Los Pelicans de Zion empiezan a funcionar. Sin sacar conclusiones precipitadas por jugar contra unos flojos (flojísimos) Cavaliers, la franquicia de Nueva Orleans suma su segunda victoria consecutiva, también la segunda desde que Zion regresó a las pistas. El número 1 del pasado draft sigue mostrando excelentes sensaciones en su retorno y ante los Cavaliers sumó 14 puntos y 9 rebotes en casi 30 minutos, una noticia excelente y que muestra la progresión que la joven promesa tiene en su adaptación (ha jugado 18, 21, 27 y hoy 29 minutos).

La mejor noticia para los de Alvin Gentry no es el nivel de la que tiene que ser su futura referencia, sino la recuperación de nivel de Brandon Ingram. El alero no se adaptó con demasiada facilidad a su compañero en los tres primeros duelos, en los que se quedó en un promedio de 17 puntos con un 30% en tiros de campo, malas noticias si tenemos en cuenta que venía de promediar 26, que apuntaba (y apunta) al All Star y que estaba siendo una de las revelaciones de la temporada. El ex de los Lakers finalizó con 24 puntos y un excelenter 9 de 13 en tiros de campo, lo que le deja como uno de los mejores de su equipo en la pasada madrugada junto a un Jrue Holiday que, en el ojo del huracán por los rumores de traspaso, se fue a los 28.

Los Cavaliers recibieron 40 bochornosos puntos en el primer cuarto y 74 al descanso, al que se fueron con una desventaja de 9 puntos todavía salvable (74-65). Sin embargo, los Pelicans aumentaron la ventaja en el tercer periodo y se dedicaron a administrar la ventaja hasta el final del partido ante uno de los peores equipos de la competición (el tercero con el balance más malo junto a los Knicks y por detrás de los Warriors y los Hawks). 

La victoria permite seguir soñando a los Pelicans, que siguen metidos en esa lucha imposible por el octavo puesto que se está librando en la Conferencia Oeste. Ya con los Kings y los Timberwolves más lejos, hay 5 equipos que continuan en la pelea (Blaze4rs, Spurs, Grizzlies, Suns y los propios Pelicans) que están a menos de 4 victorias. Nada es imposible, y en la NBA menos. Zion y compañía se enfrentarán a los Grizzlies el sábado, un partido que tendrán que ganar con más urgencia aún ya no solo por tratarse de un rival directo, sino porque después visitan Houston y reciben a los Bucks. Tendrán que remar. Y con Zion disponible, se puede avanzar más fácilmente por muy picado que esté el mar.