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Eterna Laia Palau: "No me voy a perder unos Juegos Olímpicos"

La capitana de la Selección piensa en Tokio y cuenta como entrena durante el confinamiento: "Si sigo así saldré mucho mejor. En dos metros cuadrados lo voy a petar".

Eterna Laia Palau: "No me voy a perder unos Juegos Olímpicos"
RODOLFO MOLINADIARIO AS

Anna Cruz dice que es inmortal y Lucas Mondelo que les va a jubilar a todos. Y nosotros vamos a tener que empezar a creerlo. Laia Palau tenía su hoja de ruta marcada: los Juegos de Tokio iban a ser su despedida de la Selección pero, con el cambio de fecha, tendrá que esperarse a 2021. “Pensaba acabar este verano. Y me iba a dar el gustazo de hacerlo en Tokio. No iba a parar de jugar, pero sí retirarme de la Selección. Y ahora... pues lo de siempre. Si me encuentro bien y les cuadro, supongo que iré a Tokio. No me voy a perder unos Juegos”.

Laia llegaría a la cita olímpica con 41 años y se convertiría en la jugadora de baloncesto más veterana en disputarlos. “En Río nadie se podía imaginar que iba a llegar a 2020. Yo pensaba que ya era mayor, tenía 35... Y ahora, con 40, tengo el sueño olímpico aparcado aunque se me ha pasado de todo por la cabeza. He llegado a plantearme que tengo cinco meses por delante en los que no voy a competir y que a lo mejor era el momento de hacer otras cosas”.

Aunque pensaba que el COI iba a “agotar más los plazos”, cree que han tomado la decisión correcta. “No es lo mismo un deporte colectivo que uno individual. El parón les afecta más a ellos o a lo mejor lo pienso porque tengo mucha confianza en nuestra Selección. Nosotras, en mes y medio lo preparamos”, dice la base del Uni Girona que también se mostraba dispuesta a ir a una cita “marcada por el coronavirus”. “Sin récords ni grandes marcas, pero lo que me daba miedo es que la gente empezara a hacer trampas. O se conseguían permisos especiales para entrenar o algunos se hubieran saltado las reglas. Y eso no me parece bien".

Con la Liga Femenina Endesa suspendida hasta el 12 de abril, Laia sigue en plena forma. “Si sigo así saldré del confinamiento mucho mejor. A lo mejor corriendo no, pero en dos metros cuadrados lo voy a petar. Todas las mañanas doy clases por Instagram con una entrenadora que me tiene machacada. Y me apaño con lo que tengo: garrafas, cartones... Un día hice una clase tipo kickboxing y pensaba que la leche iba a salir volando. Tengo una esterilla, gomas, pero no estuve rápida a la hora de aprovisionarme. Por no tener, no tengo ni un balón de baloncesto”.

La jugadora con más internacionalidades de la historia (298 partidos) se encuentra en la primera etapa de su confinamiento. “Tras el susto de los primeros días, creo que ahora cada uno tenemos nuestras rutinas, pero como esto va para largo... hay que darle una vuelta más. Soy una privilegiada. Estoy sana, mi familia también, en un sitio que me gusta, tengo espacio... Pienso en los médicos y en la gente que cada día levanta este país, los que están al pie del cañón. Para mí esto son casi vacaciones”.

Por lo tanto, la casa, por ahora, no se le cae encima. Por la mañana contesta mensajes y videollamadas antes de machacarse en ‘su’ gimnasio. Por la tarde, aparte de una buena siesta, hace yoga, puzzles, dibuja, lee... y juega al ping pong en una mesa que se ha fabricado en el comedor. Por la noche, toca película o serie. “Es un poco lo que hacemos todos. Al final, el día no me da para todo lo que quiero hacer”.

Entre sus grandes descubrimientos está la filósofa Marina Garcés. “Estoy enganchadísima a sus conferencias en Youtube. ¡Me encanta escucharla! La votaría de presidenta”. Y también saca tiempo para volver a ver ‘Juego de Tronos’ (“a veces me agobio, con lo que hay que hacer y lo que dura...”), leer la trilogía del Baztán de Dolores Redondo (“muy entretenida”) o descubrir algo nuevo en su inventario de frutas y verduras. “No sé qué pasará, pero creo que esta incertidumbre la tenemos todos. Llevo tiempo sin hacer planes y voy a seguir en esa misma línea. Me concentro en el hoy, en qué quiero hacer. Y me meto en la cama cansada, habiendo aprendido algo... Porque lo único que sé es que mañana será otro día”.