nike Hoops Summit que se jugó en el Moda Center de Portland (Oregon).

Y el gran momento llegó el 6 de agosto de 2018 cuando se confirmó la llegada de Bolmaro al Barcelona con la intención de que se integrara en el equipo júnior del club azulgrana, aunque jugó la mayor parte de la temporada en el Barça B de la Liga LEB Oro.

Tras la grave lesión de Thomas Heurtel, Kevin Pangos y las diversas bajas producidas en la posición de base a principios de la temporada 2019-20, Bolmaro entró de lleno en las rotaciones del primer equipo.

Esto le valió para que Sarunas Jasikevicius, el nuevo entrenador azulgrana, decidiese su incorporación al primer equipo y el club le renovase hasta 2023. Con esta extensión de salario, aumentó su salario y también su cláusula de rescisión de contrato (900.000 euros).