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EUROLIGA | 5ª JORNADA

El Valencia conquista la cancha del líder Zalgiris

Un segundo tiempo sideral, con 57 puntos, valen la tercera victoria taronja en la Euroliga ante más de 5.000 espectadores en el Zalgirio Arena de Kaunas.

Klemen Prepelic lanza ante la defensa del Zalgiris.
Klemen Prepelic lanza ante la defensa del Zalgiris.Euroleague

El Valencia superó en Kaunas su performance del Wizink. Sus dos últimos cuartos son difícilmente mejorables aunque al final, con el duelo ya en el bolsillo, relajó un poco su defensa y dio pie al líder Zalgiris a maquillar el resultado. La exhibición taronja la presenciaron 5.131 espectadores en plena escalada de la pandemia en Europa. Inexplicable en un torneo tan bonito pero que está sembrando tantas dudas de protocolo como la Euroliga.

Quizá por estar poco acostumbrado a estos ambientes desde hace meses, el Valencia salió un poco apocado, algo a lo que contribuyó el acierto de cirujano del Zalgiris desde el 6,75. Sin embargo, una vez que pasó por el descanso y refrescó las ideas, aplastó al que, hasta el momento, parecía intocable Zalgiris. Fue un triunfo coral fraguado en una defensa casi perfecta sumado a un ataque fluido y con acierto en el tiro que anotó 57 puntos en la segunda parte. De los que gustan en La Fonteta.

La victoria valenciana tuvo sabor balcánico. Dubljevic lideró la estadística y mantuvo al Valencia en el partido cuando el Zalgiris al principio avasallaba. 16 puntos y 5 rebotes para el capitán, en sólo 23 minutos, con sólo dos tiros de campo fallados en todo el partido. Kalinic volvió a demostrar que es el jefe de este equipo pese a haber aterrizado en La Fonteta hace pocos meses. Y Marinkovic (16 puntos) y Prepelic (13) le dieron a los lituanos de su misma medicina desde la larga distancia. Labeyrie y Tobey completaron una rotación de libro que dieron motivos a Ponsarnau para estar más que exultante.

Zalgiris salió lanzado por la confianza que le daba contar los partidos por victorias y también la ventaja de tener un pabellón lleno de espectadores cuando la mayoría de los equipos juegan con sus canchas vacías. Así, los verdes empezaron a anotar cada triple que pasaba por sus manos. 7 de 9 en el primer cuarto. Impresionante aunque difícil para darle continuidad. El Valencia no rehuyó el tiroteo y fue nivelando el marcador con Dubljevic liderando la nave. Si el Zalgiris disparaba desde el perímetro, el Valencia percutía dentro, donde Dubi, Labeyrie y Kalinic se sentían superiores. Pero el ritmo desde el 6,75 de los lituanos era imposible de seguir. Otro de Milaknis ponía el 27-22 al final del primer cuarto.

Era obvio que el acierto desde la larga distancia del Zalgiris no podía seguir tan alto. Y así fue. Pero el Valencia no aprovechó esa bajada lituana para limar la distancia. Williams, como viene siendo habitual desde que llegó, alternaba errores infantiles con jugadas espectaculares. Hayes, por su parte, cogió el testigo de sus francotiradores y aprovechaba los cambios de defensor para anotar con mucho temple. Dubi volvió del banquillo al rescate pero un triple de Walkup y una canasta de Rubit ponían la máxima ventaja local (43-33, min. 18). Otra vez Kalinic y Dubi mostraron su superioridad cerca del aro para recortar aunque dos tiros libres de Grigonis parecía que dejaban una buena renta para los locales al descanso (45-37). Parecía.

Parcial 37-57 en la segunda parte

Del descanso salió otro Valencia. Ya acostumbrado a un ambiente hostil después de tantos meses, los taronjas asfixiaron a un Zalgiris que pasó de hacer un concurso de triples de la NBA entre sus jugadores a encontrar un tapón en la canasta. Pero no sólo eso. El equipo de Ponsarnau lo bordó en la circulación y en el acierto en el tiro. El cuarto perfecto, el mejor de la temporada taronja. Ni en el Wizink completaron un periodo igual. El marcador parcial lo dice todo: 12-30. Dubljevic siguió mandando; Marinkovic acertó los tiros, igual que Prepelic cuando le sustituyó;Van Rossom y Vives dirigieron con cabeza; y Kalinic comandó las operaciones en defensa y anotó con clase en ataque. La defensa fluye al ataque.

Con diez arriba para el Valencia arrancó el acto definitivo. Pero la obra estaba inacabada. Había que repetirlo y Ponsarnau arrancó con una segunda unidad que se sumó a la fiesta. Los lituanos tenían literalmente miedo a tirar. Y los taronjas tenían el piloto verde encendido. Un triple de San Emeterio y dos seguidos de Marinkovic mandaron al líder a la lona. Nunca se levantó de ahí (62-78, min. 35). Los lituanos lo vieron perdido y entonces se soltaron. Empezaron a meterlas pero el triunfo visitante nunca corrió peligro. Dos triples seguidos de Lekavicius y Milaknis le pusieron algo de picante al duelo (70-80) con aún tres minutos por jugar. Pero en el ataque siguiente, Guillem Vives le devolvió el triple y agarró ya para siempre el tercer triunfo taronja en esta Euroliga.