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NBA | FINALES 2020

KCP: de los memes y las noches en la cárcel a héroe de los Lakers

El escolta jugó un gran cuarto partido y apareció en el momento más caliente para anotar cinco puntos seguidos. Su lugar y su rol en los Lakers han sido siempre muy cuestionados.

KCP: de los memes y las noches en la cárcel a héroe de los Lakers
Kevin C. CoxAFP

Hace no mucho, Kentavious Caldwell-Pope (1,96, 27 años) era un saco de chistes y memes en las redes sociales. Tuvo un pésimo inicio de temporada, la tercera para él en los Lakers: en los primeros nueve partidos, 5,6 puntos, 2,1 rebotes, 1,6 asistencias con un 25% en tiros y un 23,8% en triples. Era el jugador que había vuelto dos veranos a la franquicia (2018 y 2019) con contratos que parecían muy altos (12 millones por una temporada y 16,4 por dos con una player option para la segunda, la próxima) para su rendimiento y que muchos achacaban a que formaba parte de la escudería Klutch, el entramado de representación que dirige Rich Paul, la mano derecha de LeBron James. De hecho, desde que firmó por primera vez en L.A. (verano de 2017) después de cuatro decepcionantes temporadas en los Pistons, se quiso ver en la generosidad de los Lakers un mensaje a LeBron, que aterrizó en el verano de 2018: tener contenta a la gente de Klutch.

No solo eso: en enero de 2018, Caldwell-Pope acaparó titulares por dormir en prisión y salir a entrenar y jugar durante 25 días… y sin abandonar California, lo que le hacía no poder jugar los partidos a domicilio si eran fuera del estado (se perdió tres) e ir a los del Staples con localizador GPS. La condena venía por saltarse un programa de controles sorpresa al que fue sometido tras ser detenido, todavía como jugador de los Pistons, por conducir ebrio. ¿Más chistes? Más chistes. La cosa llegó tal punto en el inicio de esta temporada, cuando no le entraba ni un tiro y todo el mundo se preguntaba si los Lakers tenían fondo de armario para aspirar a título por mucho LeBron y Anthony Davis que lucieran, que cuando apareció una cuenta en Twitter defendiendo a Kentavious Caldwell-Pope, KCP, se dio por hecho que era él mismo tratando de parar golpes desde el anonimato. Es curioso revisar ahora algunos de los tuits de esa cuenta (@tan50879294): “Es duro ver tanto odio hacia alguien que lo da todo. KCP va a seguir jugando, puedes estar con él o contra él, pero cuando sea parte importante del equipo campeón, no te sorprendas”.

Parte importante del equipo campeón: KCP enderezó el rumbo a partir de un duelo contra los Kings (16 puntos). Ha jugado como titular y como suplente, ha aportado en defensa y en ataque y ha sido en muchas noches el tercer mejor jugador de los Lakers. En el cuarto partido de las Finales, el gran momento por ahora de su carrera NBA, sumó 15 puntos y 5 asistencias. Arrancó con 8 de los 10 primeros tantos de los Lakers, y dos triples muy necesarios para que el equipo templara los nervios, y acabó siendo determinante: en 56 segundos y cuando quedaban menos de tres minutos para el final y el marcador estaba en 88-90, anotó un triple desde la esquina y, en el siguiente ataque, una penetración valiente: cinco puntos seguidos, +7 para los Lakers. Cuando más quemaba la bola y sumando esa aportación a un trabajo incesante en defensa para no dejar lanzar con comodidad a Duncan Robinson y Tyler Herro.

Este obrero KCP era, en realidad y aunque ahora cueste recordarlo, un proyecto de estrella. Una sensación en su Georgia natal, primero en el instituto Greenville y después en la NCAA con los Bulldogs. En su último año antes de high school promedió 31 puntos y 8,2 rebotes. Los ojeadores lo colocaron como el tercer mejor escolta y el duodécimo mejor jugador de su generación. Y después de dos años en la Universidad de Georgia (18,5 puntos y 7,1 rebotes en el segundo) se presentó al draft y fue elegido con el número 8 por los Pistons. En Detroit no triunfó, aunque asomó trazas de 3+D (alero defensor y tirador) sin regularidad ni verdadero peso específico. En los Lakers, sobre todo esta temporada, se ha asentado como perro de presa defensivo en el físico sistema de Frank Vogel, se ha estabilizado como tirador y ha mejorado mucho su visión de juego y su movilidad sin balón. Lo que necesitaba, ni más ni menos, un equipo con LeBron y Davis. Y que se quedó sin Avery Bradley para el reinicio de la burbuja.

KCP ha metido 40 triples en estos playoffs, el tope de un jugador de los Lakers solo por detrás de los 49 de Kobe Bryant en 2010. Ha tenido malos partidos, erráticos en el tiro, pero ha trabajado siempre duro, ha defendido y se ha ofrecido con personalidad. Y ha anotado, gracias a ese carácter, tiros importantes en momentos en los que las defensas colapsaban sobre las dos megaestrellas. En muchos partidos, en efecto, el tercer mejor jugador de un equipo que está a una victoria del anillo de campeón. Ya nadie hace memes ni cuestiona su relación vía Kltuch con un LeBron que le ayudó a salir del pozo en los peores momentos del inicio de curso: “Mis compañeros han estado ahí para mí, este vestuario es una familia”. Le queda una victoria, un día más de pasar bloqueos y apuntar desde las esquinas. Y será, si la logra, campeón de la NBA.