Los Mavericks lograron otra victoria en su casa. Esta vez tocaba la visita de los renovados Timberwolves, que no contaban con el lesionado Towns pero sí con una cara familiar para Doncic y Porzingis: el español Juancho Hernangómez. Se ha asentado en la titularidad del equipo de Ryan Saunders, pero esta vez no estuvo fino: sólo ocho puntos anotados y -31 en pista, el peor de los suyos en ese aspecto. 

Los locales abrieron rápido la brecha por la que no pararía de brotar sangre hasta el descanso. Los texanos ya habían ganado suficiente ventaja como para permitirse el lujo de jugar con ella. Dominio de la pintura (+12 rebotes) y buenos porcentajes de tiro (50% de acierto), así es más fácil ganar. 

A lo ya sabido y comentado se puede destacar esta vez el acierto de Seth Curry, capital para que los Mavs consigan algo grande, la consistencia de Tim Hardaway en las últimas fechas y lo bien que se defiende Delon Wright si se exige más esfuerzo. 

Mala racha en Minnesota

Los Wolves están sumidos en un pozo que, por ahora, no tiene fondo. Sólo el debut de Juancho y Beasley ante los Clippers, con récord de triples y una victoria de mucho mérito, supuso un oasis en este árido desierto. Cinco derrotas seguidas tras lo mencionado y, en total, sólo dos partidos ganados en los últimos veinte.

Los cambios fueron lo que fueron, con Andrew Wiggins marchándose del equipo tras años en los que no logró dar el máximo, y la llegada de D'Angelo Russell de momento sólo se traduce en buenos números individuales (29 puntos) pero no colectivos. 

Preocupación por Doncic

Luka Doncic disputó 25 minutos y en ellos fue capaz de, pese a molestias físicas, sacar 20 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias. El esloveno, que se torció de nuevo el tobillo que le lleva martirizando toda la temporada, explicó luego qué ocurrió tras pisar a James Johnson y tener que ir más contenido en el final del encuentro: "Ésa es la razón por la que no jugué en Atlanta. Estamos intentado que baje la hinchazón".