Partido grande este jueves en Tel Aviv (20:05, Dazn), el duelo más repetido en la historia de la Copa de Europa (36-23 para el Madrid). A los blancos les espera, además, “el Maccabi más sólido de los últimos años”, el mejor desde que el equipo israelí ganara el título en 2014. El cañonero Wilbekin acaba de renovar hasta 2023 y el recién fichado Amar’e Stoudemire podría hacer su debut. Pablo Laso recupera a Randolph y a Rudy, que no estuvo en Manresa por descanso. El americano vuelve después de casi un mes de baja por una lesión muscular y tras haberse perdido los cinco últimos encuentros de la Euroliga, donde era uno de los más destacados con 13 puntos de media (50% en triples), 4,3 rebotes y 14,1 de valoración. “Veo a los jugadores con ganas de hacer un buen baloncesto”, ha dicho el técnico este miércoles justo antes de volar a Israel.

Viajan 13 jugadores. “Dejamos en Madrid a Mejri, Reyes y Nakic y el resto van a Tel Aviv. Están todos bien. Randolph se ha entrenado con normalidad esta semana y pensamos que va a poder jugar. Es un alta más. Los tres que se quedan es por decisión técnica, porque en los dos entrenamientos de esta semana hemos trabajado con los 16 jugadores”.

Por primera vez está la plantilla al completo. “Me alegro por mí como entrenador y por ellos, a ningún jugador le gusta estar lesionado. Para el entrenador las lesiones son fastidiadas, pero luego también es complicada la vuelta, porque deben recuperar el ritmo y eso cuesta un poco. En líneas generales han vuelto bien. Las dos últimas semanas de entrenamientos han sido bastante buenas para el equipo”.

El mejor Maccabi de los últimos años. “Es el equipo más sólido. Sfairopoulos lo ha cambiado mucho, muestra mucha energía defensiva y cuenta con jugadores muy atléticos en todas las posiciones. Wilbekin es muy determinante en el uno contra uno y luego, en el puesto de ‘tres’, tiene jugadores muy grandes como Zoosman, Avdija y Caloiaro”.

El control de la ansiedad. “Lo importante es que el equipo esté bien. Enganchamos una semana mala en Moscú y luego el partido del Efes resultó muy difícil porque ellos jugaron muy bien. Ahora me preocupa mi equipo, que cojamos ritmo de competición cara al futuro y que seamos competitivos los 40 minutos. Si miro la clasificación podría estar hasta contento, pero no lo estoy porque creo que todavía debemos mejorar muchas cosas”.

Las ganas del equipo. “Si entras en el vestuario después del partido ante el Efes ves a un equipo que está jodido por perder, pero eso es bueno. Veo a los jugadores con ganas de hacer un buen baloncesto porque saben que esa es la manera de ganar”.

La paciencia es entrenable. “Todo lo es y, comparándolo con la palabra ansiedad, que la dije el día del Efes, ante el Manresa estuvimos mucho más pacientes ofensiva y defensivamente. Debemos recuperar la sensación de tranquilidad, y eso sí te lo da ganar”.

La mayor complicación. “Tener tres o cuatro jugadores fuera y volver a meterlos en el equipo, eso siempre cuesta. Hay que recuperar a la gente a su máximo nivel y también al equipo, y mejorar luego ese nivel”.

Tavares: “Los árbitros a veces son muy rigurosos conmigo” 

“La Euroliga es muy difícil fuera de casa y el Maccabi todavía no ha caído en su pista. Habrá que hacer las cosas perfectas para sacar la victoria. Cuando se pierde hay que hacer las cosas bien para volver a ganar, y eso es lo que estamos haciendo en los entrenamientos, hemos reflexionado sobre algunos aspectos. A veces nos falta un poco de tranquilidad, de paciencia. Estamos acostumbrados a ganar y no me gusta perder, cuando lo hacemos para mí es incluso hasta difícil dormir, porque pienso en lo que debería haber hecho para ayudar al equipo. Perder siempre es malo. Normalmente diciembre era el mes del bajón y esta vez fue el de la racha de victorias, así que nos ha tocado ahora perder. Hay que estar bien mentalmente, porque siempre hay altos y bajos durante la temporada. Antes de los partidos hago meditación (bromea) para estar lo más tranquilo posible, pero soy muy grande y se me ve mucho. No es una excusa, pero a veces los árbitros son muy rigurosos conmigo. Si me quejo sé que voy a perjudicar a la gente de mi alrededor, al equipo”.