Marcus Morris, tras la llegada de Robert Covington a los Rockets y de Andre Iguodala a los Heat, era la gran pieza por la que se peleaban en el día del cierre de mercado Lakers y Clippers, los dos equipos angelinos que buscaban un alero fuerte para apuntalar su rotación de cara a los playoffs. Y Morris (30 años) jugará finalmente en los Clippers, que dan así un golpe al que parece su gran rival en la Conferencia Oeste.

En los Knicks se veía con buenos ojos la opción de Kyle Kuzma, pero los Lakers retiraron al ala-pívot de unas conversaciones difíciles porque había que cuadrar traspasos y el nombre de Danny Green era innegociable para los de Frank Vogel. De esta forma, los Clippers construyeron un trade a tres bandas que les permite quedarse con Landry Shamet, el joven tirador que parecía destinado a acabar en los Knicks si finalmente se hacían con Morris unos Clippers que han vuelto a orquestar una muy buena operación para reforzar sus opciones de ser campeones. Además de a Morris se han llevado a Isaiah Thomas, que está rindiendo a un buen nivel en los Wizards.

El equipo de Doc Rivers buscaba en este mercado un alero alto y un base para la segunda unidad, y se han hecho con ambas piezas gracias a una operación en la que los Knicks se llevan la primera ronda de 2020 de los angelinos y a Mo Harkless y los Wizards a Jerome Robinson, de los Clippers.

Con el movimiento de Thomas, todo apunta a que Darren Collison, el base que quiere volver a las pistas tras su sorprendente retirada en verano, acabará en los Lakers, que finalmente no han obtenido nada antes del cierre y ahora dependerán del mercado de buyouts y agentes libres.