LeBron James se encuentra a una victoria de ganar la NBA en 2020 en lo que sería su cuarto campeonato pero el primero con los Lakers, su tercera franquicia en la NBA (con las otras dos, Heat y Cavaliers, ya ganó en su día). Es por ello que la megaestrella nacida en Akron ha viajado en el tiempo, concretamente hasta 2018, para expresar lo que sintió cuando se unió al equipo californiano y lo que todo ha cambiado desde entonces. Una primera temporada decepcionante dio paso a una segunda marcada por el coronavirus y el cambio de formato para encontrarse, de nuevo, a muy poco de colocarse un nuevo anillo de campeón en el dedo. 

En una conferencia de prensa habló ante los periodistas de lo exigente que es la masa social de los Lakers con sus jugadores, aunque sean nombre de primer orden como ya lo era él antes de su fichaje por el equipo de Los Ángeles. 

"No les importa tu currículum para nada. Tienes que hacerlo como 'laker', tienes que ganar como 'laker': entonces te respetarán. Es lo que he aprendido en este tiempo", aseguró James, que además añadió: "Les da igual lo que hayas hecho en el pasado, tienes que hacerlo con ellos también. De eso me he dado cuenta, eso es pertenecer a los Lakers". 

La pasada campaña, con el equipo quedándose fuera de la lucha por el título pese a los fichajes, fue criticada por los aficionados, mayoría junto a los de los Celtics en el espectro de la NBA, por las expectativas creadas y no materializadas.

James, de 35 años, asegura, sin embargo, ser hombre de presente: "No pienso mucho en ello. Creo que la historia que se contará sobre esta temporada es la que debería ser contada y será escrita como debería ser escrita. Pero no vivo mi vida pensando en mi legado. Además, para mí es más importante lo que hago fuera de la cancha que lo que hago dentro de ella".

Tras las críticas a otros compañeros como Caldwell-Pope o Kuzma, ya diluidas por su papel en las Finales, James, con el poso que le dan las temporadas que lleva jugando (17), cierra así su discurso: "Si te gusta cómo juego, guay. Si no te gusta, guay también. A eso se reduce todo".